Estiba Wars: el Gobierno contraataca

Los estibadores vuelven a la lucha tras las maniobras del Gobierno

Los estibadores se sienten estafados por el Gobierno, ante un nuevo decreto-ley que no cumple con la principal demanda de los trabajadores: la garantía de mantenimiento de los puestos de trabajo actuales. Por ello, los sindicatos del sector encabezados por la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM) mantienen el preaviso de ocho días de huelga, y piden a los grupos parlamentarios que rechacen el texto del ministro De la Serna. El gobierno por su parte se trabaja el apoyo de nacionalistas vascos y catalanes para lograr mayoría parlamentaria.

«Pretenden liberalizar el sector y despedir a los estibadores portuarios con fondos públicos para colocar a otros en peores condiciones laborales y en beneficio de las empresas», ha denunciado Antolín Goya, el representante de CETM, el principal sindicato de los estibadores. El gobierno -en una una muestra de autoritarismo y falta de respeto», dicen los sindicatos- ni siquiera ha entregado aún a los trabajadores el texto del Real Decreto que prepara, donde debería haber introducido medidas para garantizar el empleo de los más de 6.000 estibadores portuarios actuales, y los trabajadores no tienen nada claro que el gobierno vaya a cumplir con lo pactado con ellos.

Así que vuelven a la lucha. La Coordinadora convocará a los estibadores a la huelga para los días 24, 26, 29, 31 de mayo, 2, 5, 7 y 9 de junio: pararán la actividad en días y horas alternas. La demanda de los estibadores es que se retire el decreto y se abra una mesa de negociación «de verdad», porque «hay tiempo y condiciones» para modificar el régimen de estiba «desde el diálogo y el consenso» y con el objetivo común de cumplir la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo. Para la CETM y el resto de sindicatos, los trabajadores y y la patronal están en condiciones de acordar «lo que necesita el sector», pero el Gobierno «hace oídos sordos» e impone rebajas salariales, una cuestión que es materia de negociación en el convenio colectivo. «El Gobierno no se limita a la ejecución de la sentencia» del TJUE, sino que «va mucho más allá», denuncia Goya.«Mientras el Gobierno sabotea el acuerdo y lanza a los estibadores a la huelga, orquesta maniobras parlamentarias con el PdeCat, con quien le une el servilismo ante los mantatos de Bruselas y el capital extranjero.»

Mientras el Gobierno sabotea el acuerdo y lanza a los estibadores a la huelga, orquesta maniobras parlamentarias para tener mayoría en el Congreso a la hora de aprobar el decreto de la Estiba. El PP no quiere que se repita el sonoro fracaso de mediados de marzo, cuando el primer decreto fue rechazado por prácticamente todos los partidos de la cámara -incluyendo la abstención de Ciudadanos- generando dudas sobre la misma gobernabilidad de la legislatura. Por eso ahora labra acuerdos bajo la mesa con el PNV -con el que hay buena sintonía después de haber acordado los Presupuestos Generales del Estado- e incluso con en PDeCat.

El gobierno ha aliviado la presión sobre la antigua Convergencia en el ‘caso Palau’ a cambio de que los nacionalistas catalanes hagan causa común con Moncloa. Los dos representantes del Ministerio de Cultura «olvidaron» asistir a una reunión clave en el Consorcio del Palau de la Música en la que se iba a decidir si la institución acusaba al partido de Artur Mas por recibir 6,6 millones en comisiones ilegales. Esa ausencia se produjo al mismo tiempo que PP y PDeCAT ultimaban un acuerdo para sacar adelante la reforma de la estiba. El enfrentamiento entre PP y convergéntes se vuelve cordialidad y pleitesía cuando se trata de obedecer los mandatos de Bruselas o de cumplir con los intereses de gigantes de Wall Street como JP Morgan, la financiera que opera a través de Noatum, líder en los puertos españoles.

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