Más de 15 millones de votos y 188 escaños

Hay mayorí­a para un gobierno contra los recortes y la regeneración democrática

El 26-J, más de 15 millones de votos apoyaron a las candidaturas que se enfrentaron a la polí­tica de recortes del PP. Casi siete de cada diez, una holgada mayorí­a absoluta. Y un 171%, prácticamente el doble, del apoyo electoral que recibieron los partidos que ejecutaron los recortes.

Una mayoría que se traslada al Congreso, con 188 diputados de las fuerzas que apuestan por un cambio, 12 más que la mayoría absoluta fijada en 176, y superando los 137 escaños que tiene el PP.

El veredicto de las urnas es claro. La mayoría quiere un cambio de gobierno y de políticas, y rechaza un nuevo ejecutivo encabezado por el PP. «La suma de PSOE, Unidos-Podemos y Ciudadanos daría 188 diputados, suficientes para formar un gobierno de cambio y de progreso»

En esa mayoría están evidentemente los más de 5 millones a Unidos-Podemos. Pero también los casi 5,5 millones de sufragios que ha recogido el PSOE, que le han votado para que se enfrente a los recortes de Rajoy. O los 3,2 millones de votos de Ciudadanos, que buscan una regeneración democrática imposible si se da continuidad a la política ejecutada por el gobierno del PP en los últimos años.

Esta mayoría de votantes coincide, por encima incluso de las diferencias en los programas o entre las direcciones de las fuerzas políticas, en enfrentarse a los recortes y en exigir regeneración democrática.

Son una amplia base de masas para un gobierno de cambio y de progreso. Y limitarla o reducirla es, objetivamente, hacer más difícil la posibilidad de un cambio.

La suma de PSOE, Unidos-Podemos y Ciudadanos permitiría un gobierno para defender la sanidad y la educación pública, proteger a trabajadores o autónomos, regenerar la democracia y ampliar las libertades o luchar contra la corrupción.

Esta es la voluntad expresada por una amplia mayoría de los votos tanto el 20-D como el 26-J. Hay mayoría suficiente para conseguirlo, impidiendo un nuevo gobierno del PP que no haría sino profundizar en recortar derechos básicos, limitar las libertades o paralizar el combate contra la corrupción.

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