Uno de los puntos a favor que tiene Granada para obtener esta declaración es que ya existen «instrumentos de protección» de la zona, como los Planes Especiales de Protección y Reforma Interior (Pepri) del centro y de la Alhambra y el Albaicín.
Exertos en patrimonio abogan por aprovechar la conmemoración del Milenio de la Fundación del Reino de Granada en 2013 para relanzar la propuesta formulada desde el año 2000 de que el centro histórico de la ciudad sea declarada Patrimonio de la Humanidad. La apuesta decisiva del Ayuntamiento y otras instituciones públicas y privadas para revitalizar todo el conjunto de la Ciudad Histórica: Alhambra, Albaicín, y el Centro Histórico es muy elocuente en la defensa de los valores del Patrimonio Mundial, que se ha visto fortalecida por la obtención y ejecución sucesiva de diferentes programas europeos integrados ( Proyecto Piloto Urbano, Programa URBAN, Plan Elvira Gomérez, Programa Operativo Local, el Área de Rehabilitación Concertada ) son una muestra más de esta firme vocación y compromiso. En 2005 la UNESCO presento un grupo de diez criterios, para ser incluido en el la lista de Patrimonios de la Humanidad. Un sitio debe tener un sobresaliente valor universal y debe satisfacer al menos uno de los siguientes criterios de selección:Testimoniar un importante intercambio de valores humanos a lo largo de un periodo de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, en el desarrollo de la arquitectura o tecnología, artes monumentales, urbanismo o diseño paisajístico. Aportar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida. Ofrecer un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana. Ser un ejemplo eminente de una tradición de asentamiento humano, utilización del mar o de la tierra, que sea representativa de una cultura (o culturas), o de la interacción humana con el medio ambiente especialmente cuando éste se vuelva vulnerable frente al impacto de cambios irreversibles. Estar directa o tangiblemente asociado con eventos o tradiciones vivas, con ideas, o con creencias, con trabajos artísticos y literarios de destacada significación universal. El comité considera que este criterio debe estar preferentemente acompañado de otros criterios. Contener fenómenos naturales superlativos o áreas de excepcional belleza natural e importancia estética. Ser uno de los ejemplos representativos de importantes etapas de la historia de la tierra, incluyendo testimonios de la vida, procesos geológicos creadores de formas geológicas o características geomórficas o fisiográficas significativas. Ser uno de los ejemplos eminentes de procesos ecológicos y biológicos en el curso de la evolución de los ecosistemas. Contener los hábitats naturales más representativos y más importantes para la conservación de la biodiversidad, incluyendo aquellos que contienen especies amenazadas de destacado valor universal desde el punto de vista de la ciencia y el conservacionismo. Desde 1992 la interacción entre el hombre y el medio ambiente es reconocido como paisaje cultural.