Cargando...Todo empieza un día antes, a última hora de la tarde. El gabinete de prensa de la Generalitat Valenciana cuelga en su página web la agenda del president para el día siguiente. “Alberto Fabra acudirá a…”, a tal sitio y a tal hora.
En ese momento los teléfonos móviles, las cuentas de Twitter y de Facebook de la mayoría de los 1.600 trabajadores de la radio y la televisión pública valencianas se ponen en marcha. “Agenda de Fabra para mañana martes: http://www.albertofabra.gva.es/agenda” y el mecanismo se pone en funcionamiento.
Desde que se apagaron las emisiones de RTVV, el líder del PP en el País Valenciano ha celebrado una reunión con sus consejeros en Ibi (alicante), a 100 kilómetros de la capital, y ha celebrado dos actos públicos en los que ha tenido que salir escoltado por la policía. Su número dos, José Císcar, ha ofrecido una rueda de prensa a la que no asistió ningún periodista en protesta por el cierre del canal autonómico.
Hoy Fabra tenía anunciados en su agenda dos actos. El primero, a las 9.00 horas, la inauguración de unas jornadas empresariales, ha transcurrido con normalidad. Pero en el segundo, durante la presentación de unos talleres de empleo, ha tenido que entrar y salir escoltado del Centre de Turisme donde se desarrollaba el acto.
A su llegada, varias decenas de trabajadores del ente autonómico le esperaban para increparle sobre su decisión de cerrarlo. Gritos de “Fabra dimisión” y “Ladrones”. Entre los que protestaban, se encontraban los presentadores de informativos y de tertulias.
La salida también se produjo entre gritos y empujones de la policía autonómica, los escoltas presidenciales y efectivos de la policía nacional contra los trabajadores de Canal Nou y los periodistas que cubrían la información. De hecho, uno de los escoltas empujó a una redactora de Cuatro, a la que tiró al suelo cuando intentaba acercarse a Fabra para recoger sus declaraciones.
El ambiente de tensión de este martes es el mismo que se vivió el día anterior. Ese día Fabra tenía su primer acto oficial después del cierre del canal autonómico y más de un centenar de trabajadores de RTVV le esperaron para exigir su dimisión a la entrada y a la salida, e incluso se fueron detrás de él una vez que se metió en el coche oficial.
Ante estos escraches, Albero Fabra ha asegurado que va a mantener su agenda y continuará asistiendo a los actos. “Si alguien quiere acompañarme, que lo haga”, ha concluido en un mensaje dirigido a los trabajadores de RTVV.