G.M. Kasparov. El ogro de Baku

Kasparov es para muchos el mejor jugador de ajedrez de todos los tiempos. Tal dí­a como hoy Kasparov se retiró del ajedrez profesional. Fue el campeón mas joven de la historia del ajedrez. Su carrera fue meteórica, su fama mundial. Estudió bajo la tutela de Mikhail Botvinnik considerado entonces como el jugador más grande de la URSS. Durante 20 años fue el campeón del mundo. Todaví­a hoy nadie ha sustituido el hueco que dejó el Gran Maestro del ajedrez

Kasarov es un jugador de ataque. Derrotó a la supercomputadora Depp Blue de la IBM en el sexto juego. Deep Blue podía calcular 100 millones de posiciones por segundo. El hombre ganó a la máquina por 4-2. En el 97 una nueva y mejorada Deep Blue derrotó al rey Kasparov. Protagonizó junto con el búlgaro Vessselin Topalov una de las más bellas partidas de ajedrez. Su carácter enérgico y brusco le ha valido el sobrenombre del Ogro de Baku. Kasparov pertenece a la generación más brillante de jugadores de ajedrez. La Escuela Rusa dominó el ajedrez durante cuatro décadas. Mucho se ha escrito sobre los secretos de los Grandes Maestros rusos. El ajedrez ya era popular en la época de los zares; Catalina la Grande era una gran aficionada al juego. En tiempos de revolución el Partido Comunista proclamó: “Llevemos el ajedrez a los trabajadores” El ajedrez es un juego de guerra, un juego de estrategia y táctica. Una demostración en el tablero en cada movimiento de las reglas de la dialéctica. Grandes jefes militares, grandes dirigentes, guerrilleros y revolucionarios se han entrenado con este juego. El mismo Iván el Terrible murió en medio de una partida de ajedrez. Psicólogos e ingenieros de inteligencia artificial se han interesado por las reglas de ajedrez. Desde el siglo XVI, la Teoría del ajedrez se ha concentrado en las Aperturas. Estos movimientos determinan el rumbo del juego. El ajedrez más que un deporte es una forma de arte “Yo soy un amante de la belleza, que en el ajedrez está muy cercana al arte y produce una especial satisfacción estética en los jugadores. Me encanta el juego bello e inspirado que de a los aficionados al ajedrez una satisfacción realmente estética”