La deuda autonómica aumentó un 20,6%, hasta el 6,7% del PIB

Endeudándose con nuestro dinero

Según los datos disponibles del Banco de España, la deuda de las comunidades autónomas aumentó un 20,6% en el primer trimestre del año, hasta registrar 73.385 millones de euros (el 6,7% del PIB), la cifra más alta hasta el momento. En comparación con el último trimestre de 2008, la deuda de los gobiernos autonómicos creció un 7,4%. El endeudamiento autonómico se ha agudizado porque ante la crisis económica, que está provocando un incremento de los gastos y una caí­da muy importante de la recaudación, los gobiernos autonómicos, faltando a su compromiso de estabilidad presupuestaria, se han lanzado a una enloquecida carrera de endeudamiento. Carrera hacia el abismo para mantener su aparato burocrático, sus redes clientelares, como representantes genuinos que son de las castas burocráticas regionales.

Para mantener este creciente endeudamiento no dudan en exigir más y más financiación autonómica. Algo que habrá que agar entre todos los ciudadanos de a pie. Algo muy grave que se está convirtiendo en una pesada rémora que va a lastrar seriamente el desarrollo económico de España, ahora y en el futuro.Los fríos datos de la magnitud financiera del endeudamiento hablan claro: Cataluña, deuda de 20.930 millones de euros, el 28,5% del total; Valencia, 13.202 millones; Madrid, 10.851 millones, entre las tres el 61,3% del total del endeudamiento regional. A continuación, figuran Andalucía (8.276 millones de euros), Galicia (3.863 millones), Baleares (2.827 millones), Castilla-La Mancha (2.686 millones), Castilla y León (1.916 millones de euros), Canarias (1.716 millones), Aragón (1.629 millones) y Murcia (1.066 millones). Siguen el País Vasco (894 millones), Extremadura (854 millones), Asturias (829 millones), Navarra (798 millones), Cantabria (531 millones) y La Rioja (517 millones).Esto hay que pararlo. Hace falta una reducción drástica del gasto público para dar una salida a la crisis mediante el ahorro y la inversión productiva. Nos jugamos no sólo el presente sino el futuro durante bastantes años.

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