¿Qué puede pasar en la primera potencia europea?

¿Hacia dónde se dirige Alemania?

¿Hacia dónde quiere dirigir Alemania la burguesía monopolista germana, a través de su nuevo canciller? Es una cuestión de máxima importancia. El rumbo que tome Berlín va a influir en lo que suceda en Europa

Todos los analistas se esfuerzan por anticipar cuáles pueden ser los pasos del próximo gobierno, y que posiciones adoptará. Hacia donde se mueva Alemania va a influir en lo que suceda en Europa, en un momento especialmente convulso.

Lo más probable es que se reedite la “gran coalición”, entre los conservadores de la CDU, la fuerza más votada, y una socialdemocracia del SPD disminuida y que tendrá menos peso en el ejecutivo.

Pero queda por ver en qué términos se cierra el acuerdo y qué políticas concretas adoptará el nuevo gobierno.

El líder de la CDU y futuro presidente alemán, Friedrich Merz, representa al ala más dura de los conservadores germanos… y está estrechamente conectado con el capital norteamericano. Durante años abandonó la política, para hacerse millonario dirigiendo los negocios de BlackRock, el megafondo de Wall Street, en Alemania.

Ha filtreado con la ultraderecha de la AfD, aprobando conjuntamente medidas contra la inmigración. Y ahora defiende un endurecimiento de las políticas contra los trabajadores inmigrantes, como acelerar las devoluciones en caliente o vuelos de deportación semanales… a Afganistán.

Y en el ámbito económico propone drásticas rebajas de impuestos a bancos y monopolios, así como severos recortes en las políticas sociales.

Con alguien así al frente de la política alemana, el resto de Europa debemos protegernos. Sabemos por experiencia lo que significa una política “de austeridad”, es decir de recortes, impuesta desde Berlín.

Merz es “otanista” y pronorteamericano, pero ya ha entrado en contradicción con las políticas de Trump

Pero el futuro gobierno alemán se enfrenta también a amenazas que vienen del otro lado del Atlántico. Merz es “otanista” y pronorteamericano, pero ya ha entrado en contradicción con las políticas de Trump. El inquilino de la Casa Blanca ha pedido el voto para la AfD, y el nuevo presidente ha reeditado el “cordón sanitario” ante los ultras, protestando públicamente contra las injerencias de Washington en las elecciones. Ha protestado contra el acuerdo entre Trump y Putin, que entrega Ucrania al imperialismo ruso. Y ha declarado que Europa debe ser “más independiente de EEUU”.

Merz no va a cuestionar el vasallaje a EEUU -trabajó para BlackRock-, pero como presidente alemán, representante de la burguesía alemana, entra en contradicción con las aristas más agresivas de la política impulsada desde Washington con Trump en la Casa Blanca.

Una oleada de aranceles a las mercancías alemanas podría debilitar todavía mas una economía germana en crisis. Y es improbable que desde Berlín se transija con la disgregación de la UE que Trump parece proponer. Bruselas es uno de los principales instrumentos de la burguesía alemana para imponer su diktat en Europa.

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