El pasado 6 de enero a las seis de la tarde era liberado Juantxo López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace España. Encarcelado desde el 17 de diciembre junto a otros activistas por irrumpir en la cena de gala en la que se reunían más de cien jefes de estado para denunciar el fracaso de la Cumbre de Copenhague, está todavía siendo investigado.
Transmitir en rimer lugar el apoyo cerrado a Juantxo, Nora, Christian y Joris. Apoyo al que se ha sumado de forma unánime el conjunto de la sociedad española y infinidad de voces en todo el mundo. Quizás con el mismo peso que se ha manifestado el rechazo a la ceremonia de ninguneo pretendida por EEUU al viejo estilo de la superpotencia que no tiene a nadie que le levante la voz. Dos son los temas que abordamos con él en esta entrevista para Chispas. Juantxo López de Uralde refuerza algunas de las conclusiones que ya venimos señalando desde estas página respecto al fracaso de la Cumbre como expresión del nuevo tablero mundial que se dibuja. EEUU es ya incapaz de ejercer de gendarme mundial, las nuevas potencias emergentes hacen valer sus proyectos de desarrollo y cada vez más países se plantan ante las imposiciones imperiales defendiendo su autonomía e independencia. Por otra parte el anuncio de la subida de la factura de la luz acompañado de su justificación, dada por Miguel Sebastián, Ministro de Industria, en las ayudas otorgadas a las renovables. A mas de 7.000 millones pueden llegar este año. Como el mismo director ejecutivo de Greenpeace afirma, el problema no está en la financiación de las renovables. Éste puede suponer un camino y una oportunidad de desarrollo independiente para España en el sector energético. Precisamente por eso lo inadmisible es que las grandes eléctricas sean las que las monopolicen y el Gobierno lo articule. Y más teniendo en cuenta que son las responsables de la subida de la factura de la luz. Así ganan doblemente. Por una parte por el abaratamiento que les suponen las ayudas invertidas en los costes fijos, y por otro porque las pagamos los ciudadanos. Nadie puede negar que vuestra detención y las condiciones de reclusión han sido totalmente desproporcionadas, ¿a qué crees que se debe? Lo primero es que no me siento una persona libre, me siento perseguido por la policía y por un gobierno. Nuestro caso sigue abierto y lo siguen investigando. Yo lo relaciono con la represión que se generó en la Cumbre. Hoy leía un análisis muy interesante en The Guardian que decía que esta represión busca que la sociedad civil no se movilice. Si tú reprimes de manera desproporcionada cualquier manifestación pacífica, e incluso cualquier manifestante puede ser detenido preventivamente, eso lleva a que la sociedad no se movilice. Es lo que yo creo que está detrás de todo esto. ¿No habéis recibido ninguna explicación durante los días de la detención? Absolutamente ninguna. Se nos interroga después de veinte días en prisión. Si la excusa es una investigación tan importante me parece raro. Y solo para preguntarnos los nombres de las otras personas involucradas. Pero en la Cumbre ha habido una auténtica rebelión, de las organizaciones ecologistas y de la mayoría de países, muchos de los cuales hasta ahora habían sido ninguneados, ¿no parecen los zarpazos de la fiera herida? Coincido con lo que dices. En particular el gobierno danés lo ha hecho muy mal, no solo en los derechos civiles sino en la incapacidad de la Presidencia de llevar adelante las negociaciones con éxito. En una reunión como ésta el papel del organizador es muy relevante. Los que estuvimos allí vimos el desastre, por la incapacidad para llegar acuerdos, para presentar los documentos a tiempo, el marco físico y la represión sobre la sociedad civil… así se sientan las bases para el fracaso. ¿Cuáles son vuestras críticas principales cara a la Cumbre de México? Hay tres cuestiones que llevan al fracaso: una es la que ya he comentado. Las otras dos son más de fondo y más relevantes. La primera es la falta de voluntad política para hacer frente al problema. Esto es innegable que está ahí porque a los líderes mundiales les salía demasiado barato que la Cumbre no fuera un éxito. Y la tercera razón es la falta de liderazgo en el cambio climático. Desde el momento en que Obama da claramente muestras de que no va a moverse ni un ápice de la posición que ya se conocía de EEUU… la Unión Europea no ha sido capaz, ni durante ni después, de poner encima de la mesa un compromiso del 30% de reducción que hubiera generado una dinámica de nuevos movimientos y compromisos. La UE, muy dividida, ha perdido el liderazgo en el cambio climático que fue muy importante en el Protocolo de Kioto. ¿No es una conclusión positiva que la Cumbre refleje el cambio de correlación de fuerzas mundial con la oposición de China, India o Brasil a que se utilice el cambio climático para frenar su desarrollo, y con el plantón dado por los países africanos y los del ALBA? Efectivamente Copenhague ha mostrado un nuevo tablero internacional muy diferente, con la perdida de peso de una UE dividida y temeros, por un lado incapaz de liderar y por otro persiguiendo a la sociedad civil. Como europeo salgo de la Cumbre preocupado con hacia donde va Europa. Ha habido un dúo que claramente destaca que es EEUU / China, jugando China un papel mucho más positivo que el que pretenden adjudicarle los medios internacionales. No es ni mucho menos la causante del desastre de Copenhague. Más bien hay que buscar el problema en la ausencia de voluntad de EEUU el que traten de volcar en China su propia incapacidad. Nosotros así lo entendimos. Lo cierto es que China se movió, y en algunos aspectos se movió bastante. Hay que tenerla en consideración, como a Brasil o India, que son los que al final se sientan con EEUU a decidir el resultado de la Cumbre, sin Europa, por cierto. El nuevo presidente de Greenpeace Internacional es Kumi Naidoo, un activista de trayectoria antiapartheid en Sudáfrica. ¿Se corresponde con una valoración del nuevo papel que tienen están jugando las potencias del Tercer Mundo? Lo que Greenpeace pretende es dar un mensaje claro de que el ecologismo no es, como se nos ha acusado, un movimiento de los países ricos para evitar el desarrollo de los más pobres, sino una alternativa que conjuga un desarrollo compatible con el medio ambiente y al mismo tiempo justo. Para el movimiento ecologista sin justicia social no hay sostenibilidad. En ese sentido va la elección de Kumi. Además realiza un muy buen trabajo y en la organización estamos muy satisfechos con él. Greenpeace apuesta claramente por las energías renovables y de hecho los beneficios medioambientales y en diferentes campos son enormes, pero actualmente son tres o cuatro grandes empresas las que monopolizan el mercado y las ayudas del Gobierno, ¿no cree que la exigencia del desarrollo de las renovables debe ir acompañado de la oposición a la monopolización? Sí, y el desarrollo no ha sido igual en todas las energías renovables. De hecho estamos ahora sufriendo precisamente las debilidades de esta situación. Me refiero a que desde el momento en el que las grandes eléctricas ven amenazadas sus inversiones en las plantas de ciclo combinado por la propia fuerza que las energías renovables tienen en su desarrollo, inmediatamente dejan de tener intereses en esas energías renovables. El modelo con en el que se han desarrollado algunas energías renovables tiene estos riesgos. Lo cierto es que las energías renovables por sí mismas, porque su funcionamiento es mucho más sencillo, son más difíciles de controlar, por lo que es de esperar que su desarrollo sea mucho más “descentralizado”, no tan controlado por las grandes empresas. Esto es un déficit del desarrollo de las energías renovables en España que esperemos que con el tiempo se vaya corrigiendo porque es una debilidad . El Estado va a pagar 7.254 millones de euros en concepto de primas a las energías renovables, y la factura de la luz ha subido un 2,6%, la parte principal se las llevan las grandes empresas, ¿no cree que en la actual coyuntura de crisis no puede ser que esas necesarias ayudas al desarrollo de las energías renovables sirvan a los beneficios de estos monopolios? A ellos les sale más barato y a nosotros nos la venden más cara. No soy partidario de fijar el problema de la factura de la luz en las primas a las renovables. Efectivamente ahí hay un problema con quién está en el mercado de las renovables. Pero el modelo de primas es un modelo de éxito para el desarrollo de estas fuentes de energías. Lo que hay que modular es cómo se gestionan esas primas para que no supongan una carga para el sistema eléctrico. Pero hay otras muchas cargas de las que no se habla, como son las subvenciones al carbón o las nucleares, que a nosotros nos parecen mucho más relevantes a la hora de meter la tijera. Debe haber un control público de las primas porque es dinero público el que va ahí y debe conseguir su objetivo. Pero fíjate que, por ejemplo, la política del Ministerio de Industria ha ido únicamente, con el apoyo de las grandes eléctricas, a cortar las primas de las renovables, frente a cualquier otro tipo de recorte. Pero, igual que provoca la indignación popular que el rescate bancario que se supone que era para ayudar a los trabajadores, a la pequeña y a la mediana empresa, haya servido para aumentar los beneficios de la Banca, ¿no hay que cuestionar que monopolios que tienen más de 7 mil millones de euros al año de beneficios reciban ayudas que no se ven reflejadas en un beneficio para los ciudadanos, no en un encarecimiento? Pero se obtiene un beneficio social evidente. Claro. Pero el problema es que pretendan justificar el encarecimiento de la factura por el incremento de los costes fijos, como las inversiones en renovables, cuando han recibido ayudas millonarias, ¿no? Esa es la estrategia que tienen las grandes eléctricas y el Ministerio de Industria de echar la culpa de todo a las renovables. El problema es el sistema tarifario, no las renovables. Es pernicioso, porque el modelo que el PP puso en marcha ahora está generando unas deudas que están ahí. El problema no son las renovables, sino el modelo y quién lo gestiona Efectivamente