Televisión

Fantasmas a la española

Ruidos extraños, psicofoní­as, una pareja a punto de romperse que busca en la casa una nueva vida, la niña que habla con fantasmas, etc. Estos son algunos de los tópicos del género que no pueden faltar nunca en una producción de este tipo. Sin embargo, en esta ocasión, la casa en cuestión no se encuentra en un lejano paí­s, sino en una urbanización de las afueras de Madrid. Creada por Joaquí­n Górriz, D.C. Torallas y Miguel Ángel Fernández y producida por Plural Entertainment, encargada de otros programas de la cadena como «Cuarto Milenio», de Iker Jiménez, nos adentra en un género muy poco (o nada) explotado dentro de la ficción nacional como es el género fantástico o de terror, y demuestra que las audiencia valora mejor las series realizadas en nuestro paí­s, con las que se pueden sentir más identificados.

La historia nos narra el cambio en la vida de la areja que forman Diego y Clara (Eduard Farelo y Sonia Castelo), quienes compran una casa en las afueras para comenzar una nueva vida y volver a estabilizar su vida sentimental. Ella trabaja en una tienda junto a su hermana y él es piloto. Además, tienen tres hijos. Iñigo (Guillermo Barrientos), Irene (Maria Cotiello) y la niña pequeña Ana (Mónica Rodríguez). Pero la nueva casa no les dará la estabilidad y la tranquilidad que deseaban porque pronto comenzarán a ocurrir cosas extrañas.Pese a que el argumento nos puede parecer desgastado y plagado de tópicos, hay que destacar la excelente realización técnica, que nada tiene que envidiar a una cara producción cinematográfica o a una serie importada de Estados Unidos. Con un elenco apenas conocido la serie ha logrado enganchar a la audiencia en los tres capítulos que se llevan emitidos, gracias al excelente manejo de la tensión que sus guionistas han logrado para mantener el interés durante cada capítulo, emitido la noche de los lunes. La próxima actriz en incorporarse al plantel será Mercedes Sanpietro, que interpretará a Begoña García-Inés, madre de Diego Pardo y abuela de la familia, cuyo fuerte carácter a veces resultará agobiante. Seguramente habrá voces críticas con esta producción, que la acusen de falta de originalidad. También puede cuestionarse la verosimilitud de la familia protagonista, con un padre piloto de avión y una madre que regenta una tienda de antigüedades (sospechosamente parecida a la protagonista de la americana “Entre fantasmas”), que dificultan nuestra capacidad para identificarnos con ellos. Pero es digno de reconocer el excelente trabajo de realización que ha llevado a cabo la productora, una puesta en escena excepcional, y la interpretación de algunos actores entre los que destaca la pequeña Ana. Una serie que se nos antoja muy difícil de hacer, y que demuestra una vez más la capacidad de los profesionales para competir dignamente con las producciones extranjeras, y la consiguiente respuesta del público, que la ha colocado en un 14% de share con dos millones y medio de seguidores asiduos.

Deja una respuesta