España pierde glamour en el BBVA

«El presidente de Santander, Emilio Botí­n, ya comentó la semana pasada que el mercado español pasarí­a a aportar este año el 17% de los resultados del grupo, frente al 23% de ejercicios anteriores. Brasil y Reino Unido se han convertido en los dos principales pilares de ingresos para Santander. «Ser español nos penaliza», aseguró el consejero delegado del primer banco de España, Alfredo Sáenz, el jueves pasado en la presentación de resultados.»

Ayer fue BBVA quien también confirmó la menor influencia de Esaña en sus resultados. El presidente de la entidad, Francisco González, aseguró ayer que el mercado nacional pasará de aportar el 30% de las ganancias a solamente el 10% en cinco años. Como ocurre en el caso de Santander, BBVA pretende aumentar la influencia del resto de los países en los que tiene presencia, como México, América del Sur o Estados Unidos, sobre todo en este último país y ahora Turquía, en detrimento de España. La situación económica española está influyendo negativamente en la cotización y prima de riesgos de los bancos del país, razón por la que los dos grandes pretenden mejorar su diversidad geográfica, y compensar así la pérdida de negocio en España. (CINCO DÍAS) EL CONFIDENCIAL.- Banca Cívica no tiene aún resuelto su matrimonio de conveniencia con JC Flowers. Fundamentalmente, por las dificultades que han surgido durante el proceso de negociación. El fondo de inversión estadounidense ha exigido al grupo financiero español liderado por Caja Navarra, en el que también participan Caja Burgos y Caja Canarias, el 49% del capital a cambio de los 450 millones de euros comprometidos a invertir, un porcentaje muy por encima del estimado inicialmente, que desde un principio se barajó entre el 20-30%, según varias fuentes consultadas al corriente del proceso. EL PAÍS.- En una campaña en la que no ha ahorrado esfuerzos ni escurrido el bulto en ningún momento, Barack Obama ha hecho dos confesiones que definen su pensamiento y justifican parcialmente su derrota. Una fue durante su participación en el programa de Jon Stewart: "Hemos conseguido cosas que la gente ni siquiera conoce". Otra, en una entrevista con The New York Times: "Probablemente hay un orgullo perverso en mi Administración -y yo asumo la responsabilidad por ello- de que íbamos a hacer lo que había que hacer aunque fuese impopular a corto plazo". Ambas declaraciones son, posiblemente, las palabras de un honesto gestor, pero también de un mal político. Opinión. Cinco Días España pierde glamour en el BBVA A. Gonzalo España pierde influencia en los resultados de los dos grandes grupos financieros españoles. El presidente de Santander, Emilio Botín, ya comentó la semana pasada que el mercado español pasaría a aportar este año el 17% de los resultados del grupo, frente al 23% de ejercicios anteriores. Brasil y Reino Unido se han convertido en los dos principales pilares de ingresos para Santander. "Ser español nos penaliza", aseguró el consejero delegado del primer banco de España, Alfredo Sáenz, el jueves pasado en la presentación de resultados. Ayer fue BBVA quien también confirmó la menor influencia de España en sus resultados. El presidente de la entidad, Francisco González, aseguró ayer que el mercado nacional pasará de aportar el 30% de las ganancias a solamente el 10% en cinco años. Como ocurre en el caso de Santander, BBVA pretende aumentar la influencia del resto de los países en los que tiene presencia, como México, América del Sur o Estados Unidos, sobre todo en este último país y ahora Turquía, en detrimento de España. La situación económica española está influyendo negativamente en la cotización y prima de riesgos de los bancos del país, razón por la que los dos grandes pretenden mejorar su diversidad geográfica, y compensar así la pérdida de negocio en España. González explicó que hay regiones que "no están a pleno rendimiento" y que España irá perdiendo peso en el futuro, aunque insistió en que al banco aún le queda mucho por hacer en el mercado doméstico. "España volverá a crecer pero perderá relevancia en el conjunto del grupo porque otras zonas crecen a un mayor ritmo", subrayó González, quien añadió que BBVA seguirá "jugando un papel importante" en el país porque el sistema financiero aún tiene que consolidarse y queda "mucha historia que contar". El presidente de BBVA también defendió que actualmente la entidad está en las regiones que quiere estar y que su estrategia de futuro será seguir reforzando su presencia en dichas áreas. Por lo que descartó entrar en otros países no emergentes, y sólo estudiarían algo, pero en los estados denominados por BBVA eagle -Turquía (la excepción), México, Indonesia, Vietnam, Egipto, Corea, Rusia, India, Brasil y China-. "Vamos a aprovechar las oportunidades de crecimiento que cumplan con nuestros objetivos. No sabemos si vamos a hacer más operaciones (en Turquía) porque ahora no están encima de la mesa", señaló González. Y añadió que BBVA "quiere estar en los mercados con mayor potencial de crecimiento". Turquía, según el banquero, cumple con todos los objetivos establecidos por BBVA. Asegura que el sistema financiero turco "es muy sólido", con bancos con core capital del 16%. Y el país está en plena expansión. Con una población de 75 millones de habitantes, las previsiones de crecimiento de su PIB son del 5% hasta 2012. Además, cuenta con una población muy joven, el 50% es menor de 30 años, y muy poco bancarizada. La penetración del crédito alcanza sólo el 40%, frente al 127% de la Unión Europea. "Garanti es una oportunidad única. El mejor banco que hemos podido encontrar", y eso que llevaban buscando desde 2005, explicó ayer el banquero. Garanti cuenta con 9,5 millones de clientes, 837 oficinas, y unos activos que superan los 60.000 millones. Además, cuenta con la mejor plataforma tecnológica de Turquía, con una importante banca online, con una cuota de mercado del 37%, algo que González destacó en varias ocasiones. Como BBVA, Garanti está especializado en banca minorista. Pero con una clara vocación de entidad de depósitos, como todas las entidades financieras turcas. González reconoció las duras negociaciones que ha mantenido BBVA para convencer a la familia Dogus, hasta ayer principal accionista de Garanti para vender parte de su participación. Dogus entró en el banco en 1983. Es uno de los principales grupos industriales de Turquía con varias compañías internacionales. CINCO DIAS. 3-11-2010 Banca. El Confidencial JC Flowers exige ahora el 49% de Banca Cívica para inyectar hasta 450 millones Carlos Hernanz Banca Cívica no tiene aún resuelto su matrimonio de conveniencia con JC Flowers. Fundamentalmente, por las dificultades que han surgido durante el proceso de negociación. El fondo de inversión estadounidense ha exigido al grupo financiero español liderado por Caja Navarra, en el que también participan Caja Burgos y Caja Canarias, el 49% del capital a cambio de los 450 millones de euros comprometidos a invertir, un porcentaje muy por encima del estimado inicialmente, que desde un principio se barajó entre el 20-30%, según varias fuentes consultadas al corriente del proceso. Una situación que podría haber sido el detonante para que finalmente la entidad se lance a la emisión de participaciones preferentes. Según publica Expansión, Banca Cívica reforzaría su ratio de capital colocando en el mercado preferedentes a un cupón del 8,65% durante los cuatro primeros años. La postura de máximos esgrimida por JC Flowers ha hecho que la entrada del fondo estadounidense haya estado en algún momento en el aire ante la negativa de los tres socios de Banca Cívica a transigir con las condiciones, fundamentalmente Caja Canarias. La entidad insular ha sido la más reacia a la hora de aceptar el órdago del fondo neoyorquino, dado que las aspiraciones de alcanzar el 49% del grupo financiero echan por tierra el reparto inicial de poder alcanzado entre los tres socios locales de Banca Cívica, de acuerdo con la versión de fuentes próximas a la alta dirección. Esta situación ha hecho que las negociaciones entre las dos partes hayan llegado a estar bloqueadas. Por este motivo, el presidente ejecutivo e impulsor de Banca Cívica, Enrique Goñi, tuvo que viajar a Nueva York la penúltima semana de octubre para tratar de relanzar la entrada de JC Flowers. El financiero navarro, director general de Caja Navarra hasta la fusión de las tres cajas, permaneció en la capital estadounidense varios días, aunque regresó a España al concluir la semana para informar a sus homólogos de Banca Cívica de los avances conseguidos tras sus gestiones. Pero la tarea no está resuelta. Goñi tuvo que dejar en Nueva York a un grupo de ejecutivos para que continuara negociando con JC Flowers, al frente de cuyo equipo estaba Roberto Rey, director general de Caja Burgos y responsable de las áreas de Desarrollo Corporativo y Relaciones con Mercados Internacionales, entre otras funciones, dentro de la nueva Banca Cívica. Desde la entidad, enmarcan estos viajes dentro de la normalidad del proceso de negociación, igual que en otras ocasiones han sido los gestores del fondo de capital riesgo los que han estado en España. Precisamente, el anuncio del acuerdo de intenciones fue previo al posterior proceso de auditoría que ha llevado a cabo el fondo para formalizar su inversión. “Flowers ha aprovechado esta situación para apretar al máximo”, aseguran fuentes próximas a la cúpula de Caja Navarra. Al contrario que el dinero público del FROB, el fondo estadounidense responde al patrón de su fundador, Chris Flowers, un ex banquero de éxito de Goldman Sachs que probó suerte en solitario a finales de los 90. Optó por especializarse en negocios financieros con problemas y convertirse en un salvador de bancos. Y en España, antes de entrar en Banca Cívica probó fortuna antes en CajaSur. Según fuentes de la entidad navarra, JC Flowers no ha exigido en ningún momento el 49% del capital, de manera que las negociaciones con Banca Cívica, asesorada por el abogado español Ignacio Foncillas, continúan abiertas, dentro del marco natural en el que se desenvuelven este tipo de operaciones. “Se trata de una operación compleja y difícil, que va casi por delante de la legislación”, explica un portavoz oficial. “En ningún momento, un inversor privado tendrá más del 49% del capital. Antes de llegar a esa situación el grupo se habría constituido en una fundación”. Aunque no existe una fecha límite para rubricar el acuerdo, el 31 de diciembre de 2010 es la línea roja que tienen fijada todas las cajas de ahorro en proceso de fusión para estar operativas bajo los nuevos formatos. También Banca Cívica maneja ese calendario, aunque sus estimaciones iniciales contemplaban que la alianza con JC Flowers hubiera estado lista a la vuelta del verano. Precisamente, esta situación ha hecho que el Banco de España esté encima del día a día de las negociaciones, aunque según la versión oficial se trata en realidad de consultas técnicas para la ejecución del proceso. Suspenso en los test de estrés Banca Cívica fue el primero en recurrir a la entrada de capital privado para apuntalar su estructura de capital. El pasado 23 de julio anunció el acuerdo de intenciones por el que JC Flowers se comprometía a suscribir una emisión de bonos convertibles por importe de 450 millones de euros. El mismo día, solo unas horas después, el Banco de España dio a conocer los resultados de los test de estrés, según los cuales el grupo compuesto por Caja Navarra, Caja Burgos y Caja Canarias no superaría la prueba de solvencia planteada con vistas a un escenario económico más adverso. De acuerdo con el resultado de la prueba elaborada por el Comité Europeo de Supervisores Bancarios, que también suspendieron otras cuatro cajas de ahorro españolas, Banca Cívica, que no solicitó ayudas del FROB para llevar a cabo su proceso de fusión fría, necesitaría una recapitalización de 406 millones de euros. Ese mismo importe, con una desviación al alza, es el que JC Flowers aportaría 450 millones, deuda convertible en acciones en el plazo de dos años por la que cobrará un 7,5% de intereses al año y además tendrá derecho a varios puestos en el consejo de administración. Precisamente, el perfil del socio elegido se ha convertido en el principal objeto de críticas dentro de Banca Cívica, ¨por no ser necesario, realizarse en un momento inadecuado, sin contar con las cajas y por cerrarse con prisas tras el resultado de las pruebas de estrés¨. Los sindicatos del SIP, en el que UGT es mayoritario, han reparado en hacer pública su oposición al acuerdo, entre otros aspectos por la poca transparencia existente. Desde dentro, los representantes de los trabajadores ven a JC Flowers como un inversor cuyos intereses desvirtuarán la naturaleza de la entidad. EL CONFIDENCIAL. 3-11-2010 Internacional. El País El fracaso de Obama Antonio Caño En una campaña en la que no ha ahorrado esfuerzos ni escurrido el bulto en ningún momento, Barack Obama ha hecho dos confesiones que definen su pensamiento y justifican parcialmente su derrota. Una fue durante su participación en el programa de Jon Stewart: "Hemos conseguido cosas que la gente ni siquiera conoce". Otra, en una entrevista con The New York Times: "Probablemente hay un orgullo perverso en mi Administración -y yo asumo la responsabilidad por ello- de que íbamos a hacer lo que había que hacer aunque fuese impopular a corto plazo". Ambas declaraciones son, posiblemente, las palabras de un honesto gestor, pero también de un mal político. La lluvia de dinero derramada por Karl Rove para desvirtuar los logros de esta presidencia es una de las explicaciones de los resultados de anoche. La persistencia de un índice de paro cercano al 10% durante todo el último año es otra razón, aún más poderosa. Pero unas elecciones recogen un estado de ánimo general sobre el trabajo de un Gobierno, y es imposible comprender lo ocurrido sin buscar las culpas del propio presidente. Obama llegó al poder aupado por una ola de entusiasmo popular como no se recuerda en la historia americana. De la noche a la mañana, un desconocido político de Chicago se había convertido en presidente de Estados Unidos, premio Nobel de la Paz y mito internacional. Ese fenómeno insólito marcó su carácter y su gestión. Obama se sintió capaz de todo: de abordar la reforma sanitaria en la que todos habían naufragado, de cortar las ambiciones de Wall Street, de abrir un ciclo progresista tan largo como el que Ronald Reagan inauguró para los conservadores. Cuando surgieron los primeros síntomas de que el cambio no fluía, de que la reforma sanitaria se topaba con miles de obstáculos y que la situación económica exigía otras medidas, Obama, convertido ya en una estrella rutilante, persistió, con desproporcionada confianza en sí mismo, con la seguridad de que el público acabaría entendiendo y rindiéndose ante la verdad. ¡Qué templanza, qué serenidad!, se decía cuando Obama ofrecía su sonrisa ante las adversidades. Pero esa sonrisa se fue haciendo algo forzada, algo irritante. Mientras se extendían los desahucios de viviendas y cerraban factorías, la sonrisa de Obama dejaba de ser la de un líder seguro y empezaba a ser la de un político indiferente, la de un hombre arrogante. La arrogancia de Obama ha sido motivo de crítica, muchas veces injusta, de parte de la derecha. El Tea Party ha explotado el intelectualismo de Obama -educado en Harvard- y de su Administración -repleta de títulos de Ivy League- como una prueba de su separación respecto al país real, a la América profunda. El rechazo al intelectualismo es un fenómeno viejo en la sociedad norteamericana sobre el que ya teorizó Richard Hofstadter en un magnífico ensayo en 1963. Pero, en el caso de Obama, esa crítica reposa sobre un sustrato cierto. El intelectualismo de Obama es, obviamente, una garantía de su solvencia, pero también es motivo de una actitud excesivamente contemplativa ante los acontecimientos. Su arrogancia no es el fruto de una cuna privilegiada sino el producto de un éxito prematuro. Esa personalidad se refleja en su política. Quizá el momento elegido no era el mejor para la reforma sanitaria, quizá debió corregir sobre la marcha, quizá tuvo que atender los primeros síntomas de malestar entre los ciudadanos. Son muchos quizás, efectivamente. Es fácil juzgar los acontecimientos a posteriori. Pero lo que distingue a los gigantes políticos es su capacidad de acertar en las decisiones inmediatas. Obviamente, Obama no ha acertado. Pueden parecer magníficos algunos de sus logros y extraordinariamente nobles sus motivos. Pero una mayoría de los norteamericanos no lo cree y, en una democracia, es obligación de un presidente respetar la opinión de sus electores. En una democracia hay gobernantes, no grandes timoneles ni guías morales. EL PAÍS. 3-11-2010

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