Cargando...Hasta hace poco la película más taquillera del cine español era «No desearás al vecino del quinto», superada posteriormente por «Torrente». No es de extrañar pues que las productoras recurran constantemente al humor destartalado y absurdo (aunque a veces sólo en apariencia), a sabiendas de que son las películas que mejor conectan con el público, con un lenguaje directo lejos de la presuntuosidad. Al film «Fuga de cerebros», promocionado a bombo y platillo merced a la colaboración de Antena 3, le seguirá en breve el estreno de «Spanish Movie», un film que pretende parodiar los éxitos del cine español al estilo de películas americanas como «Scary Movie», y en la que colaboran los chicos de Muchachada Nuí.
Desde Paco Martínez Soria hasta Santiago Segura, asando por el dueto Pajares-Esteso, el humor de calado popular siempre ha sido una garantía de éxito en nuestro país. La crítica desprecia este estereotipo pero la taquilla no hace más que corroborar su efectividad. El público paga por una producción extranjera con más facilidad cuando quiere ver cine “serio”, pero no duda en decantarse por una película española cuando lo que quiere es reírse.La nueva hornada de comedias disparatadas que se avecina, bebe más de los clásicos de este género norteamericano, que de la tradición humorística de nuestro cine. Top Secret, Agárralo como puedas, Aterriza como puedas o El Jovencito Frankenstein, son ahora títulos de referencia para cineastas como Javier Ruiz Caldera o Fernándo González Molina, responsables de Spanish Movie y Fuga de Cerebros respectivamente.La primera es una apuesta que parecía inevitable, una comedia que parodie los recientes éxitos del cine español – El orfanato, Los Otros, El Laberinto del Fauno, Volver, etc-, tomando como referencia la estructura de las comedias estadounidenses. Ambos directores reconocen ser un producto de la cultura popular norteamericana de los ochenta, aunque son conscientes de que la clave del éxito en nuestro país no puede reducirse a la copia, sino que se debe de hacer el esfuerzo de recoger algunos de los elementos propios de nuestro humor para conectar con el público.Fuga de cerebros fue la película más taquillera en la última semana de estrenos. Su director, sin embargo, se esfuerza por alejarse del radio de las “spoof movies”, donde se busaca únicamente el gag por el gag, y se crea un distanciamiento emocional entre el director y la obra. Su película habla de personajes con los que nos podamos sentir identificados, en un trasfondo que muestra un claro mensaje enaltecedor del valor de la amistad.Este movimiento también ha tenido su representación en el pasado Festival de Málaga, con la participación de la película Pagafantas, de Borja Cobeaga, que curiosamente se llevó el Premio de la Crítica. Una comedia llena de absurdos, pero también de situaciones cotidianas, en la que un chico encadena desastres provocados por su incapacidad de ligar.Apatiow, John Huges o John Landis, maestros de la comedia absurda norteamericana, tienen ahora en esta generación su equivalente patrio. Y si ahora toca reírse, pues nos reiremos. Todo sea por nuestro cine y sus nuevos talentos.