Ibarretxe lo impone en el bachillerato

Euskera al estilo franquista

Ibarretxe impuso ayer por decreto que en el Bachillerato sólo el euskera es la lengua vehicular principal en esa etapa educativa. Esto se añade a que la semana pasada también se aprobó un decreto similar para la educación infantil, entre los 0 y los 6 años, que fija el euskera como lengua vehicular principal, lo que ya existí­a para las etapas de primaria y secundaria obligatoria, de los 6 a los 16 años. Es un paso más en el objetivo etnicista excluyente de eliminar el castellano como una de las dos lenguas que se pueden utilizar para estudiar el resto de las asignaturas.

¿Qué suone para el presente y el futuro de los alumnos? Que se les niega la posibilidad de conocer y comprender todos los campos de conocimiento mediante la lengua castellana, de tener un nivel académico y profesional en castellano, no sólo coloquial y morfosintáctico, como sucede cuando se estudia exclusivamente como asignatura de lengua. Las consecuencias laborales para los jóvenes son importantes porque reducen sus habilidades para los estudios posteriores y la competitividad para el trabajo en el País Vasco, en el resto de España y en todo el mundo hispanohablante. Bien se cuidan los dirigentes de la camarilla de Ibarretxe, Arzalluz y compañía de tener un buen nivel académico de castellano, ellos, sus familiares y sus herederos. A Ibarretxe no le importa el euskera, lo que busca es la imposición de una lengua como instrumento de dominio del régimen de terror, miedo y silencio sobre el conjunto de la población y siguiendo el pensamiento etnicista del nacionalismo alemán respecto a su propio idioma, emplear el euskera como “expresión concentrada de la nación” y utilizarlo para reivindicar un Estado propio. Este objetivo se lleva adelante, por parte de los nacionalistas excluyentes encabezados por Ibarretxe, con el mayor de los cinismos, ya que de todos es sabido que el mismo lendakari tuvo que aprender euskera cuando accedió al cargo. Ibarretxe se presenta como un defensor del euskera. Pero no lo es. Utiliza el euskera como forma de mantener el dominio del nacionalismo, a través del poder autonómico, sobre el conjunto de los ciudadanos vascos. A costa de convertirlo en una lengua impuesta al estilo franquista. Antes de la transición democrática se prohibía el euskera. Ahora bajo el régimen nazifascista se quiere prohibir el castellano. Y lo único que está produciendo es el rechazo generalizado, como antes ocurrió durante la dictadura franquista. Realmente, Ibarretxe es el principal enemigo del euskera.

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