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Entrevista a Ricardo Angora (Médicos del Mundo)

Ricardo Angora es cirujano ortopédico y traumatólogo, actualmente se encuentra en el Hospital Nasser formando parte del equipo de Médicos del Mundo que, a través de la Cruz Roja, ha entrado en la franja de Gaza.

DVd: ¿En qué hosital te encuentras ahora?RA: En el Hospital de Nasser, en la periferia de la ciudad de Jan Yunisen al sur de Gaza. Médicos del Mundo llevamos trabajando en él desde hace dos años, aunque desde el diez de noviembre las ONG no hemos podido acceder a la Franja por el bloque del ejército israelí­.DVd: ¿Qué situación os habéis encontrado sobre el terreno desde el punto de vista médico y humanitario? ¿Como la describirí­as?RA: La situación que nos hemos encontrado es que ha habido muchos heridos pero ha habido una respuesta adecuada por parte del personal sanitario local, personal sanitario reforzado por los equipos cientí­ficos de paí­ses limí­trofes durante estos dí­as de combates. Ten en cuenta que ha habido momentos donde se juntaban 50 heridos en una sala de urgencias y no habí­a capacidad de dar respuesta. El hospital de Nasser en el que trabaja Médicos del Mundo tiene tres quirófanos, más uno más del área de maternidad y uno más de urgencias. Total seis quirófanos, que es evidente que no es suficiente para responder en el mismo momento. Esto mismo pasa en cualquier parte del mundo donde se producen conflictos similares. Lo que sí­ ha funcionado bien ha sido la evacuación de pacientes a otros paí­ses como Egipto. Hasta 450 pacientes han podido recibir una asistencia que en Gaza era imposible de dar. DVd: Los médicos locales del sur de la franja hablan de penetraciones múltiples, quemaduras quí­micas, amputaciones severas e inhalaciones de gases con efectos paralizantes. ¿Habéis corroborado esto en los hechos? ¿Qué tipo de heridas os habéis encontrado?RA: Nos hemos encontrado sobre todo lesiones por arma de fuego, fracturas, pacientes con quemaduras en gran parte del cuerpo por las explosiones y heridas muy complejas por la metralla. Pero yo no soy capaz de decir si esas quemaduras son producidas por un tipo de armamento u otro.DVd: ¿Qué otras repercusiones han tenido los ataques sobre la salud de la población? RA: Uno de los impactos más importantes que tenemos evaluado ha sido en la salud mental, sobre todo en personas heridas a las que se le ha tenido que amputar algún miembro. Esto provoca una clí­nica de ansiedad y depresión. En cuanto a los niños hasta dieciséis años no tienen capacidad de comprender lo que está pasando, genera una situación de terror durante los bombardeos y luego sufren pesadillas y ansiedad. La vida de todos ellos se ha visto alterada. De hecho hasta este domingo no va a retomarse la asistencia a los colegios. Otro sector muy afectado son los familiares y amigos de los heridos, y también aquellos que han perdido sus pertenencias. Muchos han estado trabajando toda la vida para tener una casa para su familia y ahora lo han perdido todo. Estos necesitan también un tratamiento especial. DVd: ¿Cuáles son las principales carencias?RA: El abastecimiento de material sanitario y medicamentos por el momento está atendida. El problema son los medicamentos y equipamientos especí­ficos, para unidades de cuidados intensivos, cardiologí­a o neurocirugí­a que hace falta reponer para el tratamiento de lesiones graves y complejas producidas por metralla. Este tipo de lesiones se están tratando fuera de la Franja.DVd: Han sido destruidos varios centros de salud bajo el argumento de que escondí­an arsenales y terroristas de Hamás…RA: Yo los que he visto destruidos son cuatro centros de salud. Los hospitales que he visto sí­ están en pie. Únicamente un hospital de la Media Luna Roja está en parte afectado. Es lo único que he visto, los hospitales más pequeños no puedo decir. De los 56 centros de salud en la franja ahora hay 4 que no están operativos. El 60% de ellos han estado funcionando durante todo el conflicto, a pesar de los combates. Ha habido menos afluencia tanto de sanitarios como de pacientes. También ha habido bajas dentro del personal sanitario de los centros, ha hecho que mermara la capacidad de asistencia. Además, ha habido un problema para que las personas con enfermedades crónicas pudieran acceder a los centros. Gente con hipertensión, diabetes, enfermedades cardí­acas, con lo que no han podido recibir ningún tipo de control o asistencia continuada. Llegando incluso a la situación de que algunos han llegado a fallecer.Los equipos médicos locales están muy cansados y muy afectados. Han trabajado con turnos de 24 horas, descansando poco y sometidos a tener que tomar decisiones drásticas como es la amputación de miembros.

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