Cargando...La OCDE acaba de hacer público un informe en el que revela que la llamada presión fiscal (peso total de los impuestos sobre el conjunto de la economía) De media, los hogares de la OCDE soportan una carga tributaria del 27,3%, en España es del 31,8%, 4,4 puntos más que la media de la UE.
Es decir, en Esaña de cada 100 euros que ingresa un trabajador, casi 32 van a parar a las arcas del Estado. Las familias españolas tienen una de las fiscalidades más altas de toda Europa, al contrario que las multinacionales o las entidades financieras en España tienen de las más bajas del continente. Habría que revisar profundamente la injusta fiscalidad de nuestro país, pero también emergen dos problemas más. Uno, con la crisis hay que tomar medidas fiscales urgentes que protejan a los trabajadores y las familias. Dos, hay que revisar dónde va a parar cada euro que entra a las arcas del Estado. El galopante despilfarro que domina la política central y autonómica es incuestionable. El dinero que se recauda de impuestos debe ir a fomentar el desarrollo productivo o dar créditos a las pequeñas y medianas empresas no a cochazos de lujo, trajes a medida, dietas, sueldazos…