El Area de influencia Rusa

Golpe de mano de EE UU en Asia Central

EE UU logra conservar la base aérea de Manas, en Kirguizistán, por una tarifa de 180 millones de dólares. El golpe de mano dado por la diplomacia de EE UU en un intento por no perder la única base que le quedaba en Asia Central y devolverle la jugada a Moscu, cundo hace unos meses Medvedev en una visita relámpago a Kirguizistán anuncio un acuerdo estratégico. A cambio de un sustancioso crédito de Moscú y la cancelación de todas las deudas de su vecino. Este anuncio el cierre de la base norteamericana en Kirzguistán, esto significo un serio revés para EEUU y su prevista ofensiva en Afganistán. En apariencia ya no será base militar sin una especie de aeropuerto de transito, tampoco será muy vergonzoso para Bishkek ya que la base se llama ahora «centro de logí­stica» para mercancí­as no letales un eufemismo de cara a la galerí­a, pero en los hechos conservara la estructura actual.

El cierre de Manás suuso un varapalo para EE UU, ya que la base acoge en torno a un millar de soldados estadounidenses y aliados, además de varios aviones cisterna y de transporte militar, vitales para el suministro de las tropas desplegadas en Afganistán. Manás aumentó en importancia cuando las tropas estadounidenses abandonaron en noviembre de 2005 la base militar uzbeka de Karshi-Janabad, cercana a la frontera con Afganistán, por exigencias del presidente de Uzbekistán, Islam Karí­mov.El presidente de Kirguizistán, Kurmanbek Bakiyev, firmó en febrero una ley por la cual se clausurarí­a oficialmente la base después de que Rusia ofreciese a Bishkek más de 2.000 millones de dólares en concepto de ayudas y créditos. El mes pasado, la parte kirguí­s reiteró que el destino de la base no cambiarí­a después de que Washington ofreciera 30 millones de dólares en ayudas para ayudar a Kirguizistán a mejorar su sistema de tráfico aéreo. Parecí­a que la base se iba a clausurar a medida que se acababa el tiempo antes de la fecha lí­mite del 18 de agosto para la retirada de las tropas estadounidenses de la base. La base de Manas se ha utilizado hasta ahora como un centro logí­stico clave para las operaciones militares de EEUU en Afganistán. Su clausura habrí­a reducido aún más las ví­as de suministro de la coalición en un momento en el que el presidente de EEUU, Barack Obama, planea enviar 30.000 soldados más a Afganistán. Y entonces, de repente, se anunció un acuerdo por el cual EEUU pagará a Kirguizistán unos 180 millones de dólares por mantener la base. Además del alquiler anual de 60 millones de dólares, más del triple de la cantidad actual, de 17,4 millones, Kirguizistán recibirá también 67 millones de dólares para mejorar la infraestructura del aeropuerto de Manas, 20 millones en ayudas económicas y 32 millones para ayudar a luchar contra el terrorismo. EEUU creará un «centro logí­stico» para suministros no militares en Manas, que también se utilizará como el principal aeropuerto internacional de Kirguizistán. Este acuerdo no obliga al paí­s a cancelar la ley anteriormente aprobada sobre el fin del arrendamiento del territorio como una base militar a EEUU.Sin embargo, Kirguizistán no tendrá derecho a inspeccionar los materiales que EEUU transporte a través de la base, afirmó el ministro del Exterior kirguí­s, Kadyrbek Sarbayev. Por ello, la naturaleza de Manas no cambiará mucho y seguirá siendo un centro de transportes vital para las operaciones militares de EEUU en su lucha contra los talibanes en Afganistán, opinan los analistas. Aunque tanto Kirguizistán como Rusia niegan que haya ninguna relación entre la planeada clausura de la base y la ayuda económica ofrecida por Moscú, se considera que el Kremlin era uno de los factores clave detrás de la decisión. Rusia nuca ha aceptado la presencia de tropas de EE UU, en lo que considera su área de influencia exclusivaLa prensa y los analistas rusos, sin embargo, han hecho más comentarios sobre el acuerdo. Una página de información en internet rusa afirmó que EEUU «habí­a comprado otra vez la base aérea de Manas con 180 millones de dólares.» El nuevo acuerdo ha mantenido en la práctica la presencia militar estadounidense en la región, afirmó el presidente de la Academia Rusa de Asuntos Geopolí­ticos, Leonid Ivashov. Washington seguirá ejerciendo su influencia polí­tica en la región gracias a esta presencia, añadió. Kirguizistán también ha intentado hacer la mí­nima publicidad posible del asunto. Es un acuerdo sólamente temporal con un periodo de efectividad de un año, dijo Sarvayev, añadiendo que «el motivo para firmar el acuerdo es la situación general en Afganistán y sus alrededores.» A pesar de las preocupaciones de Moscú, Rusia todaví­a tiene varias cartas en su mano. Podrí­a ejercer influencia sobre las polí­ticas de Kirguizistán a través del comercio, el suministro de energí­as, e incluso a través de esfuerzos de mediación en los conflictos polí­ticos del paí­s, agregan los analistas. Desde que las fuerzas militares de la OTAN entraron en las regiones de «intereses especiales» de Rusia con el pretexto de «la lucha antiterrorista» en Afganistán, la colisión entre EEUU y Rusia es constante. Moscú ha interpretado que el anunciado incremento de tropas de Obama en Afganistán no está relacionado con el proclamado objetivo de combatir a los «talibanes», sino que más bien se trata de otro intento de los estrategas del Pentágono de envolver tanto a Rusia como a China en Eurasia para poder mantener el dominio militar global. Por ello, Rusia está actuando para asegurar su área de influencia en Asia Central. No es sorprendente que el Kremlin haya reaccionado frente a esos planes de EE UU para Asia Central. Con varias republicas exsoviéticas, dio dos importantes pasos para reforzar la seguridad en su flanco sur.El primero Rusia planea reconstruir y ampliar la base que conserva en Kirguistán desde la época sovietica, para utilizar la como centro de operaciones aéreas que de cobertura a la Fuerza Colectiva de Reacción Rápida que los siete paí­ses miembros de la OTSC decidieron crear en febrero pasado. La Organización del Tratado de Seguridad Colectiva Es una organización regional internacional de carácter polí­tico-militar creada en el marco de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). La integran Rusia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán, Armenia y Uzbekistán.El segundo, la creación de las KSOR (por sus siglas en inglés),Fuerza Colectiva de Reacción Rápida. Poco ha trascendido sobre la composición de las fuerzas de reacción rápida, salvo que tendrán entre 10 mil y 20 mil efectivos, de los cuales Rusia aportará unos 8 mil. Tendrán bases permanentes y el armamento más moderno.Paralelamente, avanza la negociación para formar la agrupación de tropas ruso-centroasiática de la OTSC, en Asia central. El sistema de seguridad colectiva establece que debe haber agrupaciones en tres regiones, pero hasta ahora sólo existen en dos: en el Cáucaso, la ruso-armenia, y en Europa oriental, la ruso-bielorrusa. Rusia espera que con esas tres grandes agrupaciones de tropas, la OTSC se convierta paulatinamente en un auténtico bloque militar, equiparable a la OTAN, pero para ello aún será necesario superar serios escollos, como son la legislación de varios paí­ses miembros y la reticencia de algunos de sus mandatarios.Si Moscú logra mantener su economí­a a flote y ser la locomotora para el resto de sus socios, podrá aspirar a ser lí­der en el espacio postsoviético y la OTSC será un elemento estabilizador y de garantí­a de ese liderazgo. Rusia como un poder del status quo también tiene atractivos para los gobiernos locales en Asia Central. Lo que es más importante es que existe una profunda inquietud en las capitales centroasiáticas por la crisis afgana, la estrategia de EE.UU. en Afganistán y la determinación de la OTAN para ganar la guerra.Para Rusia, el éxito reside en el fortalecimiento de los lazos de integración, acercamiento con sus vecinos y un fortalecimiento de la cooperación. Para EE UU, al contrario, el éxito significa distanciar esos paí­ses de Rusia, una reorientación hacia centros externos de poder orientada a impedir un renacimiento del imperio ruso.

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