La Eurocámara denuncia el urbanismo salvaje español

Hay que llevarles a la cárcel

Es la tercera vez, tras 2005 y 2007, que el Parlamento europeo arremete contra los desmanes de las Administraciones locales y regionales españolas. Denuncia «la destrucción masiva» de parajes naturales, el «expolio» de bienes culturales y «las ganancias excesivas» de los especuladores.

El texto, one como ejemplo Marbella, “donde se han construido ilegalmente miles de viviendas que infringen probablemente la legislación comunitaria”.Arremete contra las urbanizaciones proyectadas en áreas protegidas de la Red Natura 2000, como el cabo almeriense de Gata y algunos puntos de Murcia. Y acusa a los jueces de reaccionar con lentitud frente a los abusos.Deplora “la corrupción endémica” causada por falta de claridad de las normas que regulan, de una parte, la propiedad individual y, de otra, el respeto al medio ambiente.Acusa a todas las administraciones de haber impulsado un modelo de desarrollo “insostenible”.Como sanción los eurodiputados reclaman la congelación de fondos estructurales y de cohesión por las graves vulneraciones de las normativas comunitarias en las costas españolas.Hasta el último momento, los socialistas y populares españoles en el Parlamento Europeo intentaros paralizar la aprobación del informe.En el Informe "Destrucción a Toda Costa 2008", Greenpeace denuncia como la autovía del Cantábrico genera desde hace años una presión urbanística sin precedentes en todo el litoral. A medida que se vertebra esta infraestructura se promocionan viviendas, puertos deportivos y campos de golf.Andalucía, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, Canarias, Ceuta y Melilla comparten este año el primer puesto de un hipotético podio como las regiones litorales que más han maltratado su costa.En el segundo puesto estarían Cataluña, Baleares y Galicia, que continúan acosando su medio natural con el ladrillo y la contaminación. Euskadi, Cantabria y Asturias les siguen muy de cerca, replicando en el norte el modelo devastador mediterráneo.El modelo económico basado en el ladrillo no sólo pasa factura hundiendo ha nuestro país –como ningún otro- en una profunda crisis, también la construcción a crecido a costa de los recursos y patrimonio natural de todos.Los taifas del ladrillo no han respetado las costas y hermosos parajes naturales de nuestro país.Pero mientras a las familias y pequeñas empresas sufren el acoso de la banca y el Estado, los crímenes de los taifas están impunes.Los responsables de esta destrucción sin precedentes en España deben ser investigados y llevados a la cárcel.

Deja una respuesta