Ante la gravedad de los acontecimientos que vive el país y la gente, se ha impuesto un clima de opinión abrumadoramente mayoritario, que exige unidad y solidaridad para salir juntos de este trance.
Una voluntad de unidad que se plasma en miles de gestos, como el que todos los días a las 20:00 de la tarde, en los balcones de toda España -de norte a sur, de este a oeste, en las grandes ciudades o en los pequeños pueblos- une a millones de personas saliendo a dar un emotivo y prolongado aplauso a los profesionales de la sanidad pública. Pero ese gesto también es un aplauso al esfuerzo colectivo, un mensaje de ánimo a los vecinos en una situación que está reforzando los lazos de solidaridad entre nuestro pueblo.
Existe un amplio apoyo social a las medidas drásticas que supone haber decretado el estado de alarma, a pesar de las dificultades y los costes que ello va a generar.
Todo el arco parlamentario ha cerrado filas con el gobierno tras la aprobación del estado de alarma. El PP, por boca de Pablo Casado, ha debido anunciar, por encima de sus críticas al gobierno, el viernes el apoyo al decreto que el gobierno presentaría el sábado, incluso antes de conocer su contenido, y ya ha anticipado que votará a favor de prorrogarlo.
Ciudadanos, a través de Inés Arrimadas, ha anunciado un apoyo cerrado al gobierno, afirmando que “no es tiempo de reproches sino de unidad”, anticipando su voluntad de permitir la aprobación de unos presupuestos extraordinarios, e incluso Vox se ha visto obligado a anunciar, por primera y única vez, el apoyo a las medidas tomas por el gobierno.
La ampliación del estado de alarma más allá del plazo de 15 días ahora fijado requerirá la aprobación del parlamento. Se da por descontado que deberá ser así y con toda seguridad el gobierno contará con un apoyo unánime.
En un comunicado conjunto, los principales sindicatos -CCOO y UGT- y organizaciones empresariales -CEOE y Cepyme- se han colocado detrás del gobierno, consensuando tres grupos de medidas: facilidades para aprobar ERTEs, suspensión temporal de actividad, para evitar que se conviertan en despidos definitivos; medidas que proporcionen liquidez a las empresas; y prestaciones para apoyar a las familias afectadas y los trabajadores -que todos, aunque sus cotizaciones no le den para ello, puedan empezar a cobrar el paro desde el primer día que se paralice la actividad de su empresa-.
Las únicas fuerzas políticas y sociales que se han desmarcado del apoyo al gobierno tras aprobar el estado de alarma han sido el PNV y JxCat.
El portavoz del gobierno vasco, Josu Erkoreka, lo ha calificado de “un 155 encubierto”, mientras Quim Torra se refería a una “confiscación de las competencias y la autonomía catalana”, afirmando que “no estaremos detrás del gobierno español, sino al lado”.
No solo las pretensiones de los sectores más agresivos de la burguesía catalana se enfrentan a la voluntad mayoritaria de los catalanes -que en una encuesta de La Vanguardia apoyaban en un 93% la decisión del gobierno central de decretar el estado de alarma-. También las proclamas de la ultraderecha para privatizar la sanidad pública revelan hoy su auténtico carácter criminal.
Ja! dice:
Increíble cuánta ceguera y confianza en la propaganda y «programación»a través de los medios masivos de desinformación.
Increíble cuánta sumisión al cuento de la pandemia.
Increíble habernos olvidado lo que creíamos saber sobre los virus y la necesidad de que los individuos sanos portadores de la versión atenuada del mismo, haga de vacuna colectiva natural.
Increíble que con confinamiento en España, haya muchos más casos (reales o falsos) que en los países europeos donde ha sido selectivo y voluntario.
Increíble que estemos ciegos ante el estado de excepción praticado por la policía, con sus multas ilegales y sus abusos y brutalidad, impropios de un estado e alarma, que se puede prorrogar cuanto quieran, no como el de excepción, limitado y de obligadas elecciones a su finalización.
Alucinante, los prisioneros peores que los carceleros.
UCE ¿también os habéis creído todo? Me sorprendéis.
Maite Gallego de la Cruz dice:
Totalmente de acuerdo.
Sorprende que no haya ninguna reflexión sobre China.
Sorprende que sean boceros de la propaganda «progresista» del gobierno de Sánchez
Sorprende su vuestro silencio ante:
Ninguna sola crítica al dinero público que ha dado Sánchez a las vacunas de Gates y apoyando a la OMS putrefacta
Ni un sólo cuestionamiento a la falsa pandemia, y al recorte de libertades descarado fomentando el miedo y la ignorancia.
Ninguna sola crítica al genocidio perpetrado en residencias y hospitales debido a los recortes en sanidad que no viene de ahora y que el gobierno de coalición no ha movido ningún dedo, al contrario lo ha permitido, poniendo en evidencia la deshumanización y la corrupción en el tema de la dependencia por permitir la incursión de empresas privadas que han robado del dinero público sobre la dependencia, la gran estafa.
Ni una sola crítica al estado totalitario que pretenden imponer con medidas sin justificación sanitaria real, como la obligatoriedad de las mascarillas, utilizar la manipulación y el lenguaje sin sentido contradictorio y con falta de rigor por parte del gobierno fomentando el miedo y la ignorancia.
La batalla no está ya en izquierdas y derechas. Es otra farsa de un sistema parlamentario en descomposición y cada vez más alejado de los inereses del Pueblo.
Ni una sola crítica a las vinculaciones de Sánchez con Soros y el planteamiento de una crisis perpétua y con la deuda perpétua que sigue haciendo de España un país dependiente y sumiso hasta el cuello de corrupción.
Ni una sola explicación de cómo vamos a afrontar los despidos, ERTES, y cómo construir una nueva economía potenciando las pymes y todo el tejido industrial destruído, sobretodo en Cataluña, de cómo vamos a sacar las multinacionales extranjeras, bases americanas, nacionalización de la banca, privatización encubierta en el sector de sanidad, los recortes en educación, cultura…
Qué vamos a vivir a base de subvenciones y subsidios, miseria dela mayorí,paro y precariedad laboral?. Éste es nuestro destino?.
Francamente, la UCE ha perdido el norte, o se le ha caído la careta revisionista prochina, y la imposición encubierta de un estado «proletario comunista» tergiversando los derechos fundamentales de la libertad de los pueblos del mundo por acabar con sus cadenas de explotación y opresión humanas, como hizo en su día la antigua URSS, y que evidentemente cayó, como caerá China y todos los gobiernos del sistema socialdemócrata de Europa, EEUU, España…
ANARKOÑ dice:
No puedes meter en el mismo saco ni en una misma «entente» a China y a Rusia. Putin y su gobierno libran desde hace décadas su guerra intestina particular contra la fracción globalista (mayoritaria) de la oligarquía rusa (para empezar, los managers de la Bolsa y los hijos herederos de aquellos secretarios generales reconvertidos en propietarios privados monopolistas y de activos). Rusia no existe como tal en el plano político: hay dos Rusias, igual que hay dos USAs donde Trump combate contra el Deep State. La mayoría de los trabajadores asalariados apoya a Putin en Rusia por las mismas razones que apoya a Trump en USA: el mundialismo es la miseria del mundo del trabajo. Pero podrían ser citados terceros países, como el Brasil de Bolsonaro: allí, Bolsonaro disiente de cada Cumbre Mundial (mundialista), pues su ideología cristiana le lleva a la insumisión con respecto al recetario anti-cristiano mundialista. Por eso es un paria en los medios de desinformación, en las agencias de prensa globales y ante las ideologías anti-cristianas dominantes en ministerios como los españoles. Eso cosifica, en el mundo dominante, a los evangélicos como «identidad paria», contrariamente a identidades funcionales al globalismo y por ello privilegiadas y mantenidas por los Estados-pieza insertos en el circuíto mundial (desde los sunníes hasta los veganos, pasando por los «animalistas»).
Por otra parte, y bien lejos de suponer un aplastamiento de los Estados, el mundialismo da a los Estados funciones precisas en la gestión de la globalización de las poblaciones a su recaudo político (como la población española), mientras entregan parcelas de poder político (ministerios, fundaciones, asociaciones, instituciones de control….) a las identidades del Poder al seno de cada población «nacional». Población, por supuesto, en vías de desnacionalización civil y reemplazamiento por esos segmentos identitarios y étnicos donde existe ya ordenación piramidal de cada grupo cosificado como «identidad» privilegiada o «paria».
carlitos tiene 4 pdfs, va a hacer la revolucion. llamad a las fuerzas del orden dice:
Estoy muy de acuerdo contigo Pablo.Unidad con Ana Patricia Botin
Pablo Castellano dice:
Pedir unidad y no pedir igualdad no es de recibo.Otra crisis a resolver sobre la espalda de los de siempre.Y los ricos se haran mas ricos y los pobres mas aun.No se puede dar dinero a empresas cuya direccion cobra una media de millon de euros al año por consejero.Jubila con fondos de cincuenta millones y paga a “politicos-trincones de por vida.
Carlos dice:
Que si hay unidad.En mi barrio los latinos ponen musica para animar al vecindario y el otro dia le cantamos el cumpleanyos feliz a un vecino. Si ya solo falta que la burguesia monopolista renuncie a la apropiacion de mercancias y pasen a ser del Pueblo y esto es el socialismo
Carlos dice:
A mi,todo esto me recuerda a la guerra de Indepencia, todos unidos contra el onvasor. Daoiz y Velarde, militares, la policia, bandoleros como Curro Jimenez. ..vamos que desde hace 200 anyos no vivimos una cosa igual.Fuera el coronavirus! !!
Carlos dice:
Hala, todos juntitos. Lo que no ha hecho la revolucion lo hace el coronavirus. Desde aqui un besazo a mi amiga enfermera Rosita, que se esta jugando la vida en el Gregorio Maranyon de Madrid
Maite Gallego de la Cruz dice:
La batalla no està en el virus ni en la Salud, que es una nimiedad, està en la imposición de un nuevo órden mundial dirigido por China y Rusia. EEUU en decadència total al igual que el neoliberalismo putrefacto europeo. Asistimos a cambios estructurales y gobiernos caeran por haber tapado el orígen del virus de laboratorio como error humano. Hay que cambiar de paràmetros y nuestro sistema de vida que ya no funciona, que la misma naturaleza con el cambio climàtico nos destruirà en parte. Existe un paralelismo con Chernobyl de 1986 que causó miles de muertos y todavía quedarà muchos siglis para que se limpie y que fue el detonant de que cayera la URSS. El sistema político español harà aguas por todos los lados, no me extraña que se unan todos, incluso VOX, lo màs vomitivo del sistema. Parece ser que las clases y lucha de clases se han esfumado de repente. Però, y las libertades de las personas?, también se han esfumado?.
ANARKOÑ dice:
No puedes meter en el mismo saco ni en una misma «entente» a China y a Rusia. Putin y su gobierno libran desde hace décadas su guerra intestina particular contra la fracción globalista (mayoritaria) de la oligarquía rusa (para empezar, los managers de la Bolsa y los hijos herederos de aquellos secretarios generales reconvertidos en propietarios privados monopolistas y de activos). Rusia no existe como tal en el plano político: hay dos Rusias, igual que hay dos USAs donde Trump combate contra el Deep State. La mayoría de los trabajadores asalariados apoya a Putin en Rusia por las mismas razones que apoya a Trump en USA: el mundialismo es la miseria del mundo del trabajo. Pero podrían ser citados terceros países, como el Brasil de Bolsonaro: allí, Bolsonaro disiente de cada Cumbre Mundial (mundialista), pues su ideología cristiana le lleva a la insumisión con respecto al recetario anti-cristiano mundialista. Por eso es un paria en los medios de desinformación, en las agencias de prensa globales y ante las ideologías anti-cristianas dominantes en ministerios como los españoles. Eso cosifica, en el mundo dominante, a los evangélicos como «identidad paria», contrariamente a identidades funcionales al globalismo y por ello privilegiadas y mantenidas por los Estados-pieza insertos en el circuíto mundial (desde los sunníes hasta los veganos, pasando por los «animalistas»).
Por otra parte, y bien lejos de suponer un aplastamiento de los Estados, el mundialismo da a los Estados funciones precisas en la gestión de la globalización de las poblaciones a su recaudo político (como la población española), mientras entregan parcelas de poder político (ministerios, fundaciones, asociaciones, instituciones de control….) a las identidades del Poder al seno de cada población «nacional». Población, por supuesto, en vías de desnacionalización civil y reemplazamiento por esos segmentos identitarios y étnicos donde existe ya ordenación piramidal de cada grupo cosificado como «identidad» privilegiada o «paria.