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Google te vigila

El sueño americano es mentira, claro. Se cuenta la historia del magnate que empezó trabajando como botines o mozo de ascensor, y acabó siendo el hombre más poderoso del planeta: Rockefeller. Pero nada ocurre de esa manera, y menos cuando hablamos de los grandes monopolios, intereses de Estado o de los hombres más poderosos del mundo. Por eso nada tiene que ver que Google fuera desarrollada por dos estudiantes de la Universidad de Stanford, Larry Page y Sergey Brin, con lo que es ahora. Ellos son millonarios, sí­, pero el buscador de la red que acapara el 70% de las búsquedas en Internet, ofrece correo electrónico a 100 millones de personas y es lí­der en publicidad, a parte de propietario de programas como Picasa, Blogger o Earth y Latitud, es ahora el monopolio que marca el camino de desarrollo empresarial para los nuevos tiempos y una herramienta de información clave y estratégica para el Estado norteamericano.

Un modelo emresarial de gran dinamismo y un “soporte físico” altamente rentable. Actualmente Google está presidida y dirigida por el consejero delegado Eric Schmidt, un hombre formado en la dirección empresarial en grandes compañías como Xerox, Sun Microsystems o Novell, y que forma parte del círculo selecto de cuadros formados en universidades como Princeton, de la que salen los principales gestores políticos y económicos del país.En ellas se nutre la red de relaciones con múltiples conexiones que articula la esfera de los negocios monopolistas y su dirección política. En particular, en Princeton existen hasta siete “logias” al estilo de “Skulls and Bones”, a la que pertenecen los Rockefeller y ligada a la Universidad de Yale. Schmidt es el principal accionista, junto a Page y Brin. Lo que no quita para que la compañía disponga de otros prestigiados participantes del accionariado, como Henry Kissinger, hombre clave de Rockefeller, cuadro histórico del pentágono que fue Secretario de Estado y responsable, por ejemplo, de la organización de las dictaduras del cono sur.Hace tres años el ex agente de la CIA, Robert David Steel, acusaba a Google de mantener estrechas relaciones con los servicios secretos estadounidenses. También, Mike Bradshaw, jefe de ventas de Google en sus relaciones con el Gobierno – un pequeño equipo de 18 personas -, sacó a la luz para el San Francisco Chronicle la existencia de acuerdos con la NSA para, a través de Mountain View, proporcionar tecnología de “búsqueda”.A nivel de inteligencia, Google a creado una herramienta de acceso restringido llamada “Intellipedia”, que funciona con tres niveles de información para los agentes: “top secret”, “secret and sensitive”, y “sensitive but unclassified”. 37,000 usuarios tienen cuenta en este servicio y la base de datos cuenta con 35,000 artículos, distribuidos en 200.000 páginas, según Sean Dennehy, jefe de desarrollo de Intellipedia para la CIA.Estas aplicaciones se combinan en un doble uso, tanto en el terreno de “la seguridad” como en el de los negocios estrictamente. Entre los últimos productos de Google está una aplicación telefónica que le permite a la empresa saber y revelar dónde se encuentra exactamente el interlocutor, de forma automáticaOtro tema es el grado de control que la compañía está alcanzando en cuestión de contenidos culturales en la red. El monopolio crece y las demandas legales contra la omnisciencia de Google también.

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