SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

España bordea ya el precipicio

«España bordea ya el precipicio; de vosotros depende que caiga hacia un lado o hacia otro», afirmó el portugués en alusión a que todo el país debe cerrar filas para contener el déficit público y reformar la economía nacional para no seguir el duro camino de Grecia, Portugal o Irlanda. El portugués recibió a los barones en un almuerzo en Bruselas y, según varios asistentes consultados por EL MUNDO, «hizo una presentación muy seria de la situación».Sin mencionar expresamente a Zapatero ni a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, el ex primer ministro portugués aseguró a los comensales que España carece de credibilidad actualmente y es necesario un nuevo impulso. También advirtió de que, en las próximas semanas, la Unión Europea tomará decisiones importantes que afectarán a España. De hecho, el Consejo Europeo ha sido aplazado del día 17 al 23 en un cambio de calendario totalmente inusual en Bruselas y que da idea de que el eje franco-alemán aún no ha madurado un acuerdo para poder presentarlo al resto de socios. (EL MUNDO)EL ECONOMISTA.- La precampaña electoral no sólo ha comenzado para los partidos políticos. También las organizaciones sociales empiezan a tomar posiciones y a ordenar sus prioridades y propuestas, en una particular «carta a los Reyes Magos» que, en esta ocasión vienen en noviembre, a lomos de las urnas y en forma de nuevo Gobierno. Y como dicen que quien da primero da dos veces, la CEOE aprobará el próximo día 19 un documento en el que detallará las medidas que la patronal considera imprescindibles para recuperar la economía y que tiene como elemento fundamental la exigencia de una contrarreforma laboral urgente.EL PAÍS.- La crisis de la banca y la deuda soberana en Europa registró ayer un nuevo agravamiento. En una decisión de la que no se recuerdan precedentes, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, se vio obligado ayer a aplazar la cumbre europea, prevista para los próximos días 17 y 18, hasta el 23 de octubre. La razón fundamental es la falta de acuerdo sobre la forma de recapitalizar los bancos europeos. También están en la agenda caliente del consejo la aprobación del sexto tramo de ayuda a Grecia, por unos 8.000 millones y la remodelación de la participación de los bancos en el segundo rescate a este país.LA VANGUARDIA.- EL primer error fue admitir a Grecia en el euro, según han reconocido destacados líderes europeos; un país que tuvo que maquillar sus cuentas públicas para conseguirlo. El segundo error de la UE, auspiciado este por Alemania, fue no resolver inmediatamente sus problemas financieros, algo que habría sido relativamente fácil, ya que Grecia supone tan sólo el 2% del PIB europeo. Ello habría evitado que su crisis contaminase la deuda pública de gran parte de la zona euro. El tercer error –también de origen germano– ha sido empecinarse en el ajuste fiscal puro y duro de Grecia, sin un plan de inversiones europeo para ayudar a su crecimiento, lo que ha provocado su asfixia económica y su práctica suspensión de pagos.Crisis. El MundoBarroso avisa a las autonomías: ‘España bordea ya el precipicio’Carlos SegoviaEl presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, lanzó ayer en privado un solemne mensaje de alarma a nueve presidentes de comunidades autónomas españolas. «España bordea ya el precipicio; de vosotros depende que caiga hacia un lado o hacia otro», afirmó el portugués en alusión a que todo el país debe cerrar filas para contener el déficit público y reformar la economía nacional para no seguir el duro camino de Grecia, Portugal o Irlanda.El portugués recibió a los barones en un almuerzo en Bruselas y, según varios asistentes consultados por EL MUNDO, «hizo una presentación muy seria de la situación». En presencia de presidentes socialistas como José Antonio Griñán o Patxi López, y populares como José Antonio Monago, Alberto Fabra, José Ramón Bauzá o Luisa Fernanda Rudi, Durão exigió «compromiso» para sacar adelante el país.El presidente de la Comisión instó en Bruselas a los presentes a ponerse a disposición del nuevo presidente del Gobierno salido de las urnas del 20 de noviembre «sea quien sea el ganador de las elecciones». Aunque es miembro del Partido Popular Europeo, Durão se mostró en todo momento en su papel institucional, según asistentes consultados.El dirigente comunitario se congratuló por el acuerdo alcanzado en agosto entre el Gobierno de Zapatero y el Partido Popular para la reforma de la Constitución. «Esa actuación rápida ha permitido marcar diferencias con Italia», resaltó. Pero añadió que ese pacto constitucional para sujetar el déficit no es suficiente y que «España sigue en el punto de mira ante los mercados».Sin mencionar expresamente a Zapatero ni a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, el ex primer ministro portugués aseguró a los comensales que España carece de credibilidad actualmente y es necesario un nuevo impulso. También advirtió de que, en las próximas semanas, la Unión Europea tomará decisiones importantes que afectarán a España. De hecho, el Consejo Europeo ha sido aplazado del día 17 al 23 en un cambio de calendario totalmente inusual en Bruselas y que da idea de que el eje franco-alemán aún no ha madurado un acuerdo para poder presentarlo al resto de socios.El almuerzo de ayer se prolongó durante más allá de la hora y media prevista y, según los asistentes consultados, Durão Barroso exhibió un elevado conocimiento de la situación del déficit tanto en el Estado como en las comunidades autónomas y las diferencias en nivel de paro. Resaltó que es esencial que España cumpla con sus compromisos de ajuste, que fuerzan a reducir el déficit al 6% con respecto al Producto Interior Bruto (PIB) en 2011 para poder inspirar confianza a los países del norte de la Unión Europea.«Cuanta más estabilidad, más solidaridad», manifestó en alusión a que Alemania sólo aceptará prolongar los fondos comunitarios a las comunidades españolas si observa seriedad en el respeto a los compromisos presupuestarios.El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, le recordó durante el almuerzo que en 2003 fueron Alemania o Francia los que incumplieron el objetivo de déficit. «Ahora toca cumplir», replicó el portugués.Ejerció como anfitrión el presidente de la Junta de Extremadura, el popular, José Antonio Monago, que es actualmente jefe de la delegación española en el Comité de las Regiones.De hecho, el almuerzo consistió en un menú extremeño, que el portugués calificó de «grato» y dio pruebas de que lo conocía bien por razones fronterizas. El Representante Permanente de España ante la Unión Europea, Luis Planas, comentó a varios asistentes a la salida que el presidente de la Comisión Europea se había mostrado más franco y distendido de lo que cabía esperar en un encuentro de esta naturaleza.Por su parte, distintos presidentes expusieron sus propias preocupaciones. El presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, rechazó que se suspendan las ayudas regionales a los países con déficit excesivo, como propuso Bruselas la semana pasada para prevenir nuevas crisis de deuda. Según informa Europa Press desde Bruselas, Valcárcel manifestó que «hay que introducir elementos de flexibilidad para los estados miembros, no vaya a ser que por el incumplimiento de determinados países, al final se sancione a las regiones como las causantes de algo que, sin embargo, más bien sería el producto de una mala gestión de esos estados miembros».La presidenta del Gobierno aragonés, Luisa Fernanda Rudi, reclamó que la propuesta de Bruselas sobre los ejes que deben ser prioritarios para la futura red europea de transporte no deje fuera el corredor central para dar paso a otros corredores, y consideró «inadmisible» que España tenga sólo dos comunicaciones con el resto de Europa «a las que separan 500 kilómetros».Por el contrario, el presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, defendió el Corredor Mediterráneo como la mejor opción. «Barroso ha comentado la necesidad de invertir en aquello que sea más productivo, y creo que lo más productivo es tener en cuenta nuestros puertos, en los que han hecho muchas inversiones con los fondos europeos (…) No nos podemos permitir el lujo de invertir en aquello que sea menos productivo», manifestó Fabra, según informa Efe.Griñán declaró que «la situación del sector financiero europeo es el problema más urgente y así se lo he dicho al presidente de la Comisión. Hoy hemos tenido un caso en Bélgica, mañana podemos tener otro en cualquier otro sitio y creo que ésa es la reforma más urgente».EL MUNDO. 11-10-2011Empresarios. El EconomistaLa CEOE exigirá al nuevo Gobierno una contrarreforma laboral urgenteJosé María TriperLa precampaña electoral no sólo ha comenzado para los partidos políticos. También las organizaciones sociales empiezan a tomar posiciones y a ordenar sus prioridades y propuestas, en una particular «carta a los Reyes Magos» que, en esta ocasión vienen en noviembre, a lomos de las urnas y en forma de nuevo Gobierno.Y como dicen que quien da primero da dos veces y, además, el viento de las encuestas sopla esta vez a su favor, la CEOE aprobará el próximo día 19 un documento en el que detallará las medidas que la patronal considera imprescindibles para recuperar la economía y que tiene como elemento fundamental la exigencia de una contrarreforma laboral urgente.»Se trata de completar la reforma que aprobó el Gobierno, por decreto, en julio de 2010, y cambiar aquello que no sirve», afirma un alto responsable empresarial próximo a Rosell, para conseguir un modelo laboral en España, similar al que «existe y funciona ya en Alemania y en Francia».El documento ha sido elaborado por el vicesecretario general de la patronal, Alberto Nadal, hermano gemelo del secretario de Economía y Empleo del Partido Popular, Álvaro Nadal, y se debatirá mañana en la reunión de vicepresidentes para, una vez, aprobado, presentarlo a todos los partidos políticos que concurren a los comicios del 20-N.En el capítulo relativo a la contratación, la propuesta de CEOE insiste en reducir significativamente el número de tipos de contratos existentes en España, hasta llegar, si no al modelo de contrato único, sí a una efectiva aproximación, acompañada del abaratamiento del despido.Uno de los caballos de batalla de la patronal española en este tema será también la exigencia al Ejecutivo que salga de las urnas de que se potencia el contrato de formación para jóvenes, pero incluyendo en el mismo las suficientes garantías jurídicas para que estos contratos no tengan que convertirse necesariamente en indefinidos, una vez finalizado el periodo formativo, correspondiendo la prórroga y el modelo de la misma a la decisión del empresario. En la misma línea se pedirá también impulsar el contrato a tiempo parcial.Flexibilidad laboralEspecial importancia tiene para CEOE el conseguir una flexibilidad auténtica para que las empresas puedan acomodar la jornada laboral y los periodos de trabajo a las condiciones de actividad, demanda y producción, introduciendo las compensaciones necesarias a la parte laboral. Igualmente es importante en este apartado la liberalización al máximo de la movilidad geográfica de los trabajadores.También reitera CEOE su demanda de facilitar al máximo el descuelgue de las empresas de los convenios colectivos de sector o nacionales. Descuelgue fácil que no supone la generalización de los convenios de empresa.Al margen de la reforma laboral, el documento de CEOE aborda todas las cuestiones que afectan a la actividad empresarial, incluyendo la reducción del tipo impositivo en Sociedades; la rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social, que consideran un «impuesto al empleo»; la normalización de los mercados financieros; el impulso a la internacionalización empresarial y una apuesta decidida por la innovación y las nuevas tecnologías.EL ECONOMISTA. 11-10-2011Eurocrisis. El PaísLa falta de acuerdo sobre la banca obliga a aplazar la cumbre de la UEAndreu MisséLa crisis de la banca y la deuda soberana en Europa registró ayer un nuevo agravamiento. En una decisión de la que no se recuerdan precedentes, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, se vio obligado ayer a aplazar la cumbre europea, prevista para los próximos días 17 y 18, hasta el 23 de octubre. La razón fundamental es la falta de acuerdo sobre la forma de recapitalizar los bancos europeos. También están en la agenda caliente del consejo la aprobación del sexto tramo de ayuda a Grecia, por unos 8.000 millones y la remodelación de la participación de los bancos en el segundo rescate a este país.Las autoridades europeas habían negado primero la necesidad de inyectar más capital a las entidades europeas cuando, a finales de agosto, fueron requeridos para ello por la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. Funcionarios del FMI cifraron en unos 200.000 millones las necesidades de recapitalización de la banca europea. Poco a poco, a partir de la reunión de los ministros de Economía celebrada en Wroclaw (Polonia) el pasado 16 de septiembre, a la que asistió excepcionalmente el secretario de Estado del Tesoro Tim Geithner, los líderes europeos han ido aceptando esta realidad.Ahora, la discusión, sobre todo entre París y Berlín, se centra en cómo se concreta la recapitalización de las entidades financieras y si se realiza de forma coordinada. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés Nicolas Sarkozy, que mantuvieron un encuentro el pasado domingo para resolver sus discrepancias, coinciden en que primero sean los bancos los que traten de obtener más fondos en el mercado de capitales y solo después de agotar esta vía, acudan al sector público si no logran cubrir sus necesidades.Las diferencias entre Francia y Alemania se encuentran en la forma en que debe participar el sector público. Para Berlín, primero se debe actuar con los fondos públicos nacionales de cada país, y solo en última instancia cuando un Gobierno carezca de recursos suficientes se puede acudir al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Para Sarkozy el orden de la intervención pública deber ser primero el FEEF y después los recursos nacionales. El presidente francés teme que un recargo en las cuentas públicas nacionales pueda poner en riesgo la máxima calificación crediticia de su país. En un comunicado, Van Rompuy justificaba el aplazamiento una semana porque «nos permitirá finalizar nuestra estrategia global para la crisis de deuda soberana en la zona euro, incluyendo un número de asuntos interrelacionados». El texto precisa que «se necesitan elementos adicionales para afrontar la situación de Grecia, la recapitalización de la banca y el refuerzo de las herramientas del Fondo Europeo de Estabilización (FEEF)».Todos estos aspectos están estrechamente relacionados con el resultado de la misión de la troika (Comisión Europea, Banco central Europeo y FMI) en Grecia sobre «el estado de implementación del programa y los planes de la Comisión Europea sobre el marco de la recapitalización bancaria, teniendo en cuenta el trabajo de la Autoridad bancaria Europea».Para preparar la cumbre se celebrarán sendas reuniones del Eurogrupo y el Ecofín (reunión de ministros de Economía y Finanzas), de las que todavía no se han precisado las fechas.Las necesidades de capitalización de los bancos europeos se cifran entre 100.000 y 230.000 millones. Desde 2008, ya han recibido 304.000 millones en inyecciones de capital, además de otras ayudas en forma de garantías y compra de activos dañados por una cuantía de otros 900.000 millones. Según el vicepresidente de la Comisión, y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, desde octubre de 2008, Comisión ha tomado decisiones para reestructurar 25 bancos y la liquidación ordenada de 11. Actualmente, la Comisión está trabajando en la reestructuración de otros 21 bancos «y no podemos excluir que este número pueda crecer en el futuro próximo».EL PAÍS. 11-10-2011Editorial. La VanguardiaEuropa no puede cometer más erroresEL primer error fue admitir a Grecia en el euro, según han reconocido destacados líderes europeos; un país que tuvo que maquillar sus cuentas públicas para conseguirlo. El segundo error de la UE, auspiciado este por Alemania, fue no resolver inmediatamente sus problemas financieros, algo que habría sido relativamente fácil, ya que Grecia supone tan sólo el 2% del PIB europeo. Ello habría evitado que su crisis contaminase la deuda pública de gran parte de la zona euro.El tercer error –también de origen germano– ha sido empecinarse en el ajuste fiscal puro y duro de Grecia, sin un plan de inversiones europeo para ayudar a su crecimiento, lo que ha provocado su asfixia económica y su práctica suspensión de pagos. En consecuencia, de lo que habría sido tan sólo un problema asumible, equiparable al de cualquier pequeño estado federal de Estados Unidos, hemos pasado a una nueva crisis económico-financiera que puede tener alcance global, como ha admitido el propio presidente Obama.En pocos meses, de la desconfianza hacia la deuda pública de los estados europeos periféricos se ha pasado a la desconfianza hacia la banca europea, por la elevada financiación estatal que asume, que se ha traducido en un nuevo colapso crediticio, como el que se experimentó en el 2008 tras la quiebra del banco Lehman Brothers. Ello asfixia la economía productiva y está a punto de provocar la recaída en la recesión.La crisis del banco franco-belga Dexia, que ha tenido que ser nacionalizado, es una primera alarma real tras los reiterados avisos que desde agosto ha dado el FMI sobre la necesidad de recapitalización de la banca europea. La lentitud institucional de la UE, que aún no ha sido capaz de poner en práctica los acuerdos del 21 de julio para ayudar a Grecia, resulta exasperante y explica la creciente desconfianza hacia la zona euro.Finalmente, este fin de semana, la canciller alemana, Angela Merkel, sobre quien recae el liderazgo de facto del euro, ha decidido dar un paso al frente y ha prometido contribuir a la recapitalización de la banca europea e impulsar soluciones rápidas y duraderas a la crisis del euro, con reformas institucionales incluidas, que se deben concretar en las próximas semanas. Lo ha hecho tras reunirse con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y constatar la gravedad de la situación. De entrada, los bancos de sus respectivos países son los más afectados por la deuda griega, con 53.000 millones de euros Francia y 34.000 millones Alemania.El nuevo gran error que puede cometer Alemania es limitarse a insuflar capital a la banca europea, básicamente franco-alemana. Eso es importante para evitar el descalabro. Pero no soluciona el problema de fondo de la zona euro, que se deriva del bajo crecimiento económico que impide a los estados generar ingresos fiscales suficientes para reducir su deuda pública.La única solución efectiva es que Alemania, como primera economía europea, reactive su consumo interior y ejerza de verdadera locomotora para el crecimiento del resto de los países. Eso ayudaría a devolver la confianza en el conjunto de la zona euro, porque podría originar ingresos fiscales para pagar sus deudas, y por ende resolvería los problemas de la banca endeudada con los estados. Todo lo que no sea ir por este camino no será una solución estable y duradera, ni siquiera la anunciada reforma de los tratados, lenta y complicada.LA VANGUARDIA. 11-10-2011

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