Ayer. Constitución de la Cámara vasca

Euskera o arma arrojadiza

Ayer, tomó posesión de su cargo de presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga del PP. Quitando la parte simbólica del cambio, un miembro del partido popular presidiendo dicha cámara, uno de los centros del acto en sí­ fue si era un insulto o no el hecho de que no hable euskera.

Que si en su discurso usó 64 alabras en euskera, que si habló “un buen castellano después de un mal euskera” según la formación de Aralar, que si traductor no le va a hacer falta porque entiende el idioma perfectamente ya que sus padres son euskaldunes.La situación más surrealista fue cuando Andoni Unzalu, del PSE, nuevo diputado de la cámara, participó en un debate de “Radio Euskadi” antes de la sesión, dijo a José Antonio Rubalkaba, diputado jeltzale que abandona su puesto, “Yo sí se Euskera, tú no”. Acusación suscitada por las críticas que lanzaba este último a la nueva presidenta de la Cámara como Patxi López por no saber euskera, y que eso era la muestra del amor que tienen por esta lengua.Lo paradójico era que el que acusa no lo sabe y se tuvo que defender desde que por su edad había vivido la enseñanza pública del franquismo. Y el diputado socialista es un conocido euskaltzale e impulsor de la fundación en pro de la lengua vasca Aurten Bai.Y más paradójico todavía es que ni Ibarretxe cuando fue nombrado alcalde de Llodio o presidente de las Juntas Generales de Álava sabía este idioma, y sólo empezó a aprenderlo al ser nombrado para lehendakari.Paradojas de este país, o “paisito” como algunos le llaman. Lo que está claro que todo este cruce de acusaciones, sólo sirve para convertir el euskera en un florero en la entrada de tu casa, que no está claro que tenga una utilidad más allá que el de decorar, pero que tiene que estar bien visible para que la persona que entra no escupa en tu casa.Desde luego, la contestación del diputado socialista colocó las cosas en su sitio. Pero el problema de fondo, es porqué el euskera se ha convertido en un arma política arrojadiza, en vez de ser un bien común, donde se lleve una línea que lo convierta en un orgullo para toda España. Sólo desde ahí la gente en Euskadi y fuera de ella querrá aprenderlo aunque no les sirva para el perfil de las oposiciones a los Osakidetza o para mostrarlo como un “pedigrí”.El origen de las Ikastolas desde los años del franquismo, con independencia de su mayor o menor relación con el mundo nacionalista, no me voy a meter ahí, tiene a muchos componentes populares y revolucionarios, como movimiento popular para rescatar una lengua que fue duramente atacada en el franquismo igual que el catalán o el gallego. Usarlo como elemento político o como elemento de exclusión es un ataque a esta lengua.

Deja una respuesta