Entrevista a Javier Fesser

Decías la noche de los Goya que tu único mérito es saber rodearte de los mejores. ¿No será mas bien que tú sabes “ver” a los mejores donde otros sólo ven secundarios o inexertos?, ¿qué tú apuestas por ellos y trabajas para que den lo mejor de sí?: Podemos recordar cómo hace 11 años le diste el único papel protagonista de su vida a un actor de casi 80 años que había sido uno de los eternos secundarios del cine (Luis Ciges, “El milagro de P Tinto”). O podemos hablar de una niña de 12 años que jamás ha hecho nada antes, o de una actriz madura que se supone que por la edad ya no puede hacer papeles protagonistas. Me ha gustado mucho cómo me has hecho la pregunta. Creo que lo que tengo es olfato, y sí suelo estar rodeado de los mejores, no sólo los intérpretes, también los técnicos. Y creo que lo que sí hago es contagiar entusiasmo por lo que hago, y poner cariño y esfuerzo en ello. Creo que esto ha hecho que todo el equipo de “Camino” sea una especie de familia, que la convicción de estar sacando adelante entre todos un proyecto que pensábamos que valía la pena ha creado unos vínculos muy fuertes entre todos. “Camino” ha ganado en los Goya en cierto modo contra pronóstico. Acordémonos del festival de S Sebastián y la famosa polémica que le supuso no llevarse ni una mención. Nos decía Jordi Dauder que es una película con agallas, agallas para concebirla y hacerla, y luego para defenderla contra prejuicios, ataques y dificultades. ¿Coincides también en esa opinión? Yo no me creo con mas o menos agallas que los demás, no lo pienso así. Yo hice una película con una historia que me había llegado al alma, una película que toca fibras sensibles y emociones. Lo de la polémica para mí es anecdótico, una actitud de quienes se han negado a ver la película, es un diálogo imposible. Yo he dedicado años a documentarme sobre la historia, sobre el Opus Dei. Y llegan ellos y te dicen una sarta de barbaridades gratuitas. No da para más. Has comentado que “Camino” supone un antes y un después en tu carrera. ¿Qué te ha aportado? Tiene ingredientes nuevos para mí como realizador. Es una historia distinta a las anteriores, y la he hecho con una actitud distinta porque lo decidí así. He procurado ser lo mas objetivo posible, pero hacer “Camino” ha sido para mí una aventura emocional, me ha tocado muy directamente. En la gala se puso mucho de blanco la piratería. Al fin y al cabo, las descargas ilegales las hace gente trabajadora como vosotros que a veces les es difícil adquirir un CD por los precios. ¿No crees que es erróneo poner ese blanco cuando hay banqueros y multinacionales que se están haciendo de oro en estos tiempos de crisis? No, no tiene que ver una cosa con la otra. Descargar ilegalmente una película o una obra musical es robar, así, con todas las letras. Y es una barbaridad que se eduque a los niños en que eso es normal. Mis tres hijos tienen claro que si quieren tener películas o videos musicales tendrán que ganárselo, currar para ello, o pelear para que los precios sean más baratos. Es un problema de educación. La noche de los Goya, hubo 40.000 descargas por Internet de “Camino”. 40.000 Espectadores menos que tendrán las salas de cine. Empezaste en la publicidad antes que en el cine. Creo que has hecho 150 spots…. 156 Para ser exactos. He hecho 6 más en las últimas dos semanas. …Has definido los anuncios como “Minipelículas de 20 segundos”. Explícalo. En publicidad a los anuncios se les llama películas, son historias pequeñas, pero historias que hay que filmar, contar, dirigir e interpretar. Tu próximo proyecto parece que va a ser otra vez sobre África y la infancia, tema que trataste hace 2 años en el documental “Binta y la gran idea” rodado en Senegal y que estuvo nominado al Oscar. Coméntanos el proyecto. Estoy cerrando el capítulo “Camino” y sí, quería trabajar una idea que surgió en la escuela de Senegal donde rodé “Binta”, es algo pensado para nuestros hijos del Primer Mundo para que aprendan de cómo otros niños en el Tercer Mundo resuelven graves conflictos evitando la violencia. Es una pieza didáctica.