Frenazo alemán

«La negativa a la ampliación del fondo de rescate de deudas soberanas en la eurozona es el último de los exponentes de su enrocamiento. Tampoco admitió la canciller Angela Merkel una propuesta que en la misma reunión de los ministros de Finanzas de la eurozona del pasado lunes contaba con amplio respaldo: la emisión de bonos europeos, destinada a fortalecer los recursos para apoyar a los Gobiernos cuya deuda pública se vea nuevamente atacada»

La amliación de la capacidad de maniobra que esos fondos suponían contaba con el respaldo de varios Gobiernos, del BCE y del propio FMI. La capacidad de maniobra en la gestión de la crisis se encuentra seriamente limitada. Ni las instituciones europeas (la Comisión de forma destacada) ni los Gobiernos de las principales economías están demostrando habilidad en la gestión de esta crisis. Los mercados financieros detectan esta torpeza. (EL PAÍS) EL CONFIDENCIAL.- El grifo del crédito continúa cerrado. Y lo que es todavía más relevante. Nada indica que en los próximos meses bancos y cajas de ahorro vayan a abrir la mano. Lo ponen de manifiesto los datos adelantados ayer por el Banco de España, que reflejan un estancamiento de los créditos concedidos por el sistema financiero. El estancamiento afecta tanto a las empresas como a los hogares LA REPÚBLICA DE LAS IDEAS.- Menudo aniversario de la Constitución. Después del golpe de Estado del 23-F de 1981 y de los atentados islamistas de Madrid del 11-M de 2004 en los que murieron doscientas personas, nunca hemos estado en España en peor situación general como la que estamos sufriendo en todos los frentes, empezando por el “estado de alarma” decretado por un Gobierno a la deriva y siguiendo por el estado de desidia y confusión en el que viven los principales partidos de la oposición, con el PP a la cabeza. Editorial. El País Frenazo alemán La actitud del Gobierno alemán no está facilitando la solución de la crisis financiera en la Unión Europea. La negativa a la ampliación del fondo de rescate de deudas soberanas en la eurozona (el FSEF, aprobado el pasado mayo, por un máximo de 440.000 millones de euros) es el último de los exponentes de su enrocamiento. Tampoco admitió la canciller Angela Merkel una propuesta que en la misma reunión de los ministros de Finanzas de la eurozona del pasado lunes contaba con amplio respaldo: la emisión de bonos europeos, destinada a fortalecer los recursos para apoyar a los Gobiernos cuya deuda pública se vea nuevamente atacada. Esta propuesta ha encontrado un amplio respaldo durante los últimos meses, no solo como vía de apoyo a las deudas públicas vulnerables, sino como mecanismo de aceleración de la necesaria integración fiscal de la eurozona. La decepción que ha generado el resultado de esa reunión es tanto mayor en cuanto que la ampliación de la capacidad de maniobra que esos fondos suponían contaba con el respaldo de varios Gobiernos, del BCE y del propio FMI, que comprometió su aportación al fondo desde el primer momento, hasta totalizar 750.000 millones de euros, acordados el pasado junio. La capacidad de maniobra en la gestión de la crisis se encuentra seriamente limitada. Ni las instituciones europeas (la Comisión de forma destacada) ni los Gobiernos de las principales economías están demostrando habilidad en la gestión de esta crisis. Los mercados financieros detectan esta torpeza y responden con una acusada volatilidad y con un castigo a los diferenciales de los bonos públicos de las economías tenidas por periféricas. Ante una limitación tan notable del margen de maniobra para atajar la crisis, el BCE carga sobre sus espaldas con la tarea de conjurarla. El mantenimiento de las facilidades de liquidez a los bancos, en los términos en que se comprometió el pasado jueves, y la vigencia del programa de adquisición de bonos públicos son hoy las únicas herramientas disponibles. Es cierto que ya no se trata de una crisis de las economías de la zona monetaria, sino de una amenaza grave a la moneda única. Y sin euro, la UE entraría en la fase de mayor precariedad de su historia, que afectaría a la propia fortaleza de la economía alemana. Avanzar en la federalización fiscal, al menos de las economías que comparten moneda, es la única solución. EL PAÍS. 8-12-2010 Banca. El Confidencial La banca mantiene cerrado el crédito a hogares y empresas Carlos Sánchez El grifo del crédito continúa cerrado. Y lo que es todavía más relevante. Nada indica que en los próximos meses bancos y cajas de ahorro vayan a abrir la mano. Lo ponen de manifiesto los datos adelantados ayer por el Banco de España, que reflejan un estancamiento de los créditos concedidos por el sistema financiero. El estancamiento afecta tanto a las empresas como a los hogares. En el primer caso, y con cifras referidas al mes de octubre, la tasa de variación anual se sitúa en el -0,1%, mientras que en el segundo, la financiación crece sólo el 0,3%. En términos reales -descontada la inflación- el crédito cae ya cerca de un 2%. Esto quiere decir que la financiación a las familias no sólo no crece en coherencia con una economía que ha salido formalmente de la recesión; sino que, por el contrario, retrocede. En mayo la financiación a los hogares crecía a un ritmo anual del 0,9%, el triple de como lo está haciendo ahora. Los datos del Banco de España muestran que el único sector que se beneficia del crecimiento del crédito continúa siendo el público, aunque con tasas de variación en franca desaceleración, lo que parece consistente con el proceso de consolidación presupuestaria. Aún así, el crédito a las administraciones públicas -para financiar los abultados déficits fiscales- crece todavía un 16,3%, por debajo del 27% con que comenzó el año 2010. De no ser por este crecimiento, el crédito total al conjunto de los agentes económicos estaría estancado también en términos nominales. En el caso de los hogares, lo relevante es que los préstamos para la adquisición de una vivienda crecen un 0,6% (por debajo del 1% registrado en mayo y junio), mientras que los destinados a financiar consumo retroceden un 0,6%. La explicación de esta divergencia tiene que ver con la garantía hipotecaria. Bancos y cajas continúan prestando -aunque sea a cuentagotas- debido a que la morosidad en el segmento hipotecario es sensiblemente inferior a la que se registra en los créditos destinados a consumo. De hecho, la morosidad hipotecaria se sitúa en el 2,5%, menos de la mitad que en el total de la mora del sistema financiero (5,5%). Algo que parece hacer bueno el viejo principio de que el español “lo último que deja de pagar es su vivienda”. Un principio que se recoge negro sobre blanco en la página 7 del documento presentado el pasado viernes por el Banco de España. El 15% de las hipotecas, en riesgo para la banca En otro documento del Banco de España se recuerda, además, que prácticamente el 85% del volumen total de riesgo concedido por bancos y cajas a los hogares posee un loan to value (LTV) por debajo del 80%; un 12,6% presenta LTV entre el 80% y el 100% y, aproximadamente, un 3,3% del riesgo con garantía hipotecaria tiene un LTV por encima del 100%. Esto quiere decir que el valor de la última tasación disponible de la garantía que respalda el préstamo hipotecario es suficientemente alta como para ’tranquilizar’ a la banca a la hora de conceder nuevos préstamos. Las hipotecas que realmente están en peligro son el 15% con un préstamo superior al 80% del valor de tasación. No ocurre lo mismo con las empresas, que acumulan ya trece meses consecutivos con caídas del crédito. Si bien en octubre la tasa de variación fue del -0,1%, es decir, ya muy cerca de registros positivos. Pero, en cualquier caso, a años luz del 7,9% registrado en 2009 o del 17,7% que crecía en 2008, al comienzo de la restricción del crédito derivada del estallido de las burbujas económicas. En particular, la inmobiliaria. EL CONFIDENCIAL. 8-12-2010 Opinión. República de las ideas Moción de censura y fin de legislatura Pablo Sebastián Menudo aniversario de la Constitución. Después del golpe de Estado del 23-F de 1981 y de los atentados islamistas de Madrid del 11-M de 2004 en los que murieron doscientas personas, nunca hemos estado en España en peor situación general como la que estamos sufriendo en todos los frentes, empezando por el “estado de alarma” decretado por un Gobierno a la deriva y siguiendo por el estado de desidia y confusión en el que viven los principales partidos de la oposición, con el PP a la cabeza. Naturalmente la mayor de las responsabilidades sobre la crisis nacional vigente corresponde al destructivo y demente presidente del Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero, que debería de ser destituido de manera fulminante por el Partido Socialista, o derribado por la oposición en una moción de censura urgente si es que en el Congreso de los Diputados aún quedan políticos con sentido de la responsabilidad que, al margen de ideologías o de intereses electorales, se decidan a actuar y a derribar a este presidente y su gobierno que han puesto en peligro la estabilidad y seguridad nacional. Al menos el PP debería presentar la moción de censura proponiendo a todos los grupos de la Cámara elecciones generales inmediatas. Y no solo por la crisis del tráfico aéreo –sobre el que permanecen muchas incógnitas a pesar de las promesas y los gestos autoritarios de Rubalcaba y Blanco, por ejemplo: ¿qué pasaría si los 2.000 controladores se ponen en huelga en solidaridad con los 442 expedientados?-, sino porque el espectáculo de desgobierno general que España está ofreciendo a los mercados internaciones y al conjunto de naciones de nuestro entorno puede acabar dañando el sistema financiero español y forzando el rescate de la Unión Europea, mientras crecen las amenazas marroquíes sobre Ceuta y Melilla, se mantiene la indignación general por la crisis económica y las altas cifras del paro y no cesan los intermitentes desafíos a la cohesión nacional por los partidos nacionalistas como el PNV, convertido ahora en el sostén de Zapatero y en cómplice del desastre nacional. Que Zapatero y su gobierno se presenten en estos momentos como “héroes nacionales” porque ha decretado el “estado de alarma” para meter en cintura a estos controladores chantajistas y secuestradores de ciudadanos, constituye un sarcasmo y una actitud más propia de un demente que ha perdido el contacto con la realidad. Pero ¿acaso no ven el desastre español del que son responsables? ¿Qué broma e infamias son esas de acusar al PP de amparar a los controladores como lo ha hecho el inefable Gaspar Zarrías faltando a la verdad? Pero ¿no se da cuenta Zapatero –si es está en sus cabales- del daño que ha hecho a España y a su propio partido? Ahí tiene la última encuesta electoral del diario El País que anuncia –antes incluso del “estado de alarma” que anuncia que la ventaja electoral del PP sobre el PSOE llega a los 18,8 puntos, lo que significa el hundimiento del Partido Socialista. Unos socialistas que debían ser los primeros en forzar la salida de Zapatero del palacio de la Moncloa, para sustituirlo por otro gobernante que convoque elecciones antes que la acumulación de los desastres políticos y económicos provoque la destrucción regional y municipal del PSOE en los comicios del próximo mes de mayo, siguiendo lo ocurrido al PSC-PSOE en Cataluña. La desesperación de Barreda en La Mancha cuando denuncia la retirada de las ayudas a los parados de larga duración –otra revuelta interna como la del Sáhara- es un síntoma más de la desesperación de los militantes y de los barones del PSOE contra la espiral destructiva de Zapatero. Un Zapatero cuya permanencia en la presidencia del Gobierno imposibilita cualquier posibilidad de pacto o de acuerdo nacional, a la vez que conduce a su partido al suicidio colectivo en cualquier cita electoral como se acaba de comprobar en Cataluña. Y vamos a ver que dice hoy el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, en este mas que lamentable 32 aniversario de la Constitución Española porque desde su posición de tercer poder del Estado algún tipo de iniciativa debería intentar por encima incluso de su militancia política e incluso a costa de enfrentarse a Zapatero y al aparato del PSOE. Lo que no puede ocurrir en las circunstancias actuales es que Bono consiente y Rajoy calle y se refugie de la tormenta nacional sin presentar la pertinente moción de censura aunque solo sea por coherencia, dignidad y responsabilidad. REPÚBLICA DE LAS IDEAS. 6-12-2010

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