Televisión

España, exportadora de ficción

Es habitual desde hace años que las televisiones españolas incorporen series extranjeras de éxito, sobre todo norteamericanas, como reclamo fundamental en sus programaciones. Pese a todo, las series de creación propia siguen siendo las más vistas por los telespectadores, que optan por la cercaní­a de la ficción hecha en nuestro paí­s. Ahora asistimos a una nueva edad de oro de la ficción televisiva española, nuestras series traspasan fronteras y los paí­ses que adquieren sus derechos de emisión ya se cuentan por decenas.

La serie ionera en este sentido fue la exitosa Médico de Familia. Hace ahora diez años que su productora Globomedia vendió sus derechos a la televisión portuguesa, posteriormente acabaría emitiéndose en 18 países más. Después de una década los números hablan por si solos, Cuenta atrás, ha sido vendida a 49 países; Un paso adelante, a 32; Los hombres de Paco, a 25; Los Serrano, a 21 y El Internado, a 18, en lo que sería el “top five” de éxitos en el extranjero.Algunas series se comercializan para emitirse dobladas. En otras ocasiones, los países compran los derechos para hacer su propia versión con sus actores, respetando el guión original. Este último caso es, por ejemplo, el de I Cesaroni, la versión que ha hecho Italia de Los Serrano. El estreno de la tercera temporada de la adaptación italiana el pasado domingo, fue seguido por 7,6 millones de personas.En un principio el mercado se dirigió únicamente a los países vecinos, pero la grata respuesta recibida ha hecho que nuestras series ya triunfen en los países del este, en Escandinavia, y lógicamente en Latinoamérica. Es el ejemplo de Cuéntame. Las peripecias de La familia Alcántara en plena Transición han viajado a Puerto Rico, México, Finlandia y Uruguay, y su historia ha sido adaptada en Italia y Portugal.Un fenómeno al alza, aunque con mucho camino todavía por recorrer. Las televisiones consiguen obtener ingresos por productos por los que no hace tanto tiempo se dedicaban a pagar grandes cantidades. Una línea de actuación que sería aún más recomendable en lo que respecta a las televisiones públicas, ya que además de sanear cuentas en lo económico, contribuyen a la activación de la industria audiovisual, a la difusión de nuestra cultura en el exterior, y a la promoción de actores y realizadores que tienen en la televisión el principal trampolín para una actividad profesional en condiciones dignas.

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