Detenida una banda que preparaba un atentado contra Morales

Golpe al magnicidio en Bolivia

Las fuerzas de seguridad bolivianas han detenido en Santa Cruz a una banda de mercenarios internacionales, que según las autoridades buscaban acabar con la vida de Evo Morales y con la de su vicepresidente Álvaro Garcí­a Linera. La policí­a ha encontrado además de un arsenal de armas y explosivos, documentos que implican a la banda en el atentado contra el viceministro de Autonomí­as, Saúl Ávalos hace tres semanas y otro hace dos dí­as, contra la vivienda del cardenal Julio Terrazas -que al ser un detractor de Morales fue atribuido a partidarios izquierdistas-.

El oerativo policial en Santa Cruz se ha saldado con tres mercenarios muertos en el tiroteo y otros dos detenidos. Aunque las informaciones son confusas y contradictorias, las fuentes hablan de una mezcla de bolivianos y extranjeros –croatas, húngaros o irlandeses-. En el sitio, las fuerzas de seguridad hallaron un arsenal de ametralladoras, fusiles y explosivos, por lo que el gobierno del MAS ha atribuido el apoyo de la banda a la extrema derecha fascista boliviana y ha señalado que disponían de una abundante financiación: "La acumulación de armamento y explosivos que tenían y el hecho de que eran mercenarios internacionales no se paga a partir de voluntad", ha dicho Ignacio Rada, Ministro del Interior. Entre los documentos incautados hay, según el gobierno, pruebas de que se preparaba un magnicidio contra los dos principales dirigentes del proceso revolucionario en Bolivia: Evo Morales y su vicepresidente García Linera, así como otros que permiten deducir que este grupo había cometido los recientes atentados ocurridos en Santa Cruz: El ataque a la vivienda del cardenal Julio Terrazas, crítico del Gobierno de Morales, el atentado contra el ex ministro del MAS Saúl Dávalos y la sede de una organización no gubernamental. Las autoridades han prometido que el Gobierno no descansará hasta hallar a "todos los autores intelectuales de este macabro acto de terrorismo". Y repasando la historia de América Latina, no es difícil sospechar tras las maniobras del terrorismo desestabilizador ya no sólo la mano de la “derecha fascista” boliviana y de la oligarquía cruceña, sino el largo brazo de Washington. La oposición cruceña no ha perdido la oportunidad de intentar desprestigiar al gobierno de La Paz, y Rubén Costas ha acusado a Morales de preparar un montaje y ha afirmado que el operativo es una cortina de humo para desviar responsabilidades en el atentado contra la casa del cardenal Terrazas, que insiste fue obra de partidarios del MAS. El prefecto lamentó además que en el operativo policial sólo participaran fuerzas de seguridad nacionales, y no se avisara a la policía departamental –que él controla-.No es la primera vez que se consigue frustrar un magnicidio contra Evo Morales en Bolivia. En junio de 2008 fue detenido un francotirador en las cercanías de santa Cruz, poco antes de la llegada del dirigente. Se sospechaba desde hacía semanas de que se urdía un atentado, y en plena huelga de hambre, el presidente Morales previno a sus partidarios. “Podemos tener los días contados”, dijo, señalando que si algo le pasaba a él o a García Linera, sería obra de la “extrema derecha fascista”.

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