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Eva Yerbabuena: «No te pueden arrebatar un don»

Eva Yerbabuena es finalista en las categorí­as de Mejor Espectáculo de Danza, por «Cuando yo era…», y de Mejor Intérprete Femenina de Danza por «Federico según Lorca»

Con lo mal que está todo la gente cada vez va más al teatro, y otros compañeros coinciden en señalar el espectáculo en vivo como un valor. ¿Crees que eso es así más todavía en un espectáculo de danza?El directo siempre tiene esa magia, y con lo que estamos viviendo ahora la gente está buscando algo que muchas veces no saben ni que es. Por eso la gente se dirige a aquello que le conmueve. Muchas veces no puedes definir tu estado de ánimo, vas a ver una obra y te permite desconectar del problema, disfrutar, pero también reflexionar sobre lo que te pasa. Es una manera de asimilar lo que te pasa, de comprender que mucha gente está en eso y que hay muchas maneras de superar las dificultades.Y luego hay espectáculos que incitan a la rebelión emocional…Un espectáculo puede ser maravilloso pero tiene que haber algo que conmueva. Como decía Pina Bausch lo interesante no es cómo se mueve la gente, sino qué la conmueve. Lo que cuentas es lo más importante. Además a la gente le gusta ver sudar al artista, “ganarse el pan con el sudor de su frente”, produciendo arte…A mi me dicen que por qué no saco DVDs y yo me niego porque no es lo mismo. Es como si el alma del espectáculo se evadiera. Por otro lado sucede lo contrario con el making off, que es muy interesante. Tú ves el trabajo de hora y media, pero el trabajo de todo el proceso de creación se pierde. Es más interesante para un DVD ese proceso que el propio espectáculo. Prefiero que la gente venga. En Cuando yo era… la música, la danza y el cante se entremezclan con el barro, la arcilla y el arte de moldear. ¿Qué buscabas en esa plasticidad?Hay que pensar en el significado del barro, en cómo se moldea, se manipula, y compararlo en la trayectoria de la vida de una persona, que fue mi bisabuela en este caso. La vida la moldeó, le manipuló y me pareció una idea genial. Realmente buscas algo que te ayude a poder contar que hay momentos en los que te encantaría deshacer lo hecho y en otros hacer lo que nunca has hecho. Todos nos hemos sentido manipulados y moldeados por el tiempo y por la vida que se pone frente a frente y tienes que torearla. Es entonces cuando moldeas y cueces el barro que queda para los restos.«El tiempo y la vida nos manipula como al barro»¿Fue difícil afrontar la Guerra Civil con tantas historias que se han contado en los últimos años?Era difícil cuando tenía cuatro o cinco años, que pasaba inadvertida, escuchar noticias tan catastróficas que las escuchas como si te contaran un cuento. Tienes una información de algo que das por hecho que tienen que ser así. Con el tiempo analizas las cosas y comprendes porque mi abuela tenía ese carácter, esa forma de ser… mi bisabuela era una mujer muy dura, con un carácter a veces agrio. Tú estabas en una celebración y ella rompía con todo eso, no lo podía remediar y acababa contando que echaba de menos a su marido, que se lo llevaron y lo fusilaron. Me quedaba paralizada. Mi abuelo estuvo en la guerra y recuerdo que le dolía la rodilla en los cambios de tiempo. Yo tenía diez años cuando le pregunté por qué y me enseñó los dos tiros que le dieron en la guerra. Son cosas muy duras que están ahí, que piensas que ya pasaron pero es mentira. Ahora con 41 años lo sigo sintiendo como una herida que no está cerrada, y pienso que todo ciclo tiene que acabar. ¿En qué consiste la capacidad de transformación que tiene el flamenco?El flamenco comparte el espacio más que fusiona, y ya tiene mucha mezcolanza. Luego está el miedo cuando quieres contar algo a través del flamenco. El que conoce el flamenco sabe que es como el niño que nace con un don que será así para siempre. Luego irá cambiando como cambia todo en la vida pero seguirá siendo él. Nace y se hace. No solo puede existir la técnica, y es muy difícil que te puedan arrebatar un don.Se acaba de recortar un 30% del presupuesto de Cultura, ¿cómo enfrentarlo?Yo me acuerdo de mi abuelo que decía que la cuerda se rompe siempre por la parte más flojita. Pero bueno, yo soy muy positiva y creo mucho en el trabajo, el esfuerzo, la constancia y en no rendirse. La cultura saldrá adelante. A nadie le gusta una crisis, pero cuando hay una crisis como sucede en la actualidad, debemos de parar y reflexionar sobre por qué ha sucedido y tratar de aprender de los errores.

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