Cargando...José Antonio Griñán no acudió ayer como presidente de la Junta de Andalucía, ni siquiera como presidente del PSOE, al desayuno informativo en el Hotel Palace organizado por Europa Press.Griñán habló y actuó con un discurso de hombre de Estado, previsiblemente pactado –o no– con Alfredo Pérez Rubalcaba, lanzando una oferta de mucho calado al Gobierno de Mariano Rajoy. El dirigente socialista puso encima de la mesa la decisión del PSOE de seguir tendiendo la mano, de buscar el diálogo y de alcanzar acuerdos con el Ejecutivo del PP.El relato que hizo de la reciente historia contemporánea de este país, en el inicio de su intervención, no tenía otra intención que rememorar los Pactos de La Moncloa del inicio de la Transición democrática.Y Griñán abogó abiertamente por volver a un diseño similar. Por ello, planteó abiertamente al Ejecutivo que abra ya una mesa de diálogo con todos los partidos políticos –«sin excepción», dijo–, sindicatos y empresarios para intentar llegar a consensos en cuatro aspectos que consideró claves.Griñán los citó y los explicó: un pacto por el empleo; la modernización de la economía; la consolidación del modelo de protección social, y la configuración de una estrategia nacional contra la exclusión social.
El presidente del PSOE recordó que Rubalcaba ya ha hecho una oferta de diálogo y que se ha encontrado «no sólo con el silencio, sino con la arrogancia del Gobierno de Mariano Rajoy». Pero pidió al secretario general de su partido que siga insistiendo, porque, en su opinión, España lo necesita tanto como en la etapa de la Transición. Griñán rechazó las críticas del presidente del Gobierno de que el PSOE vota en contra de todo lo que propone, porque, según dijo, el Gobierno de Rajoy «lo que pretende es un contrato de adhesión», que los socialistas nunca le van a dar sin una negociación política seria. Pero, al mismo tiempo, indicó que sí están dispuestos al diálogo, al acercamiento de posiciones, a la cesión por ambas partes, evocando otra vez el espíritu de la Transición.Griñán cree que España está en una situación de extrema gravedad, con una crisis económica, institucional, política y social, por lo que pidió que el Gobierno «convoque a todos» y apostó por «jugársela» en estas circunstancias. «Si el señor Rajoy puede esperar, la mayoría de los españoles no puede», insistió. También abogó por la necesidad de recuperar «el crédito de la política y de las instituciones», para lo que consideró imprescindible abrir la vía para estos acuerdos al más alto nivel.Por ello, defendió que «sólo desde la política se puede salir de la crisis» y que se tiene que hacer entre todos. Griñán concitó una gran acogida en Madrid. Y hubo presencia de líderes inusuales en estos eventos, como la del ex ministro y ex presidente del Congreso José Bono; o el ex ministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla. También estuvo el propio Rubalcaba, escoltado por Amparo Rubiales, y a su izquierda, por otra mujer que empieza a sonar en las quinielas, Susana Díaz. Griñán tiene mucho peso