General Motors presentará dos opciones: «recibe más ayuda o se declara en quiebra»,
La automotriz General Motors odría declararse en quiebra el próximo martes y posiblemente resurgir como una nueva empresa, reportó hoy el diario The Wall Street Journal.El martes se vence el plazo para que GM y Chrysler presenten al gobierno federal sus opciones de reestructuración, a cambio de 17 mil 400 millones de dólares de asistencia.El diario informó que General Motors presentará dos opciones: «recibe más ayuda o se declara en quiebra», e inicia un proceso en el que vende sus modelos Hummer, Saturn y otros.La empresa había informado sobre sus planes de despedir a unos 10 mil trabajadores, uno de cada siete, y renegociar con otros 62 mil sindicalizados para resurgir como una nueva empresa.The Wall Street Journal señaló que esas opciones «enfatizan el rápido deterioro de operaciones de GM y representan un dilema para el Congreso y para la administración del presidente Barack Obama».Reiteró que uno de los planes incluye acogerse al capítulo 11 de la ley de bancarrotas, un recurso legal que define «declararse en quiebra, que integraría los valores de la GM y algunas marcas y operaciones nacionales e internacionales en una nueva compañía».»Los valores indeseables serían liquidados o vendidos bajo protección de la corte en la que se dicte la quiebra», agregó.De formarse una nueva empresa, se renegociarían los contratos con accionistas, sindicatos, distribuidores y abastecedores, según el reporte periodístico.Apenas la semana pasada se observó el peor de los escenarios para la empresa que desarrolla un plan para despedir hasta 15 mil empleados en todo el mundo para bajar costos antes del 31 de marzo, plazo que tienen para mantener la ayuda de 13 mil 400 millones de dólares ofrecida por el gobierno de Estados Unidos, según el reporte de Bloomberg.Un panorama imprevisible de ventas complica los planes de GM y Chrysler de demostrar su viabilidad dentro de un plazo que vence el 17 de febrero y conservar US$17.400 millones en préstamos federales de Estados Unidos que necesitan para evitar la quiebra. Ello también aumenta la probabilidad de que Ford, que hasta la fecha ha rechazado los fondos del Gobierno, necesite pedir ayuda.El interés del Estado sería asegurarse la prioridad en el pago de su deuda antes de recurrir a este extremo. Ambas compañías adeudan importantes cantidades de dinero a entidades bancarias como Citigroup, JPMorgan y Goldman Sachs y la administración teme que pueda retrasarse la devolución de las ayudas concedidas.Funcionarios federales se encuentran en negociaciones con las dos firmas automovilísticas de Detroit para asegurarse esa preferencia en la devolución de los créditos. De no ser así, la actitud del Estado parece clara: obligar tanto a General Motors como a Chrysler a que acudan a la protección por Bancarrota si quiere recibir más dinero público.El presidente de GM hace una llamada de auxilio al Gobierno, diciendo que hay que aprender de los errores que llevaron a la quiebra a Lehman Brothers, y que si le pasa lo mismo al sector del motor estadounidense, las consecuencias serán aún mayores.Bajo las reglas estadounidenses a las empresas que caen en bancarrota se les da la oportunidad de renegociar sus deudas. Muchos republicanos piensan que hubiese sido mejor, a largo plazo, dejar que quebraran para crear las condiciones que facilitarían la toma de decisiones duras, en especial el recorte de salarios y despidos masivos que permitirían a las empresas mantener un nivel verdaderamente competitivo.