ETA admite que no consigue "clavar el hacha al enemigo"

Hasta enterrarlos en el mar

El comunicado de diciembre el 2008, presentado como prueba por en la investigación abierta por el juez Garzón, ETA hace un balance de las actividades desde el 2002. En el documento ETA admite que se encuentra en una «crisis operativo-militar». ¿Dónde residen las claves de esta crisis? ¿Dónde hay que golpear para enterrarla en el mar de forma definitiva?

Si hace unos días ETA celebrara sus 50 años roclamando sus logros ante sus bases y la opinión pública, el documento interno de la banda nos muestra una realidad diametralmente opuesta. Dice “Se ha construido muy poco de lo que se puede tocar con las manos”. Reconoce la eficacia de los escoltas, las operaciones contra la izquierda abertzale, el cierre de los medios de comunicación, las detenciones… Por otra parte, afirma que “el conocimiento exacto que tiene el enemigo de nuestro funcionamiento ha convertido a la organización en muy previsible en su forma de actuar”. Concluye que “Los errores repetidos durante años nos exponen la necesidad de efectuar un cambio organizativo total para poder garantizar su función político militar en esta fase”.Evidentemente una de las claves por las que la banda se encuentra tan debilitada es el cerco por la acción policial y judicial. Pero es gracias a la acción ciudadana y la rebelión democrática que cada vez tiene menos oxígeno para respirar. La sociedad vasca ha conseguido revertir la amenaza y el chantaje impuesto en las calles por ETA y sus cómplices, en una denuncia valiente que arrincona a la banda. Por ello ETA dice en su comunicado que “la hostilidad que está encontrando a nivel internacional es notoria” y que la izquierda abertzale ha sido incapaz de articular el apoyo ciudadano. “La capacidad movilizadora ha ido decayendo”.Más importante aún es que la acción combinada de la justicia y la rebelión ciudadana han hecho mella en el régimen nazifascista de Arzalluz Ibarretxe. Los mecanismos con los que se amparan y financian el entramado de apoyo a ETA, han sufrido un debilitamiento importante.La mejor forma de acabar con ETA es persistiendo en el cerco jurídico-policial y principalmente golpeando al régimen de Ibarretxe. En ello la acción ciudadana es fundamental. En estos años la rebelión democrática ha conseguido debilitar al régimen nazi fascista que alimenta y da cobertura a la banda. Ahora es el momento en que la sociedad vasca golpee para enterrarlos, definitivamente, en el mar.

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