Prórroga de las ayudas “anticrisis”, aunque se recortarán progresivamente

Escudo social, pero menos

Es positivo que se mantenga una parte de las ayudas. Tanto el FMI como la Comisión Europea reclamaban su retirada total e inmediata. Pero sus recortes progresivos anticipan su desaparición. Todo indica que, aunque modulando los ritmos, el gobierno cumplirá con las imposiciones exteriores.

El gobierno de coalición ha prorrogado muchas de las medidas anticrisis, destinadas a contener los efectos de la inflación o la subida de la energía.

Es una buena noticia, pero su “letra pequeña” no lo es tanto. Las ayudas se irán recortando progresivamente. Y la perspectiva es que desaparezcan totalmente.

¿Cómo quedará el paquete de medidas anticrisis en 2024?

  • Precio de los alimentos: Se mantiene el IVA del 0% a los alimentos básicos y del 5% al aceite o la pasta. Esta medida ha sido un alivio, pero no ha impedido que la cesta de la compra cueste a una familia 1.000 euros más al año.
  • Pensiones: subirán un 3,8%, al mismo nivel que el IPC, pero por debajo de la subida de alimentos o vivienda.
  • Precio de la luz: Se prorroga la rebaja del IVA, pero elevándolo del 5% actual al 10%. Otros impuestos que habían sido eliminados, seguirán por debajo de los niveles anteriores a la crisis energética, pero se incrementarán hasta el 5% o el 7%.
  • Seguirá vigente el límite a la subida en las tarifas del gas y la ampliación del bono social, con rebajas de entre el 65% y el 80% para hogares con menos recursos.
  • El 31 de diciembre dejará de estar vigente la “excepción ibérica”, que ha permitido ahorrar más de 5.000 millones.
  • Se mantienen las ayudas, pero se reduce su cuantía. El precio de la luz está lejos de los máximos registrados, pero sigue muy por encima de lo que pagábamos en 2019.
  • Medidas antidesahucios: se mantienen las medidas para proteger a familias vulnerables, así como la prohibición de cortes de suministros a hogares con dificultades. Estas medidas han ayudado, pero no han paralizado los desahucios.
  • Transporte público: seguirá vigente la gratuidad de los abonos de media distancia y cercanías y el descuento del 50% en las líneas interurbanas.
  • Impuestos especiales a banca y energéticas: terminaban en 2023 pero se prorrogarán por un año. El gobierno afirma que estudiará hacerlos permanentes. Pero el acuerdo con el PNV ha suavizado lo que pagarán las energéticas, al permitirles deducirse inversiones. Estos impuestos especiales no han evitado que bancos, eléctricas y petroleras presenten en los dos últimos años récords de beneficios.

Es positivo que se mantenga una parte de las ayudas. Tanto el FMI como la Comisión Europea reclamaban su retirada. Ha sido la presión social la que ha impuesto su continuidad, aunque sea parcial.

Pero sus recortes progresivos anticipan su desaparición. Todo indica que, aunque modulando los ritmos, el gobierno cumplirá con los mandatos de reducción de la deuda y el déficit que obligan a recortar gastos… siempre en el mismo sentido.

Y cabe recordar que el “escudo social”, aunque ha supuesto un alivio para muchos sectores, y desde estas páginas hemos respaldado la mayoría de sus medidas, ha demostrado que no es la solución que necesitamos. Durante su vigencia se ha continuado recortando el salario real y el poder adquisitivo de la mayoría, mientras que bancos, eléctricas, petroleras, gigantes de la distribución, los fondos que controlan la vivienda… multiplicaban sus ganancias.

Lo que necesitamos es una política de Redistribución de la Riqueza. Que aumente al 50% el impuesto de sociedades que pagan bancos, monopolios y capital extranjero. Actualmente solo abonan el 4% de sus beneficios. Destinando ese dinero a crear empleo, reindustrializar el país, mejorar la sanidad y la educación públicas, subir pensiones… Ese sí sería un “escudo social” efectivo.

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