Elecciones en Asturias

Enmienda a la totalidad

Todos los medios centran sus valoraciones en quien va a quedarse finalmente con el gobierno asturiano, enfrentando a la «victoria» del PSOE «la lista más votada- una coalición entre el PP y el FAC de Álvarez Cascos. Una visión que oculta que, independientemente de quién acabe «ocupando el sillón», todos ellos pierden. Los votos han lanzado una especie de «enmienda a la totalidad» al triunvirato «PP, FAC y PSOE- que, ví­a ajustes y recortes, ha conducido Asturias hacia récords históricos de paro.

En primer lugar, el rechazo se manifiesta en la disminución del número de votantes. Asturias ha superado los 100.000 parados, cifras que no se alcanzaron ni en los momentos más duros de las reconversiones industriales. Sin embargo, las elecciones se han repetido, apenas unos meses después de celebrarse, por las “trifulcas internas” entre PSOE, PP y FAC.

Lejos de buscar una salida a la crisis, recuperando el tejido industrial y creando empleo, han llamado a las urnas para “dirimir” un nuevo reparto de poder entre ellos. «El lastre del seguidismo al PSOE que representa Llamazares ha impedido a IU crecer más en Asturias»

Y la respuesta de los asturianos ha sido darles la espalda. Más de 100.000 votantes, que sí se acercaron a las urnas el año pasado, han decidido quedarse en casa. No es expresión de “pasotismo”, es un indicador del grado de rechazo hacia quienes han desvencijado Asturias.

Lo mismo ha ocurrido entre quienes sí han decidido acercarse a votar. Las tres opciones que representan los recortes y los planes de ajuste han sido castigadas.

El FAC de Álvarez Cascos ha perdido 54.052 votos, un tercio del apoyo que cosechó hace tan solo un año. Pero ese descenso no ha sido capitalizado por el PP, que también ha perdido casi 13.000 votos. Ni ha supuesto un espaldarazo para el PSOE que, perdiendo casi 20.000 votos, se ha convertido en la lista más votada sólo gracias a que los demás han perdido más.

Quienes sí han crecido son las fuerzas que representan la oposición a los recortes y a los manejos del bipartidismo, transformado en triunvirato en Asturias.

UPyD irrumpe por primera vez en el parlamento autonómico. E IU incrementa en uno el número de diputados.Si, a pesar del castigo a PSOE, PP y FAC, IU no ha sido capaz de subir más, como si lo ha hecho en Andalucía, es por el “lastre” que supone la línea encarnada por Llamazares, emblema del seguidismo hacia un PSOE que, en Madrid o en Oviedo, no ha tenido reparos en ejecutar todos los recortes que ordenaban el FMI o Bruselas.

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