Europa busca lí­deres

«Lo peor que podrí­a suceder es que una nueva pelea incomprensible entre los 27 excavara todaví­a más la fosa entre las instituciones y los ciudadanos o, todaví­a más grave, aplazara la elección de los nuevos altos cargos» (El Paí­s)

EL CONFIDENCIAL.- Bruselas es hoy también el escenario de una artida de póker al más alto nivel. Los 27 llevan semanas jugando sus cartas para la elección de los candidatos a la presidencia del Consejo Europeo y Alto Representante para política Exterior que más conviene a sus objetivos. Toda una lección de estrategia y diplomacia en la que la canciller alemana ha dejado intuir su mano. Ángela Merkel no quiere ‘poder’ en la eurocámara, lo que quiere es dirigir la política monetaria de la unión y aspira a colocar a Weber, ‘el halcón’, como se conoce al presidente del Bundesbank, al frente del Banco Central Europeo cuando Trichet deje el cargo en noviembre del 2011. Editorial. El País Europa busca líderes En vísperas de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el Consejo Europeo deberá acordar hoy en Bruselas los nombres del primer presidente europeo y del nuevo Alto Representante para la Política Exterior, con rango de vicepresidente del Consejo. No es una decisión rutinaria: las funciones que ambos cargos acaben desarrollando dependerán en buena medida de quiénes los ocupen por primera vez. Desde hace semanas los rumores han sustituido a la discusión transparente. Lo lógico hubiera sido buscar primero el acuerdo en los perfiles y más tarde en los nombres de los elegidos. O elegidas, pues ésta es una ocasión para hacer visible en las instituciones europeas la presencia femenina que ya comienza a serlo en los Gobiernos nacionales. Pero lo cierto es que no se ha sabido si los Veintisiete se inclinan por la designación de personalidades políticas relevantes o, por el contrario, prefieren gestores condescendientes y supeditados a los intereses de los Gobiernos. Persisten, además, las especulaciones acerca de la importancia relativa de ambos cargos, reforzadas por el hecho de que el Alto Representante contará con un servicio exterior de la Unión que estará entre los más amplios del mundo. Lo peor que podría suceder es que una nueva pelea incomprensible entre los 27 excavara todavía más la fosa entre las instituciones y los ciudadanos o, todavía más grave, aplazara la elección de los nuevos altos cargos. La cortedad de miras no debería imponerse entre los jefes de Estado y de Gobierno a la hora de la doble elección. Cualesquiera que sean las dificultades que puedan surgir de la designación de dos personalidades fuertes tanto en el trato con los Gobiernos como con los restantes órganos europeos, la Unión saldrá ganando si cuenta con un presidente y un responsable exterior que sean ante todo competentes y que, por encima del color ideológico, participen de un compromiso europeísta que ha faltado en alguno de los nombres barajados en las últimas semanas, como Blair. Los equilibrios entre países y corrientes ideológicas avalan la posibilidad de que un español, el ministro Moratinos, sea elegido hoy Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad. Así lo reconoció el martes Zapatero, cuyo peso en la designación del candidato es decisivo, ya que hay acuerdo previo en que el elegido habrá de ser un socialista, del mismo modo que el presidente estable del Consejo será un conservador. Pero esa elección supondría la salida de Almunia, dado que la condición de vicepresidente asociada al cargo de Alto Representante para la Política Exterior lo convierte en representante único del país de procedencia. El dilema de Zapatero es que si, como sería lógico, apoya la candidatura de Moratinos para responsable máximo de la política exterior, incumpliría su compromiso público, manifestado a fines de abril tras un encuentro con el presidente de la Comisión, Durão Barroso, de apoyar la continuidad de Joaquín Almunia al frente del área económica. EL PAÍS. 19-11-2009 Crónica. El Confidencial Weber, el poder en la sombra, tomará el poder en el BCE María Igartua Nunca se han disimulado las intenciones de Alemania sobre el regulador monetario europeo. De hecho, sobre este asunto, el viceministro de exteriores germano, Werner Hoyer, aseguró el pasado lunes que “cuando se haya resuelto este tema habrá que ocupar otras posiciones y Alemania está muy interesada en desempeñar el papel que le corresponde”. No en vano, Alemania, pese a ser la economía con más peso de la Unión jamás ha presidido el BCE. En sus diez años de historia, la institución ha contado con dos presidentes, el francés Jean Claude Trichet, que llegó al cargo en noviembre de 2003 y su predecesor, el neerlandés Win Duisenberg, que era el candidato de alemania. Por este motivo, si se cumple el pacto por la alternancia entre Francia y Alemania, ha llegado el momento del presidente del Bundesbank, Axel Weber. Además, el pulso que mantienen el actual presidente y Weber se ha traducido en numerosos episodios que han puesto de manifiesto el peso que tiene ‘el halcón’, como se conoce al presidente del Bundesbank. Desde que comenzó la crisis, el miembro alemán ha defendido por encima de todo la estabilidad de precios frente a aquellos que abogaban por una mayor ‘laxitud’ en la política monetaria para superar el escollo. Su discurso ha sido firme y ha enarbolado la bandera de la ortodoxia financiera evitando que se pierda de vista la misión fundamental del BCE incluso en los momentos más difíciles: mantener el IPC en el entorno del 2%. Cuando el resto de bancos centrales han llevado a cabo sucesivos recortes de tipos de interés dejándolos cercanos a cero, el BCE se ha mantenido firme en el 1%, nivel que Weber asegura no se puede superar. Esto le ha convertido en la persona adecuada para ponerse al frente del próximo devenir de la política monetaria, que estará marcada por necesarias subidas de tipos de interés que tendrán que llevarse a cabo con una eficacia absoluta para evitar que la inflación en Europa se vaya de las manos. Así, Bruselas es hoy también el escenario de una partida de póker al más alto nivel. Los 27 llevan semanas jugando sus cartas para la elección de los candidatos a la presidencia del Consejo Europeo y Alto Representante para política Exterior que más conviene a sus objetivos. Toda una lección de estrategia y diplomacia en la que la canciller alemana ha dejado intuir su mano. Ángela Merkel no quiere ‘poder’ en la eurocámara, lo que quiere es dirigir la política monetaria de la unión y aspira a colocar a Weber, al frente del Banco Central Europeo cuando Trichet deje el cargo en noviembre del 2011. Por este motivo, Merkel no ha presentado ningún candidato que pueda aspirar a los cargos y se ha aliado con Francia para que sea el primer ministro belga, Herman Van Rompuy, el presidente de la UE y que Christine Lagarde se quede con la presidencia del Eurogrupo. Además, el apoyo de Alemania a los intereses franceses puede inclinar la balanza a su favor a la hora de colocar al nuevo presidente del BCE. "Francia y Alemania actuarán de común acuerdo y no uno contra otro", aseguró Merkel y las declaraciones no son gratuitas teniendo en cuenta el pacto que existe entre los dos países para la alternancia en el sillón del BCE. Pero Merkel y Weber pueden encontrarse una piedra en el camino. Italia también aspira a colocar a su Gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, al frente de la política monetaria de la Unión Europea. No obstante, Italia también ambiciona el cargo de Alto Representante para la Política Exterior y el ex primer ministro Massimo D´Alema se encuentra en todas las quinielas. Su elección despejaría casi por completo el camino a Alemana para alcanzar su objetivos. EL CONFIDENCIAL. 19-11-2009 Opinión. El Mundo 4 graves errores Antonio Gala SI ZAPATERO dice: ¡Abajo los muros! ¿se refiere a todos? Además del de Israel, el de USA ante México y el de Chipre, existe el de India y Pakistán, el de éste y Afganistán, el de Tailandia ante Malasia, etc. Y el de Ceuta y Melilla contra Marruecos: hay que ser precavido cuando se es presidente de una nación que, por lo visto, desconfía de otra (1º error internacional). Aunque España incumpla (2º error internacional), a favor de Marruecos, sus obligaciones respecto de los saharauis. Los pies de plomo, cuando se tiene mente de mariposa, son muy recomendables. Como cuando se trae a España un par de piratas como rehenes frente a la tripulación del Alakrana -qué nombrecito- y se organiza un mayúsculo lío judicial y económico (3º error) de secuestradores secuestrados por un Estado. O como cuando se mandan tropas a un país en guerra con propósitos de paz, y sin marcha atrás (4º error). (Se ha dicho ya: «O España está en la OTAN o en una segunda división. Aquí no venimos a defender derechos humanos»). ¿Se mandarán más tropas? ¿En qué nombre y por qué? EL MUNDO. 19-11-2009

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