«Así que aplaudimos al secretario de Defensa, Robert Gates, cuando dejó claro la semana pasada que esos días de despilfarro se han acabado. La reducción en cinco años de 78.000 millones de dólares en los planes de gasto proyectados que propone es la mayor dosis de austeridad para el Pentágono desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Pero en términos del presupuesto general, el recorte no es lo suficientemente grande.»
Gates retende contener el avance del crecimiento real en el presupuesto mediante la eliminación de armas costosas e inviables como el Vehículo Expedicionario de Combate, reduciendo el número de soldados futuros para el Ejército y los Marines, el aumento de los pagos del seguro de salud para militares retirados en edad de trabajar, y restringiendo las cuentas infladas y la ineficiencia en todos los ámbitos. Esto no incluye las operaciones de combate en Irak y Afganistán, que se financian por separado. (THE NEW YORK TIMES) LE MONDE.- Para los alemanes, el año 2011 es "Superwahljahr", un super-año electoral. Es cierto, no se renueva el Bundestag, el cargo de Angela Merkel no esta, pues en juego, pero los votantes deben acudir a votar en al menos siete de los dieciséis estados-regiones. Desde Hamburgo a Stuttgart, Bremen o Berlín, los alemanes están llamados a renovar sus autoridades regionales que, en este Estado federal, son casi tan importantes como una elección nacional. EEUU. The New York Times Escarbar más profundamente en el Pentágono Poner en manos del Pentágono cheques en blanco respaldados con dinero prestado nunca nos impresionó como algo inteligente. Así que aplaudimos al secretario de Defensa, Robert Gates, cuando dejó claro la semana pasada que esos días de despilfarro se han acabado. La reducción en cinco años de 78.000 millones de dólares en los planes de gasto proyectados que propone es la mayor dosis de austeridad para el Pentágono desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Es especialmente llamativo que el Sr. Gates esté listo para el recorte, ya que republicanos mucho menos responsables en el Capitolio están poniendo el presupuesto de defensa fuera de los límites de gasto por razones políticas. Pero en términos del presupuesto general, el recorte no es lo suficientemente grande. Gates pretende contener el avance del crecimiento real en el presupuesto mediante la eliminación de armas costosas e inviables como el Vehículo Expedicionario de Combate, reduciendo el número de soldados futuros para el Ejército y los Marines, el aumento de los pagos del seguro de salud para militares retirados en edad de trabajar, y restringiendo las cuentas infladas y la ineficiencia en todos los ámbitos. (Esto no incluye las operaciones de combate en Irak y Afganistán, que se financian por separado.) Esto dejará aún el gasto militar no de guerra del próximo año en 553 mil millones dólares, superior en términos reales al pico de la guerra fría. Y, bajo el plan del Sr. Gates, aún seguirá subiendo un poco durante dos años más antes de que la reducción se lleve a cabo en el año fiscal de 2015. Incluso aunque la tasa de crecimiento se desacelere, lo que depende de la incierta aprobación del Congreso, es fiscalmente insostenible. El gasto militar supone más de 50 centavos de cada dólar de gasto discrecional del gobierno federal. Y el Pentágono gasta ese dinero más inútilmente y con menos beneficios para el estímulo económico que otros departamentos federales. El presidente Obama dejó exento al Pentágono de su anunciada congelación en la mayoría de los otros gastos discrecionales. Su comité de presupuesto bipartita llamó con razón a poner fin a dicha exención. El presupuesto del Pentágono tiene más grasa que cualquier otra área del gasto federal. Obama debe reconocer que la protección de esa grasa está devastando medios vitales para los programas nacionales que podrían compensar la diferencia. Gates ha sido el mejor gestor fiscal del Pentágono en décadas. Trajo un poco de disciplina a un proceso de contratación conocido por amañadas opciones estratégicas y la compra de armas no necesarias para el combate. Pero gastó más de la cuenta en fantasiosas armas de aire y mar irrelevantes para las guerras en Irak y Afganistán, dejando de lado la necesidad desesperada de equipos básicos como las armas defensivas y los drones [aviones de ataque teledirigidos y no tripulados]. El Vehículo Expedicionario de Combate que el señor Gates ahora quiere eliminar es un tanque de asalto anfibio de 14,4 mil millones de dólares peligrosamente vulnerable a las mejoradas armas anti-buque. Algunos ahorros en las compras se desplazarán a programas de armas más vitales, como un nuevo bombardero de largo alcance. El resto se utilizará para reducir la tasa de crecimiento del gasto militar en el futuro. Para comenzar a trocear el déficit, el Pentágono debe llegar a recortes mucho más profundos en la contratación, como los pedidos de miles de nuevos aviones tácticos de corto alcance en favor de los nuevos bombarderos de la Fuerza Aérea y las aeronaves sin piloto de largo alcance para atacar navíos. Los aviones tácticos no están diseñados para la lucha contra Al Qaeda y los talibanes. Los aviones de largo alcance son una respuesta inteligente a China y su nuevo énfasis en los submarinos y los misiles anti-buque. Un ahorro significativo en el presupuesto puede ser cosechado con el tiempo desde una mayor negociación para la reducción de armas nucleares con Rusia, a condición de que los republicanos en el Congreso no insistan en despilfarrar el dinero en nuevas armas nucleares y escudos de defensa antimisiles basados en la fantasía. Los recortes de tropas en el Ejército y la Marina, de 27.000 y 20.000, sigue dejando a las dos fuerzas más grandes que al inicio del mandato de Gates, hace cuatro años. Tienen tiempo de iniciarlo en el año 2015, cuando la administración presume que la necesidad de fuerzas militares en Afganistán se reducirá significativamente. Pero las necesidades de las fuerzas de tierra son difíciles de predecir, y es difícil construir rápidamente una fuerza de voluntarios en tiempos de guerra. Los recortes proyectados de personal tendrán que ser revisados anualmente. La única certeza es que el gasto militar no de guerra tendrá que reducirse drásticamente para dejar espacio para misiones militares imprevistas y hacer la reducción del déficit realista. Si los republicanos del Congreso se toman en serio la reducción del déficit, no puede eximir al Pentágono. THE NEW YORK TIMES. 8-1-2011 Francia. Le Monde Alemania: súper-año electoral sobre un fondo de cólera ciudadana Frédéric Lemaitre Para los alemanes, el año 2011 es "Superwahljahr", un super-año electoral. Es cierto, no se renueva el Bundestag, el cargo de Angela Merkel no esta, pues en juego, pero los votantes deben acudir a votar en al menos siete de los dieciséis estados-regiones. Desde Hamburgo a Stuttgart, Bremen o Berlín, los alemanes están llamados a renovar sus autoridades regionales que, en este Estado federal, son casi tan importantes como una elección nacional. Al cambiar la composición del Bundesrat, la cámara del parlamento que representa a los Estados federales, estos votos tendrán un impacto directo sobre el trabajo legislativo y por lo tanto en la política gubernamental. También sirven como una prueba antes de las elecciones nacionales en el otoño de 2013. Sin embargo, operan en un clima político difícil de entender. Entre la desconfianza en Europa y los acalorados debates sobre la integración de los inmigrantes musulmanes, los partidos políticos tradicionales actúan a menudo a contrapié. Signo de la incertidumbre que reina: después de "plan renove" en 2009, la Sociedad para el idioma alemán ha elegido como "palabra del año" 2010 "Wutbürger", que significa "ciudadano enojado". Mientras el 98% de los alemanes creen que los políticos están alejados de los ciudadanos, este neologismo expresa "la ira sentida por una población que está hasta la coronilla de las decisiones políticas ", dijo el jurado. Símbolo de esta ira: la oposición a Stuttgart 21, la futura estación de la capital de Baden-Wuerttemberg. Proyectado hace más de quince años, este proyecto excepcional (16 túneles, 18 puentes …) se inició en 2010, pero ha provocado durante meses manifestaciones de decenas de miles de personas. Desde el activista del medio ambiente hasta los conservadores jubilados pasando por las madres de familia, todo el mundo tiene algo que reprochar a Stuttgart 21. Un proyecto considerado demasiado caro, demasiado ruidoso, muy poco respetuoso con el medio ambiente, y para todos, también antidemocrático A pesar de las decenas de las deliberaciones políticas que esta inversión de varios miles de millones de euros ya ha causado. La oposición a Stuttgart 21 ha dado impulso a la sociedad civil. En Berlín, es el ruido del futuro aeropuerto internacional el que moviliza a miles de personas. En todo el país, mientras que los expertos consideran necesaria la construcción de miles de kilómetros de líneas eléctricas de ata tensión, su instalación desata contenciosos jurídicos. Los grandes proyectos no son los únicos que movilizan a la opinión pública. En Hamburgo, los ciudadanos bloquearon una reforma de la educación primaria aprobada, sin embargo, por todos los partidos políticos. En este país donde existe una gran desconfianza a los plebiscitos, estos movimientos provocan en el seno de los partidos debates sobre si debe o no ampliar el alcance de los referéndum. En este contexto, el año electoral promete ser peligroso para todas las partes. Si hay que creer a las encuestas, de las siete Estados-regiones, tres –Bremen, Sajonia-Anhalt y Mecklemburgo-Pomerania Occidental – podría mantener su ejecutivo. Pero en los otros cuatro –Hamburgo, Berlín, Baden-Württemberg y Renania-Palatinado– los gobiernos vigentes están en dificultades. Hamburgo, dirigido por la CDU sola, ya que los Verdes han puesto fin a la coalición que los unía a la Democracia Cristiana, debe girar a la izquierda. Este primer fracaso de la CDU puede no ser el más importante. El partido de la señora Merkel, que gobierna Baden-Wuerttemberg durante medio siglo, está ahora igualado (el 30% aproximadamente) con los Verdes. Por primera vez, éstos podrían dirigir un Estado-región en probable alianza con el SPD. A menos que el partido social demócrata que lucha por evitar ser sobrepasado por los Verdes a nivel nacional decida unirse a la CDU. El SPD y los Verdes son, en efecto rivales en las otras elecciones que apasionan a los partidos: Berlín. Actualmente dirigido por el SPD y Die Linke, la capital es codiciada por los Verdes. Su candidato, Renate Künast, co-presidente del grupo parlamentario, ya ha iniciado la batalla contra el alcalde del SPD Klaus Wowereit, a sabiendas de que, una vez más, una coalición será necesaria en la noche del 18 de septiembre. De todos modos, el SPD está a la defensiva, y sólo los Verdes tienen el viento a favor. Sin embargo, han puesto el listón tan alto, que darán la impresión de haber fracasado si no conquistan de Baden-Württemberg en marzo y Berlín en otoño. Otra razón para escrutar la votación en Berlín: un ex jefe de la CDU, René Stadtkewitz, acaba de fundar un grupo anti-musulmán, "La Libertad" y dice que quiere poner a prueba su popularidad en la capital. Mientras que Die Linke mantiene alrededor del 10% de los votos, pero no aparece en ninguna parte (excepto en Sajonia) en condiciones de desempeñar un papel determinante, el Partido Liberal (FDP), presidido por Guido Westerwelle, actual vice-canciller, se juega su supervivencia. De tener una votación muy alta en las elecciones generales de 2009, el FDP podría pasar a no obtener más que el 3% o el 4% de los votos. Una contra-hazaña que podría costar su cargo a Westerwelle, pero lo más importante, privar a la CDU de un aliado decisivo en las elecciones de 2013. LE MONDE. 7-1-2011