Bernarda Alba en el Teatro Nacional de Cataluña

Entrevista a Nuria Espert

La historia del teatro español es también la historia de sus grandes actrices. Actriz y directora se ha atrevido y destacado en todos los registros. Su interpretación de Medea, con apenas 20 años, le abrió las puertas del teatro de par en par. El montaje de «Las Criadas «con Vicente Rí­os en pleno franquismo colocó al teatro español a la vanguardia del teatro europeo y mundial. La han dirigido los mejores directores españoles e iberoamericanos: Ví­ctor Garcí­a, Jorge Lavelli, Lluis Pascual, Mario Gas…

Dirigió Bernarda Alba con Glenda Jackson en el Liric Theatre. ¿Ahora como actriz y no como directora como va a enfrentarse al ersonaje de Bernarda? Lo voy a enfrentar como actriz, con un chip totalmente diferente. Mi interpretación va a pertenecer a otro montaje, otra idea de la obra que es la del director y no va a tener supongo nada que ver con lo que yo hice en Londres. El escenario ideado por Lluis Pascual, la sala de reducidas dimensiones, recrea la claustrofobia de la casa de la obra. ¿Le asusta tener el público tan cerca? No, me encanta de hecho ha sido lo que me ha animado a aceptar el proyecto. Es nuevo para mí. Nunca he actuado en un teatro circular ni en una sala con el público tan cerca del escenario. Sí lo he hecho en algunos recitales pero nunca en un espectáculo y me apetece muchísimo. Me permite un cambio en muchos aspectos técnicos de mi profesión y eso me interesa muchísimo. Lorca recorre toda su obra. De hecho Yerma es el personaje que más ha interpretado, más incluso que Medea. ¿Cómo construye cada personaje? Todavía no he empezado a trabajar el papel de Bernarda, empezamos los ensayos el 16 de febrero, como es una obra que conozco perfectamente no he querido ponerme a estudiar todavía. Voy a esperar a que comiencen los ensayos Yerma, el montaje de Bernarda Alba en Londres, Doña Rosita la soltera con Jorge Lavelli o Haciendo Lorca de Lluis Pascual. Pero nunca ha representado uno de los mejores dramas de Lorca, Bodas de Sangre, ¿Por qué? Cierto, Bodas de sangre es un espectáculo muy complicado, muy difícil. Es una obra que siempre me emociono cuando la leo, me conmueve y siempre que la veo representada me parece insuficiente. Nadie me ha pedido que interprete ese papel maravilloso de la madre. Ni me la han pedido, ni he tenido ganas de promoverla por temor a que una vez más lo que hagamos no está a la altura. La obra de Federico, completa, tal cual y fiel no la he representado nunca. Cuando más nos hemos acercado es en “Haciendo Lorca” con LLuis Pascual , en la que interpreté en el escenario a la madre y a la novia a la vez. Es muy interesante porque madre y novia pueden leerse como un mismo personaje desdoblado en dos figuras. Vuelve a trabajar con Lluis Pascual ¿que destacaría de su trabajo? Es cierto que hemos trabajado mucho juntos, en general con unos resultados espléndidos. Le admiro, le respeto mucho y le quiero. Cuando el era muy joven hizo su primer trabajo fuera de Cataluña conmigo, que fue “Otra Fedra si gustáis “ de Salvador Espriu. Fue un espectáculo mágico y desde entonces hemos colaborado los dos muy a gusto y nos entendemos muy bien. Después de interpretar el reto “Play Strindberg” repite con una comedia “Hay que purgar a Totó? ¿Que placer siente con la risa? Es agradabilísimo, la verdad. Comprendo a los actores que interpretan comedia normalmente, comprendo lo felices que son en el escenario. Siempre me había sorprendido cuando declaraban en las entrevistas que disfrutaban en el escenario, porque yo no me lo paso bien en el escenario, más bien me lo paso mal, pero sí ,con “Hay que purgar a Toto” me lo he pasado muy bien. El cambio es que es una reacción inmediata que el público te va mandando mientras actúas, y que naturalmente en el drama, en la tragedia se traduce en un silencio y en los aplausos al final de la función. Pero durante el espectáculo tú te sientes sola. En la comedia, en la farsa, es un vodevil loco realmente el publico era el interlocutor, casi más que tu compañero de escena., quien te daba la replica era la carcajada de la gente. Es muy agradable. Es actriz, directora e incluso se atrevió con la dirección de un teatro público. ¿Desde esa perspectiva como valora el panorama actual de la escena española? Nada mal, la verdad. Es difícil desde dentro tener una perspectiva más amplia y objetiva. Siempre hablamos un poco según como nos ha ido a nosotros, y como han funcionado las últimas temporadas. Insisto, es subjetivo, pero creo que hay una clara progresión, los teatros están llenos, los actores toman riesgos y forman sus propios proyectos en vez de esperar que les llamen por teléfono y los teatros nacionales y municipales también me parecen que están en mejores manos que hace unos años. Hay una impresión de euforia que yo la pienso pero también la respiro, piensa que acabo de hacer dos o tres giran seguidas por España e Italia y tanto aquí como allí lo que me ha llegado de los profesionales es un momento de buena energía, de excitación, de ambición.

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