Crisis de Podemos

Hace falta otra izquierda

Hace falta otra izquierda, una izquierda capaz de unir todo lo unible contra los proyectos y los planes de nuestros verdaderos enemigos, una izquierda a la altura de la combatividad y la energía desplegada por la mayoría social progresista

Pero más allá del actual pulso, en el envejecimiento prematuro de la fuerza que se presentó como heredera del 15M para acabar presa de las peores tradiciones de la “vieja política” se entrecruzan varios factores, pero todos relacionados con la cuestión clave de qué objetivo les guía y qué bases de principios se practican.

España sufre desde hace años un proyecto de saqueo contra el 90%, impuesto desde el exterior, cuyos diseñadores y ejecutores principales están en EE.UU. Pero contra ese proyecto de saqueo ―que no ha concluido y sigue avanzando― se enfrenta lo que hemos llamado un “viento popular y patriótico”, una mayoría social progresista que ha logrado importantes victorias el pasado año: desde la caída del gobierno de Rajoy (la opción “favorita” de Washington o el IBEX 35) a los avances en la lucha de las pensiones o las conquistas del movimiento feminista.

El hegemonismo estadounidense y la oligarquía española no pueden permanecer impasibles ante el avance de este torrente, y maniobran para intentar debilitarlo o reconducirlo. Pero la contradicción principal, la que va a decidir el futuro de este vendaval popular y patriótico, no es externa, sino interna. Depende de qué brújula oriente al viento popular. Depende de qué línea dirija la lucha de las clases populares.

Para cumplir un papel realmente transformador, la izquierda debe tener claro a quién se enfrenta, quién es realmente el adversario, quién realmente decide en España el empobrecimiento de la mayoría, o el recorte y la degradación de las condiciones de vida de la gente. La primera cuestión clave es saber distinguir a los verdaderos enemigos de los posibles amigos. Obviar, ocultar o desviar el blanco, más allá de la voluntad de quien lo haga, le hace el juego a los que nos dominan.

O se sitúa con claridad a quién nos enfrentamos, a un saqueo que viene del exterior, y que se impone a través de una mayor intervención del hegemonismo y del imperialismo sobre nuestro país… o se confunde permanentemente a las masas respecto a quiénes son sus verdaderos dominadores, dirigiendo la lucha popular hacia el combate a “las tramas corruptas de políticos y empresarios” o “los vestigios del franquismo”; cuando no se encuadra a la gente ―sin ella saberlo― en los proyectos del propio enemigo.

Desde la dirección de la formación morada se ha llegado a decir que “sabemos que no hay alternativa al capitalismo de libre mercado”; que en el caso de que llegaran a la Moncloa “no tendríamos un problema serio con los acreedores u otros actores exteriores, sino que el problema fundamental serían nuestras élites corruptas, defraudadoras e improductivas”; han dicho que el euro o la Alianza Atlántica son ineludibles, es más, que “la OTAN representó una oportunidad de modernización de un ejército franquista que procedía de la dictadura”.

O se establece la necesidad de unir al 90% de la población, luchando por construir un Frente Amplio, que una todo lo unible contra el proyecto de saqueo y degradación, tratando a las diversas organizaciones, sensibilidades y culturas políticas que componen la izquierda desde el respeto y la igualdad… o se construye un proyecto político que, en nombre de ser “una gran nave nodriza”, obliga a la integración fagocitadora y a la pérdida de identidad y de siglas en nombre de “converger”.

Hace falta otra izquierda, una izquierda capaz de unir todo lo unible contra los proyectos y los planes de nuestros verdaderos enemigos. Que defienda los intereses populares, que se mantenga fiel a los principios revolucionarios y no negocie con ellos. Hace falta una izquierda a la altura de la combatividad y la energía desplegada por la mayoría social progresista, a la altura de las ansias de unidad, progreso, bienestar, justicia y libertad del pueblo de las nacionalidades de España.

6 comentarios sobre “Hace falta otra izquierda”

  • Progreso no significa Izquierda, progreso sognifica que toda la sociedad mejore su calidad de vida,
    no solo los que se han lucrado despilfarrando mas de 4.000 milones € de los trabajadores Andaluces.
    El partido de la corrupción, seria bueno recordar que:así es como define los Sociocomunistas al PP, Pero hay algo que siempre suele pasar desapercibido,y es la corrupción de la izquierda, la razón es que la gran mayoría de medios están controlados por la izquierda:, concretamente por el PSOE y sus afines. El PSOE es, sin lugar a dudas, el partido que más casos de corrupción acumula en toda la historia de nuestro país y, de lejos y con diferencia, el que más dinero ha robado a toda la ciudadanía.
    Pero la percepción generalizada, gracias a intereses creados por el partido de Pedro Sánchez, ha hecho que los socialistas se vean, ante la opinión pública, como una formación cristalina o, en el peor de los casos, como “menos corrupto que el PP”. Nada más lejos de la realidad.
    El economista Friedrich Schneider, profesor de economía de la Universidad Johannes Kepler, elaboró un informe donde cifraba la factura de la corrupción en España en más de 10.000 millones.
    el Partido Socialista gana de una forma abrumadora y por una diferencia abismal al Partido Popular. La interminable lista hace del PSOE uno de los partidos con más escándalos y presuntos desfalcos de toda Europa.

    • EL ESTADO ALIENANTE dice:

      Claro: pues el PSOE es el partido del Estado. Es el único partido que es correlativo, en el nivel político-institucional, al modelo de 1978, pues el PP representa intereses heterogéneos y contradictorios (nueva burguesía, mediana empresa, autónomos…, además de por supuesto a la finanza y al monopolio), y esa condensación de contradicciones en su seno hace que formule modelos de financiación estatal que ponen en cierto riesgo el mantenimiento de estructuras «de Bienestar social» indispensables para el modelo que liga al crédito financiero con la solvencia de mercado, la solvencia tributaria y la integración del grueso del salariado en el mundo-mercado del que España depende y que las Potencias toman, penetran, asaltan. El PSOE es, en definitiva, el partido del Sistema porque la socialdemocracia refleja una arquitectura institucional, y un Tinglado gestor, EN el Estado en sí, y por tanto es por definición ajeno a impulsar aventuras empresariales competitivas frente a los monopolios extranjeros. La socialdemocracia es la expresión política de los especialistas en vender a la nación anudando desde el Estado su propia financiación y respaldo imperialista a costa del subdesarrollo productivo nacional.

  • NO SÓLO LA IZQUIERDA dice:

    Bescansa decía claramente hace unos días, y en declaraciones públicas ante las cámaras de varios medios, que el supuesto antagonismo «izquierda-derecha» ha sido el magnicidio de las posibilidades colectivas en cada momento clave de la historia de España. Tiene razón: por ejemplo, el Estado del Bienestar es desarrollado de manera incipiente ya por Otto Von Bismarck (a partir de la unificación alemana). Luego viene el Estado del Bienestar de Mussolini, luego el de los Tories Beveridge y Lloyd George (ministros de Churchill), el General Franco también desarrolló el Estado del Bienestar, etc. Excluyo a los nacionalsocialistas porque su Estado del Bienestar, aunque inédito y muy superior a cualquier precedente, era racial y NO nacional, careciendo por tanto del criterio de civilidad indispensable para ser considerado como social. Que la visión social sea monopolio de la izquierda es sencillamente mentira. Hay derecha anti-social y hay izquierda anti-social. Sin ir más lejos, el grupo de Barcelona que ayudó a la formación de ciertas filiales de Podemos (y yo los conocí), estaba formado por personas en su mayor parte nihilistas y refractarias contra cualquier concepto de ligar la política al Bien Común. Eran simplemente oportunistas y arribistas, que hablaban desde el solipsismo y la anti-estructuración orgánica, pero que supieron subirse al carro de «la nueva política».

  • Consensuada esta clase política de izquierdas o te refieres a votantes y encima responsables, y legimitizadores de cada designio del país que es lo que quiere la izquierda pero, una vez aprobados los presupuestos bajo demanda y fruto, esto se debe a ka clase de industria y apogeo debido en casa y ciudad, deben hacerse notar esas clases de hegemonias propulsado vectores de fortaleza lúdicos y gestores han de corresponder con las de siderales de cada ciudadano y ver viable si se aprueba en demagogia o si se aprueba la de desiderata por convenio de colectivo patrimonial, es decir que si alguien dudaba de como iban a actuar estas fuerzas es a ojo y mordaz boca de la verdad, ya que la ocultación de progresos intentan hundirla por que han quedado fatal 1991 pp llega al poder 1991 pp lleva mal las cuentas y se queda con la mitad del dinero aparte a mi me parece 27 años después debería juzgarseles bien y de manera correcta declararlos ilegales y demarcación de pautas correctas de cuentas públicas porque si se llega a mobiliario moncloa se vende hasta el más h… P… , pero vosotros mismos chatos baratos desde que tenemos claridad que soñariais con la anarquía y fuerais buenos, igualitarios solidarios y sin importar el material, sin ser tonto avispao y demarcadamente útiles que sirvierais de mucho y fuerais libres y se dejarán derechos para todos nosotros de las mismas maneras que se establecen los marcos de actuación en sociedad cuando un viernes haces eso de juntarte con los amigos y ríes y sueñas que no tienes nada más que un tiempo valioso que vivir, igual que siempre en la vida real que si bien nos depara grandes sorpresas no es muy larga en la dicha, y si queréis algo para cuando tengáis 37 años que los que querían algo para cuando tengan ellos 37 y nosotros 80 sea lo mismo por que fijate que diagnosis de patronatos tenemos que hacer hacen y no se si hacen lo de siempre o hacen lo del mña, gracias

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