Cargando...La presidenta del Parlamento vasco, Arantxa Quiroga ha declarado que la recuperación de la Diputación alavesa, por parte del PP, es uno de los asuntos sobre los que «habrá que seguir hablando». Y que además «creo que el cambio es tan cambio cuando lo lidera el PSE como cuando lo lidera el PP». A la pregunta de si el PP debe hacerse de nuevo con la institución foral alavesa, su contestación ha sido que «desde nuestro punto de vista, sí». La Diputación de Álava está presidida por Xabier Agirre, del PNV (con apoyos de EA y EB), aunque es minoría respecto a los representantes del PP y, por supuesto, sumados con los del PSE. Es absolutamente necesario que el acuerdo entre el PSE y el PP amplíe su aplicación a todas las instituciones desde las que la camarilla nacionalista excluyente de Ibarretxe, Arzallus y compañía han implantado y mantenido su dominio. El acuerdo debe ampliarse hasta acabar con su régimen.
Porque, como buenos reaccionarios, los nacionalistas excluyentes son recalcitrantes y contumaces, lo que ha demostrado el diutado general de Álava, el peneuvista Xabier Agirre, que ha salido rápidamente a la palestra, y en una comparecencia, hizo una declaración llena de palabras demagógicas como “no es de recibo jugar de esa manera ni con la incertidumbre de los ciudadanos alaveses, ni con la estabilidad de esta institución, al no despejar de forma concluyente el futuro sobre la misma”. Pero, en realidad, lo único que les preocupa es “si la sustitución del actual gobierno foral tripartito a favor de otro del PP es una de las contrapartidas exigidas por el PP para la investidura de Patxi López”. Tratar por todos los medios de que no les desalojen de los distintos centros de poder institucional y de todo tipo, que han sostenido y sostienen su régimen. Lo que ha expresado descaradamente el presidente del PNV, Urkullu, en un encuentro con las juventudes del partido celebrado en Dima (Vizcaya), “le guste o no a Patxi López, el Partido Nacionalista Vasco va a seguir liderando la sociedad en todos los ámbitos”, desde el político hasta el cultural y el económico. Y ha llegado a calificar el acuerdo PSE-PP de ser “una suma de principios reaccionarios e involucionistas”. Es decir, llamar a los que se enfrentan a su imposición, lo que realmente describe la política nacionalista excluyente El eurodiputado del PP, Carlos Iturgaiz, ha negado las insinuaciones de los dirigentes del PNV de que la unión de socialistas y populares en el País Vasco para conseguir la salida de los nacionalistas tras 30 años en el poder, vaya a suponer un repunte del terrorismo de ETA, y ha añadido “¿Más de lo que hemos vivido en carne propia?”. También ha propuesto cambiar el himno oficial del País Vasco y que se elimine el cuartel correspondiente a Navarra del escudo del País Vasco. Está bien cambiar en los símbolos aquello que refleja la imposición nacionalista. Pero lo determinante son las medidas para expulsarles de todos los organismos desde los que han mantenido su régimen excluyente.