Ciudadanos: Extranjeros en su paí­s

Entrevista a Antonio Robles

Entrevistamos aAntonio Robles.Con motivo de la resentación del libro “Extranjeros en su país” en segunda edición entrevistamos a Antonio Robles, diputado en el Parlamento Catalán por Ciudadanos, profesor de filosofía y periodista. Acto celebrado el Granada el pasado viernes y promovido por Ciudadanos. DVd: ¿Esperas agotar el libro ahora de igual forma que cuando iba firmado con pseudónimo? AR: La verdad importa poco que se agote, lo que importa es que el libro es un pretexto para abrir los ojos a mucha gente que por cuestiones puramente de propaganda y control de medios en Cataluña no les deja ver la realidad. El libro es una manera de lucha, no es un libro clásico, hace puente entre el ensayo y la novela. El objetivo es mostrar una situación, un modo para que las personas puedan tener argumentos y salgan de éste estado catatónico en que el nos ha metido el nacionalismo. DVd: Editaste el libro por primera vez en el año 92 en el que fueron las olimpiadas de Barcelona, con un asombroso espectáculo que fundía a Cataluña con España con la histórica apertura por el Rey, sin embargo tu libro no se ponía en las estanterías de las librerías ¿Qué estaba ocurriendo? AR: Claro, lo que ocurrió en las olimpiadas no lo debemos olvidar. Acordaos de que el himno de los juegos olímpicos de Barcelona fue en inglés, porque el nacionalismo de aquella época no admitió que fuera en castellano, querían que fuera en catalán, aunque lógicamente las olimpiadas eran españolas, y al final optaron por el inglés. No os olvidéis que las olimpiadas fueron boicoteadas en el mismo estadio cuando se inauguró y estaba el Rey. Lo que halli pasó fue que la gente normal y corriente, los catalanes actuaron como lo que suelen ser y lo que son, mientras las instituciones y los políticos que son los que tienen el control de la sociedad hacen otra cosa, es decir, si pudiésemos los catalanes normales dejar nuestra impronta en la realidad social y política, evidentemente la política catalana sería otra muy distinta. El Estatuto, por ejemplo, antes de ponerse en marcha, solo había un 3% de la gente que lo quería, cuando se votó en el parlamento fue un 89% el que lo votó, pero cuando ha sido el referéndum para saber si pasaba o no pasaba lo votó sólo el 49,4% de participación de todos los catalanes y de esos 49.4% sólo lo apoyó el 36,4% , lo cual quiere decir que se perdió un 52% de gente, por una parte lo vota en el parlamento que está representado por sus políticos pero que después en la calle no se refleja, dicho de otro modo, en Cataluña no hay un paralelo, una concordancia entre lo que piensa la gente y lo que piensan sus políticos. En Cataluña los políticos tienen como una especie de casta superior y todos tienen ese cariz nacionalista, de una manera u otra, que falsifican de raíz la sociología, de ahí viene que en la final de la copa del mundo de 1992 de los juegos olímpicos que ganamos, los ciudadanos normal y corrientes exponían los sentimientos españoles que tienen, mientras que los políticos no. DVd: Ahora puedes firmar el libro con tu nombre ¿Significa un avance en la lucha por las libertades? AR: Por supuesto que sí. Cuando yo escribí este libro no se había escrito una línea sobre el tema y era muy difícil enfrentarse a aquella realidad. Hoy afortunadamente lo resortes del control mediático y esa especie de acoso moral al que nos tenían sometidos puede haber avanzado, pero también ha avanzado la autoconciencia, la actitud crítica y la lucha por la libertad de muchísimos ciudadanos catalanes. Hoy puede que el nacionalismo haya avanzado más, pero desde un punto de vista histórico es el inicio de su derrota, porque cuando un pueblo se da cuenta de donde están sus enemigos está en disposición de hacer algo por vencerlo mejor. Cuando un pueblo está dormido o amedrentado, evidentemente no puede hacer nada entre otras cosas porque no tiene la conciencia de que tiene que hacer algo, ahora ya lo tenemos y por lo tanto, el nacionalismo avanzará en la medida que el resto de la sociedad lo permitamos. DVd: En tu libro el personaje se mueve en la contradicción de ver cómo una reivindicación justa de igualdad del catalán en los primeros años de democracia, termina por convertirse en su contrario ¿Qué ha pasado con la izquierda catalana? AR: Pues que no ha existido nunca, todo ha sido un gran camelo, esta izquierda catalana, la del PSUC, la socialista ect, ha optado por el nacionalismo frente al socialismo. Lo que ha pasado es que la lucha contra el franquismo unió a mucha gente, que en aquel momento en los años sesenta y setenta en el que el envoltorio era la izquierda, ahora, gente de izquierdas allí no había tanta, lo que había era mucho catalanismo y nacionalismo encubierto. Cuando llegó el sistema democrático se ha demostrado que allí de izquierdas había muy poco, lo que había era carlismo, carlismo y carlismo. Por tanto la idea de que la izquierda nos ha traicionado o el PSC o Izquierda Republicana… es que no son de izquierda, y esto no se entiende ya que ellos siguen reivindicando esos valores desde un punto de vista estético, pero desde un punto de vista real y político hacen nacionalismo y punto, y además nacionalismo carca y carlista. DV:¿Cómo puede ser que una persona de izquierdas antifranquista reproduzca en democracia aquello contra lo que luchó? AR: La respuesta es bien sencilla, porque la suposición es falsa. No son de izquierdas, son gente nacionalista camuflada. El caso más paradigmático y que ha hecho más mal a la unión simétrica de derechos y libertades en toda España que es el Partido Socialista Catalán, al PSC lo votan bases castellano hablantes y obreras de origen la mayoría de las veces andaluza que está en los cinturones industriales de Barcelona y demás capitales de provincia de Cataluña, y sin embargo sus dirigentes, hasta Montilla, han sido siempre burgueses catalanes, catalanistas y nacionalistas, da lo mismo a cual señale Serra, Maragall, Oriol, etc. El resto de los dirigentes del Partido Socialista llamados capitanes que han querido medrar en el Partido Socialista, necesariamente han tenido que olvidarse de lo que son, olvidarse de donde venían y adquirir esos ropajes, porque si no, no tenían nada que hacer. Por eso el señor Montilla es tan contradictorio y para lógico para los demás. No lo pueden entender cómo un señor de Córdoba, que su lengua es el castellano y que habla mal el catalán pueda sin embargo ser un Torquemada respecto a los derechos castellanohablantes, no se puede entender por que es que los socialistas que decidieron apoyar este nacionalismo, viven de eso, ya que si no, no estarían. DV:¿Quieres añadir alguna cosa más que no te haya preguntado? AR: Bueno, dar ánimo a todos los que consideran que esta lucha merece la pena. De la misma manera que el stalinismo cayó que parecía eterno, de la misma manera que el franquismo cayó y parecía eterno, en historia, las injusticias al final terminan cayendo todas. En este sentido, el nacionalismo en España que es tan injusto, tendrá que caer.

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