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España se enfrentará a más problemas con su deuda en 2013

Después de un verano de nerviosismo, España e Italia están en una posición mucho mejor en los mercados de deuda pública. La gran mayoría de las subastas de deuda de 2012 han concluido con éxito y las rentabilidades han caído a niveles mucho más aceptables. No obstante, en 2013 habrá más situaciones difíciles, sobre todo en el caso de España.Dadas sus enormes reservas de deuda, Italia tiene necesidad de emitir bonos constantemente. Sin embargo, todo apunta a que el año que viene no será demasiado complicado, mientras las rentabilidades no sigan subiendo. Según datos del Departamento del Tesoro italiano, los vencimientos de la deuda en 2013 serán de 158.000 millones de euros frente a los 200.000 millones de euros de 2012. Gracias al pequeño déficit presupuestario de Italia, las emisiones netas podrían oscilar entre 20.000 y 25.000 millones de euros. Italia podría incluso adelantar parte de esas emisiones a este año.España, en cambio, no lo tiene tan fácil. Tanto las amortizaciones como las necesidades de financiación aumentan, según los presupuestos de 2013, hasta un total de 110.000 millones de euros. Para evitar la emisión de grandes cantidades de nueva deuda, es probable que España intente incrementar la venta de bonos del Tesoro hasta en 20.000 millones de euros.Aun así, la emisión bruta de bonos, incluidas las ventas potenciales de deuda en moneda extranjera, rondarían los 90.000 millones de euros, cifra superior a la de 2012. Además, es probable que España tenga que financiar a sus autonomías, aunque hasta ahora ha emitido deuda en privado en lugar de recurrir a más subastas de bonos. UBS calcula que las necesidades de financiación de las autonomías en 2013 ascenderían a 20.000 millones de euros.Dado que los vencimientos de la deuda representan una gran parte de las emisiones, es probable que los gobiernos esperen que el año no sea tan complicado. Sin embargo, muchos inversores conservadores han abandonado estos mercados y es probable que tarden tiempo en volver; eso seguramente signifique que las posiciones dominadas por los tenedores de bonos extranjeros son relativamente delicadas.Italia debería beneficiarse más que España debido a la caída global de los costes de financiación. Roma también cuenta con inversores minoristas adinerados a los que puede recurrir, tal y como muestra el rotundo éxito de una emisión de bonos vinculados a la inflación lanzada recientemente. La otra pregunta es si España e Italia emitirán más deuda a largo plazo, para la que los inversores extranjeros son clave. Teniendo en cuenta que la rentabilidad italiana a 10 años está por debajo del 5%, la emisión a largo plazo es una opción más viable. Pero la dependencia que prevé España de bonos del Tesoro plantea dudas; en 2012, el vencimiento medio de las nuevas emisiones de deuda española ha caído a 4,4 años frente a una media cercana a 10 en los cinco años anteriores, según señala Morgan Stanley. Esto podría suponer un riesgo, al aumentar más la factura pendiente de refinanciación.El peso de las emisiones españolas hace que la solicitud de ayuda a la eurozona –al menos como seguro– parezca una idea inteligente. Entonces, ya todo dependerá de si las compras del Banco Central Europeo animan a los inversores a sumarse, o simplemente evitan que el dique se rompa cuando éstos abandonen sus posiciones. Es posible que todavía asistamos a jornadas estresantes en las subastas de bonos españoles.

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