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Detrás de las cifras de pérdidas anunciadas por los medios de comunicación como seña de identidad de la crisis, se esconde un gigantesco trasvase de rentas desde los bolsillos de los trabajadores -y también de los pequeños empresarios- hacia las cuentas de resultados de grandes bancos y monopolios.
Con la recesión, la voracidad del gran caital se incrementa y el expolio a que somete al conjunto de la población alcanza grados de paroxismo.Y el resultado es que –mientras los recursos públicos son entregados a la gran banca en forma de multimillonarios planes de rescate-, las familias españolas vamos a terminar 2009 más pobres. Algo que no ocurría desde hace quince años.En su último informe “Consumo y Economía familiar”, Caixa Catalunya reconoce lo que casi todos los expertos anuncian: la renta de las familias españolas –el dinero líquido disponible para gastos y consumo- disminuirá un 2,8% durante 2009.La principal causa de este bocado a la riqueza de las familias es la caída, en un 2,7%, de las remuneraciones salariales. Atribuible, en primer lugar, al desmesurado incremento del paro, que prácticamente se ha duplicado en el último año, pasando del 8,47% al 17,36%.Pero esta disminución de la masa salarial va a suponer también un recorte en la parte del PIB, de la nueva riqueza producida, que revierte en los trabajadores en forma de sueldos.Es decir, no es que “todos pierdan”, y por tanto a los trabajadores nos toque conformarnos con “apretarnos el cinturón”. Es que se profundiza el abismo social, se agiganta la desigual distribución de la riqueza entre capital y trabajo.El expolio de grandes bancos y monopolios se extiende hacia el resto de sectores sociales. Especialmente para pymes y autónomos, que han visto reducido en un 7,3% sus ganancias brutas. Porcentaje que pasan a apropiarse directamente grandes bancos y monopolios a través de la extorsión financiera.Y esto es sólo el comienzo. Familias y pymes estamos obligados a pagar en el próximo año a bancos y cajas de ahorros 245.067 millones de euros a los bancos por las cuotas de los créditos concedidos.Una cifra que supone un cuarto del PIB español, que la banca se apropia por el mero “recorte del cupón” propio de la extorsión financiera.Es decir, no sólo reducen nuestra renta, sino que a los recortados salarios o a los modestísimos beneficios de pymes y autónomos les espera sufrir el gigantesco bocado de los usureros intereses bancarios.Cuando han pasado las muchas formas de expolio practicadas por el gran capital congelación salarial, rescates bancarios pagados de nuestros bolsillos, incremento del precio de los servicios básicos, desde la luz a la gasolina, pago de los intereses de los créditos…- el resultado es un trasvase de rentas que puede calificarse de auténtico tsunami.Este grado de expolio, obligando al conjunto del país a trabajar para los grandes bancos, es uno de los principales obstáculos para encontrar una salida a la crisis.¿Qué sucedería si todos estos recursos que ahora van a parar a la cuenta de resultados del capital financiero, se emplearan para crear riqueza y empleo o para incentivar el consumo?