Cuerpos de seguridad venezolanos dispersaron hoy con gases lacrimógenos y balas de goma una marcha opositora en Caracas, en el contexto de la celebración por el Día Internacional del Trabajo. El presidente Hugo Chávez aseveró que los opositores a su gobierno provocaron la violencia y los acusó de conspiradores y resentidos.
La televisión rivada Globovisión transmitió imágenes de la policía y la Guardia Nacional replegando la protesta en una zona aledaña al centro, luego que el gobierno negara permiso para llegar a la sede de la Asamblea Nacional. Según las autoridades, durante el enfrentamiento no hubo heridos.La oposición a Chávez utilizó la tradicional marcha del Día del Trabajador para protestar contra la intención del mandatario de implantar el socialismo en el país y en respaldo al líder opositor Manuel Rosales, asilado en Perú.Por su parte, simpatizantes de Chávez protagonizaron otra manifestación que partió desde tres puntos de la ciudad para concentrarse en los alrededores del palacio presidencial de Miraflores.El mandatario apareció en la concentración oficialista y dirigió un enérgico discurso en que se refirió al incidente opositor como un intento de sus detractores políticos por desestabilizar al país.Para llamar la atención, en su desesperación y en su odio, terminan arremetiendo violenta y salvajemente contra las fuerzas del orden y se vio obligada la Guardia Nacional a dispersarlos. Pero no vamos a permitir hechos de violencia, afirmó, y los acusó de conspiradores y resentidos.Chávez también le dedicó un párrafo a la oposición, que pocas horas antes y muy cerca del centro de Caracas protagonizó una marcha que terminó en incidentes con la policía. «Hagan lo que hagan más nunca volverán», aseguró el líder bolivariano y advirtió que la manifestación de la oposición «no es una marcha propiamente de los trabajadores, no, es una marcha de los conspiradores, de los resentidos, de los viejos y la viejas del pacto de punto fijo, del capitalismo, que estamos enterrando». La marcha opositora, estaba formalmente convocada por la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV), cuyos dirigentes participaron abiertamente en el golpe de Estado contra Chávez en 2002. Fueron quienes modificaron el recorrido de una marcha opositora desde el este de Caracas hacia el Palacio de Miraflores, acrecentando un clima de violencia que derivó en el secuestro de Chávez durante dos días, hasta que la movilización popular lo restituyó en su cargo constitucional. Otros personajes que también confluyeron en aquel golpe de Estado de 2002 estaban presentes ahora en la concentración opositora, y repitiendo el libreto, llamaron a marchar hasta la Asamblea Nacional, sabiendo que antes encontrarían un cordón policial. Uno de los que se repiten antes y ahora es Antonio Ledezma, actual alcalde mayor de Caracas. Conocedor de que las marchas necesitan de un permiso previo, insistió igual en que se avanzaría más allá de lo autorizado. Así, algunos grupos chocaron con la Policía, al intentar continuar la marcha más allá de la zona donde la movilización había sido permitida. Videos publicados en la página web de la radio YVKE muestran la virulencia de estos grupos contra los efectivos del cordón policial. Oportunos montajes televisivos de canales opositores con amable difusión internacional mostraban luego lo que parecía ser la policía embistiendo contra una concentración masiva, cuando en rigor al momento de los enfrentamientos la mayoría de los marchistas de oposición ya habían optado por desconcentrarse. Tras las escaramuzas, solo se reportaron dos policías heridos por botellas y piedras. Ninguno entre los manifestantes.