Medioambiente

Garoña divide al PSOE

Pese a poner hasta quince condiciones para que la central nuclear de Garoña permanezca abierta, para el Consejo de Seguridad Nuclear no existe ninguna razón determinante para que no sea así­. Sin embargo una pequeña central de la que depende el 1,5% del suministro energético ha abierto una brecha de criterios en el propio Gobierno y, significativamente en el PSOE. El Gobierno está estudiando el informe sobre la central nuclear de Garoña y «hasta que no conozca todos los detalles» no decidirá si la cierra. Por otro lado el propio Felipe González o el PSE-EE tienen claro que el programa no obliga y apoyan la posición del CSN.

José Luis Rodríguez Zaatero insiste en que “procurará” su cierre para el 2011, cuando cumplirá los cuarenta años de funcionamiento para los que fue diseñada. Al mismo tiempo no hay día en el que desde los medios de Prisa se haga, aún sutilmente, propaganda a favor de la continuidad. Y no hay tarde en la que el tema no sea motivo de tertulia y debate.El último ayer mismo, en “La ventana” de Gemma Nierga. Los profesores Manuel Cruz y Manuel Delgado abrieron un “encendido” debate sobre el valor y el significado del progreso, y si éste debe ser considerado un sinónimo de bienestar. Aunque la tertulia se abrió con la noticia de Garoña, no hubo ni una sola mención explícita durante 45´. Ahora bien, las consignas quedaron claras:Por una parte si se cierra Garoña gente “de a pie” se quedará sin trabajo, quedando afectados pueblos enteros y hasta un convento de clausura – “que se haga la voluntad de Dios” decía en antena una de las hermanas -.Por otra que la oposición a la energía nuclear no puede más que venir de posiciones pro-feudales y defensoras del “primitivismo progresista”, que además – todo dicho en la misma frase – consideran que “no se puede confiar en leyes que ilegalizan partidos y cierran periódicos”. Estas fueron solo algunas de las lindezas del debate.De momento lo que sí está claro es que Prisa se ha posicionado y no está por el cierre.Evidentemente, con toda la industria nuclear implicada, Zapatero va a tener realmente difícil cumplir con su programa electoral. Más si el plan de desmantelamiento de las centrales se basa en las centrales de gas, cuyo desarrollo encadenan más aceleradamente a España a la tecnología y las materias primas importadas, o en una energías renovables que pese a colocar a España a la cabeza mundial en el sector, no son capaces de satisfacer las necesidades energéticas del país, además de plantear numerosos problemas e incógnitas respecto a la relación costes-beneficios y fiabilidad – dependen de agentes atmosféricos -.

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