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España se alinea con Alemania en que Grecia abandone el euro si no cumple

La posición oficial española respecto de Grecia está clara para el Gabinete de Mariano Rajoy. España se alinea con Alemania, de modo que el Gobierno español apoyaría, en su caso, que Grecia salga del euro si el nuevo Ejecutivo que surja de las urnas helenas el próximo domingo 25 de enero no cumple con la ortodoxia que preconiza la Unión Europea.

o hay espacio para la permisividad ni para las concesiones. Es lo que entiende el Ejecutivo alemán y lo que resplada Moncloa. España ha demostrado con sus ajustes y reformas que el modelo riguroso conlas cuentas públicas de Bruselas y Berlín llega a buen puerto, algo que se ha probado también en Irlanda, y un desmarque de ese esquema no es admisible, ni para la canciller Angela Merkel, ni para el presidente español, Mariano Rajoy, ni para las instituciones europeas, que han comprometido en Grecia mucho más que el dinero de dos rescates: el prestigio del proyecto del euro.

Por tanto, una victoria de Syriza que derive en cualquiera de sus propuestas primigenias -como el impago de parte de la deuda- no será admitida. El nuevo Ejecutivo heleno habrá de plegarse a la normativa que se impone a toda Europa so pena de salir de la moneda única en caso de no hacerlo.

No en vano, como adelantó elEconomista, la UE está blindada para soportar una eventual salida de Grecia de la moneda única. Piketty: «brindo por las elecciones»

La economía helena tiene un peso escaso en el conjunto de Europa en términos de PIB, y la UE puede capear su ausencia, al margen de que políticamente su separación sería un borrón en la historia comunitaria. Pero, de darse esa contingencia, hay suficientes argumentos para avalar esa insólita decisión: sin ir más lejos, la entrada de Grecia en el euro con unas cifras macroeconómicas inciertas.

Los expertos consultados por elEconomista destacan los perjuicios que supondría para la propia Grecia su salida del euro, llamando la atención a Syriza. La inflación se dispararía y se mantendría el grave problema de endeudamiento heleno. Nadie financiaría a Grecia, dicen los analistas, algo que jibarizaría la legimitación de Syriza ante su electorado. Además, advierten también del riesgo de que se produzca un efecto de contagio político con fuerzas de corte similar en países como Italia, España y Portugal.

Por otro lado, destacan los economistas que si bien la salida helena sería irrelevante en términos macroeconómicos, no lo sería en la escala política, al debilitar la fortaleza del proyecto del euro frente a los mercados.

En medio del respaldo español a la posición alemana, el Gobierno quiere blandir los avances realizados por el país en la crisis: la ganancia de competitividad, basada en una devaluación interna sobre todo llevada a cabo vía salarios y flexibilidad. Algo que ha propiciado que España mejore la composición y tirón de sus exportaciones de bienes y servicios, amén de haber logrado sustanciosos avances en materia de disciplina en el gasto.

En cualquier caso, y dado que esta semana todos los ojos miran al BCE y a la declaración de su su gobrandor, Mario Draghi, el próximo jueves, la posición española es de apoyo, siempre que el BCE cumpla con su mandato, el de la estabilidad de precios en el entorno del 2% de inflación. Un llamamiento claro a la anunciada compra de bonos, que aún no se ha materializado, pese a haber sido anunciada por el presidente de la institución.

Atenas puede afrontar sus pagos mejor que otros países

A pesar de que el nivel actual de endeudamiento griego, el 175% del PIB, es muy elevado, la dinámica de la deuda parece indicar que está en mejores condiciones que otros socios de la eurozona para devolver los préstamos, ya que la carga de intereses es menor y los plazos de amortización son más largos. Es la tesis que defiende el economista Lorenzo Bini Smaghi, exmiembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo en un artículo en el diario Financial Times.

A su juicio, Grecia está mejor que otros países. Dedicará aproximadamente el 4% del PIB en 2015 al pago de intereses, menos que Irlanda, Portugal o Italia. En segundo lugar, las previsiones apuntan a que el país crecerá un 3%, más que la mayoría en la eurozona. Finalmente, se espera que el superávit primario de Grecia sea del 4,1%, también mejor que la mayoría de los socios.

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