El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó recientemente la teoría de que China tiene una actitud abusiva en el Mar Meridional de China.
En una visita a Jamaica, el presidente dijo que Washington está «preocupado» por el hecho de que China está utilizando «su tamaño y su músculo» para forzar a otros países a ocupar posiciones subordinadas.
El jefe del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, se encuentra actualmente de visita en China. En conversaciones con los líderes chinos, Trong dijo que las dos naciones deben continuar con su relación de «hermandad y camaradería». Esto difícilmente puede describirse como una relación subordinada.
Las afirmaciones de que China está apartando del camino a codazos a Filipinas o a Vietnam son ridículas e ignorantes, pero no son una sorpresa porque los comerciantes de la propaganda de Washington no desperdician ni una sola oportunidad para exagerar la «amenaza china» y para tratar de poner a otros países en contra de China, un rival imaginario que amenaza la supremacía estadounidense en los asuntos políticos y militares globales.
Si hablamos de músculo, Estados Unidos es indudablemente mucho más fuerte que China. Asumiendo una visión general sobre los comentarios estadounidenses provocadores sobre el Mar Meridional de China, es más el caso de que el mayor forzudo del mundo siempre ha buscado intimidar a China, país que está luchando por salvaguardar su propia soberanía.
Washington ha violado en repetidas ocasiones sus compromisos de no tomar bandos en relación con las tensiones en el Mar Meridional de China. Es más, ha practicado una doble moral con respecto a las obras de construcción de China y otros países en las islas Nansha, a pesar de que China aclaró que sus reclamos territoriales tienen como fin defenderse y mejorar servicios civiles.
Obama dijo que «consideramos que esto puede resolverse en términos diplomáticos». Mientras él considera la diplomacia, China la está practicando.
La visita de Nguyen Phu Trong por invitación del presidente chino Xi Jinping, como lo indicó la parte vietnamita, ha sido un gran éxito. Trong y los líderes chinos han entablado conversaciones profundas y francas y han llegado a un importante entendimiento común sobre algunos puntos y medidas importantes.
A través de discusiones amigables, las dos partes están volviendo su relación más saludable, estable y sostenible. No hay disputa que no pueda ser resuelta con una comunicación sincera e independiente como esta.
Como elemento externo, Estados Unidos debe respetar la sinceridad de China en la solución de las disputas a través de negociaciones directas con los países involucrados y hacer más para contribuir a la paz y la estabilidad regionales, en lugar de agitar las aguas con comentarios y acciones maliciosas.