Juan José Badiola, veterinario y epidemiólogo

“Hay una especie de tríada entre la gripe aviar, porcina y humana”

Ante las preocupantes noticias que llegan sobre el avance de la gripe aviar en el mundo, preguntamos al epidemiólogo y veterinario Juan José Badiola.

Ante las preocupantes noticias que llegan sobre el avance de la gripe aviar -concretamente el virus H5N1-en el mundo, preguntamos a uno de los más conocidos epidemiólogos de nuestro país. Juan José Badiola, veterinario e investigador, al frente del Centro de Enfermedades Transmisibles de la Universidad de Zaragoza, nos recibe con su habitual humor y amabilidad.

.

Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, entre octubre y febrero han sido sacrificadas más de 100 millones de aves de corral. En España ya se han detectado casos de gripe aviar en aves migratorias y -lo que es más preocupante- en una granja de visones. Y también se han reportado casos recientes de trasmisión a humanos en Ecuador, China, EEUU. ¿Es así? ¿Cómo está ahora mismo la situación?

Pues se trata de una epidemia que está en expansión. Pero se trata de una epidemia animal, de gripe aviar. Desde el punto de vista de la salud humana solo hay de momento algunos casos aislados. Tenemos millones de animales afectados y que han tenido que ser sacrificados, porque cuando una granja queda afectada la medida es eliminar todos las cabezas de ganado, unos 10.000 o 20.000 animales por explotación.

Desde el punto de vista de la salud humana -insisto- han habido muy pocos casos de infección en humanos para los que debería haber si el virus fuera muy contagioso para nosotros. Ha habido casos de infección a mamíferos. Como la granja de visones que mencionas en Galicia, o los casos de casi 3.500 leones marinos muertos por gripe aviar en Perú: estos animales viven en colonias y muy en contacto con aves migratorias, que son las principales portadoras del H5N1.

La situación es que la epidemia progresa, y seguramente lo va a seguir haciendo porque ahora comienza la primavera en el hemisferio norte, y el otoño en el sur, y es una época de grandes movimientos migratorios de las aves acuáticas silvestres portando la gripe aviar.

Esta epidemia lleva ya un año y medio y no ha logrado dar un salto sostenible a la especie humana, pero hay que estar vigilante. Es muy importante el papel de los laboratorios de referencia, que están constantemente secuenciando el genoma de los virus, para monitorear que cepas son las que están propagándose y si están mutando o apareciendo Influenzavirus recombinantes. Y como los virus de la gripe son viejos conocidos, a diferencia del coronavirus, hace mucho tiempo que disponemos de una red de laboratorios en todo el mundo, coordinada y dirigida por la Organización Mundial de la Salud, que se dedica a este monitoreo de los virus de la gripe humanos y animales. En este caso tenemos atalayas que nos avisan con tiempo.

Justamente, un factor para la extensión de este virus de la gripe aviar es que lo portan las aves migratorias, y por eso se ha diseminado por todo el mundo. Pero otro factor es la ganadería industrial, especialmente la que junta en espacios muy reducidos a miles y miles de cabezas aviares, ¿no?

Así es. Si un virus de la gripe aviar penetra en una granja, donde están los animales tan juntos unos con otros, la propagación se produce muy fácilmente. Y hay que recordar que las principales pandemias del siglo XX fueron todas del virus de la gripe, y mayoritariamente de gripes aviares. Al contrario de lo que mucha gente cree, los virus de la gripe son originarios de las aves, y de ahí han dado el salto a varios mamíferos.

Cuidado, los virus son imprevisibles

Parece que el riesgo de que este virus salte al ser humano es baja, porque los receptores que usa el H5N1 para entrar en la célula son diferentes en aves y en humanos. Y es afortunado porque en los casos en los que se produce la infección, e trata de una enfermedad muy virulenta y letal: llega a acabar con la vida de hasta un 53% de sus víctimas de nuestra especie. ¿Es así?

Infografía del Instituto de Salud Global

Puede ser, pero en la cepa que está circulando no parece ser así. En los pocos casos donde se han infectado seres humanos han tenido casos leves. Por ejemplo un caso reciente de un trabajador de granja en Guadalajara que se infectó y apenas tuvo síntomas más allá de lo que es una gripe clásica.

Hasta ahora el virus H5N1 no ha logrado dar el salto eficiente a la especie humana, pero hay que recordar que los virus son impredecibles… y mucho más los virus de la gripe. En ese sentido son semejantes a los coronavirus: ambos son virus de ARN. No se pueden multiplicar por sí mismos, su material genético es menos estable, y tienen urgente necesidad de infectar, y por eso su estrategia es expandirse lo más posible y buscan ser muy transmisibles. Y además de las mutaciones, estos virus de la gripe pueden recombinar su genoma, haciéndolos mucho más imprevisibles.

Los virus de la gripe pueden recombinar «trozos del genoma» de varias cepas y aparecer virus mixtos con características híbridas, incluso de virus diferentes, y esos sí que pueden ser peligrosos, porque pueden adquirir capacidad de ser muy contagiosos para humanos.

A eso iba, porque resulta que el cerdo sí puede infectarse fácilmente de H5N1. El riesgo fundamental es que que los cerdos infectados hagan de “coctelera” en la que se recombinen virus de la gripe aviar, porcina e incluso humana, dando como resultado una cepa recombinante al azar que puede ser muy problemática para los humanos….

Infografía de AFP

Efectivamente, el del cerdo es un problema clásico y bien conocido en lo que se refiere a los diferentes tipos de gripe. Los cerdos tienen su propio virus de Influenzavirus porcina, con varias cepas, unas más patógenas y otras menos. Me acuerdo de la pandemia de este virus porcino en 2008, que se originó entre EEUU y México, que se propagó mucho en la especie humana, y este virus tenía componentes porcinos de diferentes regiones geográficas -de Influenza porcina euroasiática y americana-, también componentes de gripe aviar, y de gripe humana.

Es decir, que esos virus «cóctel» recombinante ya se han producido, y efectivamente alcanzó una gran capacidad de contagio y propagación. Pero en este caso tuvimos suerte, porque esta cepa -que por cierto la industria de la carne de cerdo presionó para que que se le quitara el nombre de «gripe porcina» y se llamara H1N1- cuyo principalmente era porcino, siguió comportándose como lo hace en los cerdos: con alta facilidad de propagación pero con cuadros leves. Afortunadamente no era muy virulenta, y de hecho ahora circula como una más entre las gripes estacionales.

Entonces sí, hay una especie de triada entre los virus de la gripe humanos, porcinos y aviares, donde a menudo un virus de una especie coloniza las otras dos, y entonces si se encuentra con los de otra cepa se pueden recombinar, generándose virus mixtos que pueden ser muy peligrosos, porque pueden ser mucho más contagiosos que los virus mayoritariamente aviares como es este caso del H5N1. Los receptores que usa el virus en la células de ave no están en las células humanas, y por eso su capacidad de infección es muy limitada.

Debemos aplicar el principio «One World, One Health»

De hecho, las pandemias de gripe suelen venir de Asia, concretamente del cálido sudeste asiático -China, Indochina- y no es casualidad, porque allí se dan circunstancias ecológicas y sociales muy favorables a esta “tríada” recombinatoria de Influenzavirus.

En estos países tenemos grandes aglomeraciones de población humana, pero también muchos cerdos y muchas aves, no solo gallinas sino patos y aves acuáticas (son muy aficionados a las ánades), que -al contrario que aquí- no están enclaustradas en un corral, sino sueltas por las granjas o los pueblos de manera natural, conviviendo con el hombre en un contacto estrecho. Eso también pasaba en España no hace tanto. A eso añadimos los grandes humedales y arrozales también con abundancia de aves migratorias. Es normal que se produzcan contagios y contagios interespecies.

Y por eso este peligro de que el cerdo se convierta en un problema para que aparezca un virus recombinante y problemático de la gripe… yo en Europa no lo veo demasiado preocupante, porque los cerdos están enclaustrados, no están sueltos en contacto directo con el ser humano, a excepción de algunas granjas de cerdo ibérico donde pastan en libertad, en Extremadura, Andalucía o el sur de La Mancha. Y en España raramente verás una granja de cerdos cerca de un humedal y en contacto con aves migratorias, precisamente para evitar este tipo de infecciones.

Se trata de un problema con una doble dimensión: la más importante es el riesgo sobre la salud pública, pero también hablamos de un importantísimo impacto económico en el sector agropecuario. ¿Que medidas se están tomando en España, desde el punto de vista de la salud pública y desde la seguridad veterinaria?

Lo primero que se ha hecho es alertar a las explotaciones aviares -aunque los avicultores ya están perfectamente al tanto de la epidemia de gripe aviar- para que traten de implementar el máximo de medidas de bioseguridad. Por ejemplo, el aislamiento de la granja, las ventanas cerradas, que no haya contacto entre aves silvestres y domésticas. Por norma, en una explotación ganadera no penetra nadie ajeno, más que los trabajadores o el veterinario.

¿Qué ocurre cuando hay un brote? Los avicultores están alertados de la sintomatología de la gripe aviar: las aves comen menos pienso, beben menos, y aumenta rápidamente la mortandad y los animales enfermos. La norma es que si detectan estos indicios están obligados a alertar inmediatamente a las autoridades de sanidad animal. Y por desgracia el procedimiento es drástico: en ese momento la granja queda completamente clausurada, cerrada e inmovilizada. Aunque el virus no se transmite por la carne, no puede salir nada de allí. Se hace el diagnostico, y si es positivo, hay que proceder al sacrificio de todos los animales de la nave -por supuesto con trajes de seguridad- y si las otras naves están muy próximas, de toda la explotación. Eso son miles de cabezas de ganado. Te puedes imaginar lo que supone para el avicultor.

Además, los trabajadores de la zona son analizados, vacunados y se les administran antivirales. Y luego, en un radio de 3 kilómetros, se imponen las mismas medidas de aislamiento y de bioseguridad extrema. Toda esa zona queda en cuarentena. Y en un radio de 10 kilómetros también hay medidas -no tan severas pero también exigentes- sobre movilidad de camiones, vehículos. Y por último hay que limpiar a fondo esa explotación y las colindantes. Esto pasó recientemente en la zona de Lérida que linda con Aragón, en explotaciones de gallinas y codornices.

Prevenir cuesta, pero la salud pública siempre lo merece

¿Hay indemnizaciones para esos ganaderos?

En Europa, desde luego, pero aún así la granja debe permanecer cerrada uno o dos meses, y eso es un duro golpe para ellos. Pero en Asia no hay indemnizaciones, y por eso -para evitar el sacrificio masivo de sus animales, que son sus medios de vida- los ganaderos suelen ocultar los casos hasta que ya hay un brote epidémico. Un desastre.

Este es un ejemplo de la necesidad de aplicar el concepto «One World, One Health» (que podríamos traducir como «un solo planeta, una sola salud pública»). Tenemos que ser conscientes de la necesidad de la solidaridad, incluso de la «solidaridad interesada». Porque los virus que aparecen en el sudeste asiático, dentro de poco estarán en Europa o en EEUU. Los virus no entienden de fronteras, y además del comercio globalizado, mil millones de personas se mueven de un lado para otro por todo el mundo, y además en avión, donde en pocas horas estás en otra parte del globo. Lo mejor es actuar contra las enfermedades en el foco de origen, ayudar a esos países a que puedan desarrollar políticas de salud pública que salvan vidas allí y las van a salvar aquí.

El Covid nos ha mostrado que deben desarrollarse mecanismos de solidaridad sanitaria -adecuadamente financiados- para los virus y otras enfermedades. Hay que pagar a estos países para que desarrollen sus estrategias de salud pública y seguridad alimentaria.

Pues hasta aquí la entrevista. ¿Quiere añadir algo más?

Sí, un último apunte. No olvidemos que ya tuvimos una pandemia de gripe aviar a principios de este siglo, en 2003 o 2004. Y se criticó mucho al gobierno por comprar muchas vacunas contra esta gripe, que luego afortunadamente no se expandió. Yo creo que es lo que hay que hacer, más vale prevenir que curar. Y prevenir tiene un coste, pero ya hemos visto por la pandemia de Covid que la salud pública siempre merece la pena.

Deja una respuesta