Ecuador suspendió el pago de una parte de los bonos de deuda externa por considerarlos ilegítimos y propuso la recompra de esos títulos con un descuento del 70 por ciento. «¡Por fin el poder está en manos de su legítimos dueños, el pueblo ecuatoriano, y sobre todo los más pobres de este pueblo», puntualizó.
El residente ecuatoriano Rafael Correa afirmó este miércoles que nadie detendrá la revolución que vive ese país sudamericano, en lo que fue una gran concentración en Quito a un día del cierre de campaña de cara a las elecciones de este domingo.»¡Esta revolución ciudadana está en marcha y nada ni nadie la detiene!», expresó el mandatario al norte de la ciudad y en donde elogió las estrategias del Gobierno para impedir los embates de la crisis económica mundial.Destacó los dos años de su gestión y dijo que pese a la crisis económica mundial su gobierno no ha fracasado.Agregó que su gobierno seguirá enfrentando la crisis global sin renunciar a su modelo económico socialista, privilegiando la atención a los más pobres antes que el pago de la deuda externa.»Primero nuestra gente, primero el sector social, después el servicio de la deuda (…) Por primera vez en las últimas décadas el servicio de la inversión social supera con creces el servicio de la deuda externa», señaló ante el aplauso de miles de sus seguidores.Ecuador suspendió el pago de una parte de los bonos de deuda externa por considerarlos ilegítimos y propuso la recompra de esos títulos con un descuento del 70 por ciento.»¡Por fin el poder está en manos de su legítimos dueños, el pueblo ecuatoriano, y sobre todo los más pobres de este pueblo», puntualizó.Ecuador tiene los recursos para ejecutar su plan de recomprar la deuda en moratoria de pagos, aunque podría recurrir a fuentes de financiamiento adicionales en caso de ser necesario, dijo el miércoles el presidente Rafael Correa en una entrevista con Reuters.El país andino ofreció el lunes recomprar con un descuento máximo del 70 por ciento los bonos Global 2012 y 2030, que agrupan un capital de 3.200 millones de dólares y que el Gobierno dejó de pagar desde el año pasado, argumentado «ilegitimidad» en su emisión por parte de «corruptas» administraciones pasadas.El popular mandatario, que busca la reelección en unos comicios el domingo, aseguró que su objetivo es retirar del mercado toda la deuda en mora, aunque declinó comentar si está dispuesto a pagar más del precio base de 30 centavos por dólar, que consideró «justo», en la subasta propuesta a los acreedores.Pese al riesgo latente de un conflicto legal con los acreedores, que podría complicar la ya difícil situación económica del inestable país andino, Correa reiteró su posición de dejar de pagar unas obligaciones que considera «ilegales».»No se trata de cuánto podemos pagar o no. Es lo que creemos correcto para esa clase de bonos», señaló Correa al descartar otros mecanismos para reestructurar la deuda.Mientras las encuestas estiman que el mandatario tiene un triunfo fácil, los partidos de oposición están seguros de que habrá una segunda vuelta, donde crecerían sus posibilidades.El impacto de la crisis económica y la caída de los precios del petróleo, con su consecuente golpe al gasto social, están en el trasfondo como desafíos centrales del siguiente gobierno.