La demanda en el mercado de coches más grande del mundo ha bajado la velocidad. El volumen de ventas de vehículos de China creció un 5% en 2011, el ritmo más lento en una década. Los atascos y la contaminación limitan el crecimiento. Mientras, los fabricantes de coches extranjeros se enfrentan a dos problemas: no solo son menos bienvenidos en China, sino que pronto tendrán que lidiar con los rivales nacionales que intentan exportar sus excedentes.
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Excedente chino, inquietud global
