Planes contra la enfermedad cardiovascular

Guerra contra la sal

Que la sal es un antidepresivo natural podrí­a explicar por qué las personas están normalmente tan tentadas de abusar de ella a pesar de que se sabe contribuye a elevar la presión arterial, a causar enfermedad cardí­aca y otros problemas de salud.

El Ministerio de Sanidad ha uesto un nuevo plan de prevención contra las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. El primer paso, “conocer cuál es el consumo medio de sal en España y cuáles son sus principales fuentes"Los resultados del estudio se esperan para el segundo semestre de este año. Se trata de seleccionar una muestra representativa de la población adulta española e investigar, a través de diferentes análisis, encuestas y toma de medidas antropométricas la relación de la sal con la obesidad, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. El objetivo es llegar a modificar la cantidad de sal que tomamos los españoles para evitar su repercusión nefasta en la salud. El Ministerio de Sanidad parte con el aval de haber convertido el pan español en el pan con menos sal de Europa. Hay que tener en cuenta que el pan es la principal fuente de sal en nuestra dieta (un 19% del total), mientras que en Inglaterra son las comidas procesadas. Se ha disminuido en los últimos 3 años un 25% la cantidad de sal por el mismo peso de pan. Sin embargo, una vez detectadas las fuentes de sal, ¿hasta dónde se esté dispuesto llegar? ¿Se pondrá coto a la actividad de la industria alimentaria o se le harán recomendaciones para que etiquete la cantidad exacta de sal que llevan los alimentos? ¿Se limitará a pactar con los restaurantes que escondan el bote de sal a sus clientes? Dietas sosasUna de las cuestiones a resolver es el bajo seguimiento de las dietas hiposódicas tan recomendadas por los médicos en casos de hipertensión. La industria alimentaria se resiste a disminuir la sal de los alimentos con el argumento de que conservará menos tiempo los alimentos y se tirarán una mayor cantidad y que la gente no los comprará por sosos. Con buenas palabras se une a la lucha por una comida más sana, aunque a la hora de la verdad su alternativa no es eliminar los alimentos altos en sal, sino introducir productos “bajos en sal”. La OMS recomienda disminuir progresivamente la cantidad de sal de sus productos. Lo que no dicen es que la sal juega en la comida el papel de la nicotina en el tabaco, es un adictivo. Un reciente estudio de la Universidad de Iowa (EEUU) afirma que el antojo por los alimentos salados se puede deber a su efecto antidepresivo natural. Las ratas expuestas a una deficiencia de cloruro sódico (sal común) rehuyen las actividades que normalmente les producen placer, lo cual fue interpretado como un signo de depresión. Esto podría explicar por qué se abusa de la sal, o se buscan alimentos ricos en ella, a pesar de las advertencias de los médicos.La sal es, por supuesto, un nutriente vital necesario para el normal funcionamiento del cuerpo, pero la cantidad de entre 10 y 12 gramos medios al día de sal consumida en la dieta del mundo occidental es excesivamente alta. Lo recomendado por la OMS son 5 o 6 gramos diarios.La euforia por el exceso de sal “Las ratas con una deficiencia de sodio muchas veces muestran un perfil neuroquímico parecido al que puede verse después desensibilizarlas a las drogas de abuso y muestran un aumento del antojo por el sodio como empujado por un aumento del umbral…”, afirman los científicos de la Universidad de Iowa. “Estos hallazgos sugieren que los combios en el equilibrio del sodio pueden alterar la química y la anatomía de las vías de recompensa en el cerebro, las mismas sobre las que actúan las drogas de abuso y que están involucradas en los mecanismos de adicción”. “Nuestra apetencia por el sodio es frecuentemente tan irresistible que los pacientes con hipertensión o insuficiencia cardiaca tienen dificultades para seguir las dietas hiposódicas debido al tema de la palatabilidad (la comida se torna sosa y no apetece) a pesar de los sabidos beneficios de seguirlas.” Kim Johnson, psicólogo y el autor principal de un estudio que ha descubierto que los ratones con niveles deficientes de cloruro de sodio (la sal común, de mesa) dejan de practicar las actividades que en cualquier otra circunstancia disfrutan. Algunas medidas para controlar la ingesta de sala) Controlar la ingesta de pan.b) Reducir el uso de sal cuando se cocina, que cada uno añada la que quiera después. c) Disminuir el uso de salsas como mayonesa, mostaza, salsa de soja o ketchup y sustituirlas por guarniciones con menos sal: pimientos, verduras…d) Recurrir a las cocciones al vapor: se conserva mejor el contenido natural del sodio en origen del alimento, por lo que se acusa menos la necesidad de añadir sal.e) Reducir la sal complementándola con hierbas y especias: en hortalizas y verduras se puede usar perejil, albahaca, cebollino, comino, pimienta y zumo de limón. Con carnes y pescados combinan muy bien pimienta, pimentón, ajo fresco, ajo y cebolla deshidratados, así como zumo de limón y vinagre. Si se emplea aceite de oliva virgen y vinagre, se encubre un poco la falta de sal.

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