Éxito de la huelga de estudiantes en la Rey Juan Carlos

Los estudiantes se atreven a hacer lo que los rectores deberían: denunciar la situación de degradación pública a la que se está sometiendo a la educación pública española. El día 27 de septiembre tuvo lugar una jornada de huelga por parte de los estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos. Estudiantes afectados directamente por los escándalos de los másteres de Cifuentes, Casado o Montón, que ven desprestigiar y perder valor la carrera a la que tantos años de estudio y esfuerzo llevan dedicando.

Bajo la consigna “Fuera la Mafia de la Universidad”, siete asociaciones de la Universidad Rey Juan Carlos (Res Pública Fuenlabrada, ACM,UEPA, Frente de Estudiantes, Virtual Souls, Ángulo Abierto y EPU) llamaron a participar en una huelga estudiantil a sus 45.000 alumnos contra la situación que lleva viviendo dicha universidad tras el escándalo de los másteres. El temor de que las falsificaciones y plagios de los másteres de Cifuentes o Montón puedan desacreditar los estudios que están cursando los estudiantes de la universidad ha movido la protesta de los estudiantes.

La huelga ha sido un éxito notable. Según las asociaciones convocantes, el 80% de los estudiantes del campus de Fuenlabrada, el 75% de Móstoles y el 60% de Vicálvaro paró el 27 de septiembre. Se formaron piquetes informativos en todos los campus y hubo encierros el día anterior. La jornada de protesta fue pacífica, sin ningún incidente.

A las 18:30 horas, se produjo una concentración justo delante del rectorado de la UJRC, en el campus de Móstoles. Según la agencia EFE, acudieron más de 1.000 manifestantes a la concentración, mientras que las asociaciones estudiantiles cifran la asistencia en más de 2.000. Todo un éxito para una universidad, que a diferencia de otras como la Universidad Complutense de Madrid o la Universidad Autónoma de Madrid, no tiene una tradición de movilización y protesta.

El objetivo por el que fue convocada la huelga fue cuádruple. En primer lugar, exigir la dimisión del actual rector Javier Ramos, quien si bien “ha dado pasos en la limpieza de la URJC” en palabras de los convocantes, denuncian que dichos pasos solo se han hecho de cara a la galería para alejar a los medios de comunicación y que no hay un verdadero interés para depurar redes corruptas y clientelares que en la URJC se han instalado de forma estructural: “Consideramos que toda su labor ha sido puro maquillaje, como demuestra que la subdirectora del Instituto de Derecho Público no haya asumido ninguna responsabilidad todavía cuando fue el propio rector el que clausuró dicho instituto”.

En segundo lugar, exigen una investigación externa de la URJC que esclarezca y señale quienes son los responsables del “chiringuito” que se ha formado para favorecer a unos estudiantes particulares por su futura trayectoria política, en detrimento de todos los demás. Y en tercer y cuarto lugar, exigen que se produzca una limpieza completa de la universidad y una regeneración de sus órganos de gobierno para recuperar todo el prestigio perdido y garantizar que estos escándalos no se vuelven a repetir.

Los estudiantes se han levantado contra la degradación a la que se está sometiendo a la educación pública de nuestro país, y donde la URJC se concentra como punta de lanza. Su reivindicación es justa, esto jamás debe volver a ocurrir. Y hay que llegar al fondo para ello. Hay que echar a las tramas corruptas -una verdadera “mafia”- de la Universidad.

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