Prestige y Tireless, dos caras de la misma dependencia

Galicia y Gibraltar, petroleros y submarinos

Dos noticias han coincidido estos dí­as. Por un lado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictó ayer una sentencia en la que establece que España no violó el Convenio Europeo de Derechos Humanos al imponer una fianza de 3 millones de euros al capitán del petrolero siniestrado «Prestige», Apostolos Ioannis Mangouras. Por el otro lado, el puerto de Gibraltar acogió a finales de diciembre otro submarino nuclear, en este caso de la Marina de Estados Unidos. Se trataba del quinto sumergible que recalaba en las aguas de la bahí­a de Algeciras (Cádiz) durante el año 2008, cuatro de ellos, estadounidenses y uno, británico. El submarino nuclear Alexandria permaneció en el muelle sur de la base naval gibraltareña hasta la semana siguiente. En esos dí­as realizó el relevo de la tripulación y labores de avituallamiento, según fuentes gibraltareñas.

¿Qué nexo de unión existe entre las dos noticias que afectan a áreas situadas en dos extremos de la geografía esañola? Les une el hecho de ser expresión de la supeditación del gobierno español a poderes situados más allá de nuestras fronteras. Se exigen responsabilidades al capitán del “Prestige”. ¿Qué medidas legales, y otras complementarias de cualquier otra índole, se han puesto en marcha por parte del gobierno contra las empresas monopolistas que controlan el transporte marítimo, responsables del mantenimiento de ese tipo de navegación tan peligrosa e impedir la repetición de una situación tan grave como la vivida en Galicia? ¿Hasta cuándo esa supeditación al capital extranjero? Y en cuanto a las habituales y repetidas estancias de submarinos en Gibraltar el gobierno español demuestra la aceptación de una política de hechos consumados por parte de Gran Bretaña y Estados Unidos. Una supeditación a los intereses de potencias extranjeras que dañan los intereses propios de España. Jack Straw, ministro británico de Exteriores, aseguró en 2006 a Moratinos, su homólogo español, que el caso del Tireless fue “excepcional”.Ecologistas en Acción elaboró recientemente un informe en el que se recoge la mayor parte de los atraques de submarinos nucleares en Gibraltar desde la llegada del “Tireless” el 17 de mayo de 2000. En el citado informe se hace referencia a un total de 35 estancias no deseadas, con el riesgo que la presencia de estos submarinos puede provocar. En 2006 se vivió uno de los periodos con mayor intensidad de atraques en Gibraltar. ¿Hasta cuándo?

Deja una respuesta