Morales afirma que la lucha antidrogas es un "negocio" para la CIA y la DEA

Evo Morales: «Los narcotraficantes son ellos»

Unos dí­as después de que fuera aplaudido en Viena por defender -llegando a masticar hoja delante de las delegaciones internacionales- el uso ancestral de la hoja de coca como elemento cultural -e incluso medicinal- en las comunidades indí­genas en los Andes, el presidente de Bolivia ha arremetido contra las organizaciones de EEUU que se encargan de la «lucha antidroga» en América Latina, a las que ha acusado de estar detrás del narcotráfico y de la intervención en el continente con el pretexto de combatir el tráfico de estupefacientes.

En la misma reunión de la ONU en Viena el residente boliviano, e histórico líder cocalero se esforzó en desvincular el cultivo milenario y cultivo de la hoja de coca a la elaboración de estupefacientes. Morales recordó que las comunidades de los Andes han usado esta planta muchos siglos antes de la aparición de que se aislara su principal alcaloide, la cocaína, para utilizarla en puro como droga, y reafirmó que luchará "de manera frontal contra la cocaína, el narcotráfico y las drogas". Por eso, aseveró, "no habrá libre cultivo de coca, pero tampoco cero cultivo de coca, como plantean algunos organismos".Ayer, el presidente de Bolivia afirmó que la hoja de coca y la lucha contra el narcotráfico son "un negocio" para la CIA y la DEA, las Agencias estadounidenses de Inteligencia y Antidrogas, respectivamente, así como la USAID (Agencia para el Desarrollo Internacional) son elementos conspirativos, y que EEUU entiende la lucha contra el narcotráfico como "un instrumento de control político". "So pretexto de la lucha contra el narcotráfico, EEUU ha implantado bases y unidades militares de Estados Unidos armadas y uniformadas y la CIA (Agencia Central de Inteligencia) por supuesto", añadió el mandatario boliviano. También destacó que, en varias ocasiones, el Departamento Estadounidense Antidroga (DEA) y la CIA se han contradicho en los resultados de la lucha contra el narcotráfico en Bolivia, de modo que los productores de coca son "como un sandwich en la disputa" entre ambas Agencias. "Los funcionarios de la DEA operaban en Bolivia sin ningún control estatal. Sus operaciones de inteligencia eran dudosas. Hemos demostrado en varias oportunidades que funcionarios de la DEA estaban vinculados con operaciones encubiertas de narcotráfico", remarcó el presidente boliviano.Morales señaló que a partir de tales intenciones, Bolivia prioriza la investigación del accionar de agentes externos, en particular su influencia sobre la Policía y las Fuerza Armadas. Y en efecto la retirada de la DEA, que contaba con unos 50 agentes operando en el centro del país, ha levantado un gran revuelo entre las filas de los departamentos antinarcóticos de la policía local y entre las redes de confidentes a la que la agencia norteamericana pagaba generosamente. Muchos están intentando ofrecer sus “servicios” a las agencia europeas.Además los medios de comunicación estadounidenses han advertido que sin la “valiosa cooperación” y los medios logísticos de la DEA, el gobierno boliviano podría tener problemas con los cárteles de la droga, que pueden tomar Bolivia como nuevo centro de operaciones. ¿Es una advertencia o una amenaza?. ¿Estamos ante el inicio de una nueva vía de intervención y desestabilización de un país que lucha por escapar del dominio de Washington?

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