Tras la amenaza de la suspensión de pagos

¿Hacia un mundo desamericanizado?

Sin embargo, durante todo este tiempo ha habido una voz, la del gobierno chino, que ha permanecido en silencio. Una reserva que resultaba más sorprendente cuanto que es el mayor poseedor de bonos de deuda norteamericana, y por tanto el más afectado por una posible suspensión de pagos.

Ha sido sólo en vísperas del día 17 –cuando debía ejecutarse la suspensión de pagos en caso de no haber acuerdo para aumentar el techo de la deuda– cuando a través de la agencia estatal de noticias, Xinhua, ha hecho saber su posición al mundo entero. Y la respuesta, aunque tardía, no tiene desperdicio. El artículo, significativamente titulado “El default estadounidense justifica un mundo desamericanizado”, no sólo analiza lo ocurrido, sino, lo que es más importante, expone abiertamente una alternativa para impedir que situaciones como esta vuelvan a repetirse.«Estos días alarmantes en que los destinos de los demás están en las manos de una nación hipócrita tienen que terminarse» De entrada, una afirmación tajante. Mientras los políticos de ambos partidos corren del Capitolio a la Casa Blanca sin llegar a un acuerdo y sembrando la desorientación en el planeta, tal vez sea un buen momento para que éste “empiece a considerar la construcción de un mundo desamericanizado”. A continuación, un certero diagnóstico de la situación: “en lugar de cumplir con su deber de potencia dirigente responsable, un Washington estrecho y egoísta ha abusado de su estatus de superpotencia y ha introducido aún más caos en el mundo transfiriendo los riesgos financieros al exterior, instigando tensiones regionales en medio de disputas territoriales y librando guerras injustificadas bajo cobertura de mentiras descaradas.Como resultado, el mundo sigue amenazado por un desastre económico gracias a las voraces élites de Wall Street”. Es decir, EEUU, a quien todo el mundo reconoce su estatus de única superpotencia, está sin embargo abusando de esa posición. Y en lugar de practicar un liderazgo responsable introduce todavía más caos en el mundo. En primer lugar, transfiriendo al resto de países sus propios riesgos, aventuras y agujeros financieros. En segundo lugar, instigando disputas regionales y librando guerras injustificadas en tanto que declara que tiene intereses nacionales vitales que proteger en casi todos los rincones del mundo y se arroga el derecho a entrometerse en los asuntos de otros países y regiones alejadas de sus fronteras. Al no tomar medidas para dar una solución viable al presupuesto federal y la ingente montaña de deuda que atesora, EEUU no sólo pretende chantajear al resto del mundo para que siga financiando sin límites el déficit provocado por su enorme gasto político-militar –avalado tanto por las administraciones republicanas como demócratas–, sino que pone de nuevo en peligro enormes activos en dólares de muchas naciones que corren el riesgo de ver evaporarse de un plumazo gran parte de sus ahorros.“Estos días alarmantes en que los destinos de los demás están en las manos de una nación hipócrita”, afirma como conclusión el gobierno chino por boca de la agencia Xinhua, “tienen que terminarse, y debe ocupar su lugar un nuevo orden mundial en el que todas las naciones, grandes o pequeñas, ricas o pobres, puedan ser respetadas y sus intereses protegidos en igualdad de condiciones”. Orden mundial que debe basarse en varios pilares clave.«Ha llegado la hora de empezar a construir un mundo desamericanizado» Para empezar, “todas las naciones tienen que ceñirse a los principios básicos del derecho internacional, incluido el respeto por la soberanía y el mantener las manos fuera de los asuntos internos de los demás”. A ello debe acompañarle el reconocimiento de la autoridad de la ONU en el manejo de los asuntos globales candentes sin que nadie tenga el derecho de emprender cualquier tipo de acción militar en contra de los demás sin su mandato.En segundo lugar, el sistema financiero mundial tiene que reformarse sustancialmente. Dando más voz a las economías de los mercados emergentes y en desarrollo en las principales instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.Y, sobre todo, introduciendo “una nueva moneda de reserva internacional creada para reemplazar al dominante dólar de EEUU”, con la que la comunidad internacional pueda permanecer al margen de la propagación del riesgo financiero causada por la irresponsabilidad de Estados Unidos.En pocas palabras, se acabó. Después de la crisis financiera provocada por Wall Street, después de las guerras de Irak y Afganistán, después de las crisis en Libia, Egipto y Siria, el mundo, y no solo China, está harto de EEUU y quiere un cambio. No se trata de dejar completamente a los Estados Unidos a un lado, lo que es imposible por otra parte. Pero sí de que ha llegado la hora de empezar a construir un mundo “desamericanizado” y de dar pasos para crear una “nueva moneda internacional de reserva” para reemplazar al dólar estadounidense.

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